jueves, 28 de junio de 2012

CAPÍTULO 50

PASO RAPIDOOOOOO




CAPITULO 50


No se permite la entrada de perros en edificios públicos a no ser que sean para uso oficial —le dijo Peter por quinta vez mientras iban de camino a Huntsville.

Lali miró por encima del hombro a Midas, que iba dormido sobre su manta en el asiento de atrás.

—A éste le dejarán entrar, a no ser que quieran tomarme declaración en el aparcamiento.

Peter discutió todo el tiempo mientras ella metía los platos de Midas en el coche, junto con una cierta cantidad de comida y agua. Discutió cuando ella abrochó la correa al minúsculo cuello del cachorro. Discutió cuando extendió la manta sobre el asiento de atrás y depositó en ella a Midas, con su patito de trapo y su juguete para morder. Discutió hasta que ella se acomodó en el asiento del pasajero y se ajustó el cinturón de seguridad, y entonces él se deslizó detrás del volante sin decir otra palabra más.

En lo que a Lali concernía, el tema de Midas estaba cerrado. Una persona capaz de matar a otro ser humano no dudaría en matar a un perro; ahora Midas estaba a su cuidado, y no pensaba dejarlo en casa solo, desvalido y sin protección.

—He estado pensando en esa noche —dijo Lali con aire ausente, contemplando las montañas mientras conducían—. Les vi la cara cuando salían del club, porque les daba de lleno el brillo del letrero luminoso. Eran dos hombres, y Teo iba entre ellos. El tercer hombre estaba aguardando en el aparcamiento. Luego llegó un coche que los iluminó con los faros, y vi las caras de los tres porque miraron hacia él. No conocía a ninguno de ellos, pero puedo describirlos.

—Tú sólo ten los detalles claros en tu mente y no los dejes escapar. —Peter le tocó la mano—. Todo saldrá bien.

—Lo sé. —Lali consiguió sonreír—. Se lo has prometido a mi madre.

Llegaron al edificio que albergaba las oficinas de Investigaciones y Patrullas del Sheriff de Madison County a las nueve y media. Era una construcción de dos plantas, al estilo de la década de 1960, de ladrillo amarillo en la parte inferior y cemento en la parte de arriba, con ventanas verticales, largas y estrechas. El letrero decía Edificio de Investigación Forense. También estaban dentro los departamentos de ciencias forenses y de seguridad pública.

—Vaya —dijo Lali—. Debería haberme imaginado que iba a ser aquí.

Peter pareció desconcertado.

—¿Porqué?

Ella se volvió y señaló.

—Porque acabas de pasar frente a una tienda de rosquillas Krispy Kreme.

—Hazme un favor —dijo Peter—. No se lo menciones a ellos. Se guardó el teléfono móvil en el bolsillo y a continuación recogió toda la parafernalia de Midas mientras ella sacaba al cachorro del coche y lo depositaba sobre un pequeño parterre de hierba. El perrito se agachó obediente, ella lo elogió, y él se puso a hacer cabriolas a sus pies, corno si supiera que se había portado muy bien. Sin embargo, la correa no le gustó, y la capturó con la boca. Cada pocos pasos se detenía y forcejeaba con ella. Por fin Lali lo levantó del suelo y lo llevó recostado contra su hombro como si fuera un bebé. Contento, el cachorro le lamió la barbilla.

Apenas entraron en el edificio cuando una funcionaria les dijo: —No pueden entrar aquí con el perro.

Lali inmediatamente volvió a salir y esperó. Como no deseaba dejarla sola allí fuera, aunque estaba seguro de que no los habían seguido, Peter le dijo a la funcionaria:

—Por favor, llame al detective Riera y dígale que está aquí el jefe Lanzani con la testigo —y salió también a esperar junto a Lali.

