PASO RAPIDOOOOOO
CAPITULO 50
No se permite la entrada de perros en edificios
públicos a no ser que sean para uso oficial —le dijo Peter por quinta vez mientras iban de camino
a Huntsville.
Lali miró por
encima del hombro a Midas, que iba dormido sobre su manta en el asiento de
atrás.
—A éste le dejarán entrar, a no ser que quieran
tomarme declaración en el aparcamiento.
Peter discutió
todo el tiempo mientras ella metía los platos de Midas en el coche, junto con
una cierta cantidad de comida y agua. Discutió cuando ella abrochó la correa al
minúsculo cuello del cachorro. Discutió cuando extendió la manta sobre el
asiento de atrás y depositó en ella a Midas, con su patito de trapo y su
juguete para morder. Discutió hasta que ella se acomodó en el asiento del
pasajero y se ajustó el cinturón de seguridad, y entonces él se deslizó detrás
del volante sin decir otra palabra más.
En lo que a Lali
concernía, el tema de Midas estaba cerrado. Una persona capaz de matar a otro
ser humano no dudaría en matar a un perro; ahora Midas estaba a su cuidado, y
no pensaba dejarlo en casa solo, desvalido y sin protección.
—He estado pensando en esa noche —dijo Lali con aire ausente,
contemplando las montañas mientras conducían—. Les vi la cara cuando salían del club, porque les daba de lleno el
brillo del letrero luminoso. Eran dos hombres, y Teo iba entre ellos. El tercer
hombre estaba aguardando en el aparcamiento. Luego llegó un coche que los
iluminó con los faros, y vi las caras de los tres porque miraron hacia él. No
conocía a ninguno de ellos, pero puedo describirlos.
—Tú sólo ten los detalles claros en tu mente y no los
dejes escapar. —Peter le
tocó la mano—. Todo saldrá bien.
—Lo sé. —Lali consiguió sonreír—. Se
lo has prometido a mi madre.
Llegaron al
edificio que albergaba las oficinas de Investigaciones y Patrullas del Sheriff
de Madison County a las nueve y media. Era una construcción de dos plantas, al
estilo de la década de 1960, de ladrillo amarillo en la parte inferior y
cemento en la parte de arriba, con ventanas verticales, largas y estrechas. El
letrero decía Edificio de Investigación Forense. También estaban dentro los
departamentos de ciencias forenses y de seguridad pública.
—Vaya —dijo Lali—. Debería haberme
imaginado que iba a ser aquí.
Peter pareció
desconcertado.
—¿Porqué?
Ella se volvió
y señaló.
—Porque acabas de pasar frente a una tienda de
rosquillas Krispy Kreme.
—Hazme un favor —dijo Peter—. No
se lo menciones a ellos. Se guardó el teléfono móvil en el bolsillo y a
continuación recogió toda la parafernalia de Midas mientras ella sacaba al
cachorro del coche y lo depositaba sobre un pequeño parterre de hierba. El
perrito se agachó obediente, ella lo elogió, y él se puso a hacer cabriolas a
sus pies, corno si supiera que se había portado muy bien. Sin embargo, la correa
no le gustó, y la capturó con la boca. Cada pocos pasos se detenía y forcejeaba
con ella. Por fin Lali lo levantó del suelo y lo llevó recostado contra su
hombro como si fuera un bebé. Contento, el cachorro le lamió la barbilla.
Apenas entraron
en el edificio cuando una funcionaria les dijo: —No pueden entrar aquí con el perro.
Lali
inmediatamente volvió a salir y esperó. Como no deseaba dejarla sola allí
fuera, aunque estaba seguro de que no los habían seguido, Peter le dijo a la
funcionaria:
—Por favor, llame al detective Riera y dígale que está
aquí el jefe Lanzani con la testigo —y salió también a esperar junto a Lali.
El calor del
verano ya se dejaba notar, y la humedad era tan alta que el aire resultaba
pesado y denso. Pero de todos modos Lali levantó el rostro hacia la luz del
sol, como si tuviera necesidad de ella. No dijeron nada, se limitaron a esperar
hasta que salió el detective Riera con una expresión perpleja en su oscuro
semblante.
—La agente Sasnett me ha dicho que han traído al perro... —Se interrumpió bruscamente al ver
que se trataba de un cachorro y su expresión se transformó en una ancha sonrisa—. Eso no es un perro, es una bola de pelo.
Peter le
ofreció la mano.
—Soy Peter Lanzani, jefe de policía de Hillsboro. Le
presento a Lali Espósito, la testigo de la que le hablé. Dondequiera que va
ella, va también la bola de pelo.
El detective
estrechó la mano de Peter, se rascó la cabeza y dijo:
—Enseguida vuelvo.
Cinco minutos
más tarde, una vez despejado el camino, condujo a Peter, a Lali y a Midas a su
despacho.