El calor del verano ya se dejaba notar, y la humedad era tan alta que el aire resultaba pesado y denso. Pero de todos modos Lali levantó el rostro hacia la luz del sol, como si tuviera necesidad de ella. No dijeron nada, se limitaron a esperar hasta que salió el detective Riera con una expresión perpleja en su oscuro semblante.

—La agente Sasnett me ha dicho que han traído al perro... —Se interrumpió bruscamente al ver que se trataba de un cachorro y su expresión se transformó en una ancha sonrisa—. Eso no es un perro, es una bola de pelo.

Peter le ofreció la mano.

—Soy Peter Lanzani, jefe de policía de Hillsboro. Le presento a Lali Espósito, la testigo de la que le hablé. Dondequiera que va ella, va también la bola de pelo.

El detective estrechó la mano de Peter, se rascó la cabeza y dijo:

—Enseguida vuelvo.

Cinco minutos más tarde, una vez despejado el camino, condujo a Peter, a Lali y a Midas a su despacho.

Midas fue un ángel, permaneció sentado en las rodillas de Lali mientras ella le contaba serenamente al detective lo que había visto el sábado por la noche. Sí, estaba segura de que el hombre que iba en el medio era el que se había presentado la semana anterior como Teo, y sí, estaba segura de que la fotografía del periódico correspondía a dicho hombre. Describió la ropa que llevaban puesta, lo mejor que pudo acordarse: vaqueros, botas y una camisa de color claro al estilo del oeste. El detective Riera pasó a Peter las fotos de la escena del crimen sin decir nada. La ropa estaba sucia, ya que el cadáver había sido enterrado, pero era tal como la había descrito ella. Aquello significaba que Teo no se había cambiado de ropa desde que Lali lo vio en el aparcamiento del Buffalo Club, lo cual incrementaba definitivamente las posibilidades de que lo hubieran matado aquella noche.

—¿Quieres verlas? —le preguntó Peter a Lali.

Ella negó con la cabeza, y Peter le devolvió las fotos al detective Riera.

En eso, sonó el teléfono móvil de Peter. Lo sacó del bolsillo, miró el número que aparecía en la pantalla y dijo:

—Es de la oficina. Voy a hablar fuera.

Salió al pasillo antes de apretar el botón para atender la llamada.

—Lanzani.

—Jefe, soy Marvin. —Tony Marvin era el sargento de recepción del primer turno. Parecía nervioso, como si no estuviera seguro de que debiera estar llamando—. Acaba de llamar Kika Collini de la biblioteca. Mercedes Nolan, la mujer del alcalde, la ha llamado preguntando por la señorita Espósito, y cuando Kika le ha dicho que no se encontraba allí, la señora Nolan se ha alterado mucho. Dice que ha oído al alcalde hablar por teléfono con un hombre llamado Torre. La señora Collini ha dicho que la señora Nolan parecía convencida de que ambos pretendían matar a la señorita Espósito. Como esta mañana usted nos ha encargado la protección de la madre y la tía de la señorita Espósito, he pensado que debería estar enterado de esto. Peter sintió que el vello de la nuca se le ponía de punta.

—Tiene usted mucha razón, Tony. Al parecer, el alcalde está metido en apuros hasta las cejas. Mande recoger a la señora Nolan y tómele declaración. —Calló unos instantes, pensando—. Reténgala ahí. Métala en una de las salas de interrogatorio y no la deje salir.

 —¿A la señora Nolan, jefe?

—Es posible que su vida también corra peligro.

—¿No se tratará, más bien, de que la señora Nolan ha cogido la botella demasiado pronto?

—Ojalá fuera eso. Envíe un agente a casa de Nolan lo antes posible.

—Sí, señor —respondió el sargento—. Er... ¿qué quiere que haga cuando se entere de esto el alcalde?

Tony dijo «cuando» y no «si», porque en un pueblo pequeño no existían los condicionales.

—Contéstele con evasivas. Quíteselo de encima. Haga que parezca que su mujer está bebida y que usted no se cree ni una palabra de lo que ha dicho. No quiero espantarlo hasta que tengamos la declaración de ella.

—De acuerdo, jefe.

—Y no hable de ello por la radio; sólo contacto telefónico. Eso nos permitirá ganar algún tiempo.

Peter desconectó y llamó a Gastón para apremiarlo.

—La declaración de Mercedes Nolan nos proporcionará una base razonable para obtener una orden judicial respecto de esa grabación telefónica, de modo que si tú no las tienes ya, ahora podemos conseguirlas legalmente. Además, nos ha dado un nombre: Torre.

—Siempre es agradable hacerlo legalmente —replicó Gastón secamente.

—Antes sentía curiosidad e inquietud; ahora es diferente.

Ahora que sabía que había un delito por medio, todo debía hacerse siguiendo las normas. No le importaba forzar un poco las reglas, o incluso romperlas abiertamente, cuando se trataba de algo personal, pero ahora la cosa era más que personal. No quería que aquel caso fuera rechazado por el tribunal por culpa de un defecto de forma.

—Veré qué puedo averiguar acerca de Torre. Si tiene aunque sólo sea una multa de tráfico, lo encontraré.


14 comentarios:

  1. aaaaaaaaaa ya subiste!! es temprano ajaja

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    1. gaston y peter estan poniendo todas sus fuerzas en ese caso!! es como que no hay nada mas importante..y eso es lo que me gusta de sus trabajos! salvar a la gente es lo unico que importa, arriesgan su vida por salvar lali, mercedes y cada una mujer, es tambien la venganza de las que ya no estan! me re gusto el capitulo..a peter le puede lali y ella no se hace poner los piè en la cabeza, eso es re bueno! lali descriviò lo que vio pero el hecho de haber visto asesinar alguien en una manera la molesta y le da miedo, hace que no se vea eh..ya no debe faltar mucho para que peter se de cuenta que se aman? no? bueno te mando un beso enorme!te quiero Giulia

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    2. ah tengo una pregunta...hice mi blog, al final me convensiste eh, y queria poner el contador y el chat pero no se cuando tengo todo hecho me dice poner el link en tu blog que hago? alguien sabe?

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  2. Me encanta, moviendo cielo y tierra para q ella este bien! es un amor! Más!!

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  3. Hhaahhaha quiero mas lali no se despega del perro jajajaja q inteligente kika mas mas

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  4. Ayyy es un amor hace todo por ella!! que tierno!! Quiero mas!!!

    besos

    Inês

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  5. HAAAAAAAAAAAAY NO NO NO YO QUIERO MA SNOVELA NO LOPUEDES DEJAS ASI MASSSSSSSSS

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  6. nos dejas siempre en lo mas interesante...que manera de hacernos sufrir...nopuedo mas con esta incertidumbre...menos mal que el jefe lanzani, es mucho jefe jajajay la tienesuper protegida...

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  7. Buenisiiimoooo!!!!! ya todo se va solucionando de a poco!! qe tiernoooo Midass me lo re imagineee!!! ME ENCANTOO EL CAP !! quiero mas novee, necesito saber como sigue estoo!!! por fas!!!! :D <3

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  8. Buen capítulo, hoy!!
    Espero que Mercedes llegue bien, sana y salva!
    Quiero más!
    Lore456

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  9. menos mal que Kika fue inteligente y prudente y hablo con al policia, ahora esperemos que cuando lleguen a por la mujer del alcalde siga viva.....

    espero mas nove Faty, sabes de sobra que me encanta. Muchos besos TQ ♥

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  10. Se va cerrando el círculo.LAli se acuerda muy bien d los rostros ,y describe muy bien a Teo,eso le da credibilidad.Al menos Mercedes hace lo correcto aunque no sabía en quien confiar.Buenísimo k Kika creyó en sus palabra ,al menos x verla tan alterada.

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  11. Que bueno que las cosas estén saliendo a la luz, espero que no pase nada con Lali.
    Masi_ruth

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