Midas fue un
ángel, permaneció sentado en las rodillas de Lali mientras ella le contaba
serenamente al detective lo que había visto el sábado por la noche. Sí, estaba
segura de que el hombre que iba en el medio era el que se había presentado la
semana anterior como Teo, y sí, estaba segura de que la fotografía del
periódico correspondía a dicho hombre. Describió la ropa que llevaban puesta,
lo mejor que pudo acordarse: vaqueros, botas y una camisa de color claro al
estilo del oeste. El detective Riera pasó a Peter las fotos de la escena del
crimen sin decir nada. La ropa estaba sucia, ya que el cadáver había sido
enterrado, pero era tal como la había descrito ella. Aquello significaba que Teo
no se había cambiado de ropa desde que Lali lo vio en el aparcamiento del
Buffalo Club, lo cual incrementaba definitivamente las posibilidades de que lo
hubieran matado aquella noche.
—¿Quieres verlas? —le preguntó Peter a Lali.
Ella negó con
la cabeza, y Peter le devolvió las fotos al detective Riera.
En eso, sonó el
teléfono móvil de Peter. Lo sacó del bolsillo, miró el número que aparecía en
la pantalla y dijo:
—Es de la oficina. Voy a hablar fuera.
Salió al
pasillo antes de apretar el botón para atender la llamada.
—Lanzani.
—Jefe, soy Marvin. —Tony Marvin era el sargento de recepción del primer
turno. Parecía nervioso, como si no estuviera seguro de que debiera estar
llamando—. Acaba de llamar Kika Collini
de la biblioteca. Mercedes Nolan, la mujer del alcalde, la ha llamado
preguntando por la señorita Espósito, y cuando Kika le ha dicho que no se
encontraba allí, la señora Nolan se ha alterado mucho. Dice que ha oído al
alcalde hablar por teléfono con un hombre llamado Torre. La señora Collini ha
dicho que la señora Nolan parecía convencida de que ambos pretendían matar a la
señorita Espósito. Como esta mañana usted nos ha encargado la protección de la
madre y la tía de la señorita Espósito, he pensado que debería estar enterado
de esto. Peter sintió que el vello de la nuca se le ponía de punta.
—Tiene usted mucha razón, Tony. Al parecer, el alcalde
está metido en apuros hasta las cejas. Mande recoger a la señora Nolan y tómele
declaración. —Calló unos
instantes, pensando—. Reténgala ahí.
Métala en una de las salas de interrogatorio y no la deje salir.
—¿A la
señora Nolan, jefe?
—Es posible que su vida también corra peligro.
—¿No se tratará, más bien, de que la señora Nolan ha
cogido la botella demasiado pronto?
—Ojalá fuera eso. Envíe un agente a casa de Nolan lo
antes posible.
—Sí, señor —respondió el sargento—. Er... ¿qué quiere que haga cuando se entere de esto el alcalde?
Tony dijo
«cuando» y no «si», porque en un pueblo pequeño no existían los condicionales.
—Contéstele con evasivas. Quíteselo de encima. Haga
que parezca que su mujer está bebida y que usted no se cree ni una palabra de
lo que ha dicho. No quiero espantarlo hasta que tengamos la declaración de
ella.
—De acuerdo, jefe.
—Y no hable de ello por la radio; sólo contacto
telefónico. Eso nos permitirá ganar algún tiempo.
Peter desconectó
y llamó a Gastón para apremiarlo.
—La declaración de Mercedes Nolan nos proporcionará
una base razonable para obtener una orden judicial respecto de esa grabación
telefónica, de modo que si tú no las tienes ya, ahora podemos conseguirlas
legalmente. Además, nos ha dado un nombre: Torre.
—Siempre es agradable hacerlo legalmente —replicó Gastón secamente.
—Antes sentía curiosidad e inquietud; ahora es
diferente.
Ahora que sabía
que había un delito por medio, todo debía hacerse siguiendo las normas. No le importaba
forzar un poco las reglas, o incluso romperlas abiertamente, cuando se trataba
de algo personal, pero ahora la cosa era más que personal. No quería que aquel
caso fuera rechazado por el tribunal por culpa de un defecto de forma.
—Veré qué puedo averiguar acerca de Torre. Si tiene
aunque sólo sea una multa de tráfico, lo encontraré.
aaaaaaaaaa ya subiste!! es temprano ajaja
ResponderEliminargaston y peter estan poniendo todas sus fuerzas en ese caso!! es como que no hay nada mas importante..y eso es lo que me gusta de sus trabajos! salvar a la gente es lo unico que importa, arriesgan su vida por salvar lali, mercedes y cada una mujer, es tambien la venganza de las que ya no estan! me re gusto el capitulo..a peter le puede lali y ella no se hace poner los piè en la cabeza, eso es re bueno! lali descriviò lo que vio pero el hecho de haber visto asesinar alguien en una manera la molesta y le da miedo, hace que no se vea eh..ya no debe faltar mucho para que peter se de cuenta que se aman? no? bueno te mando un beso enorme!te quiero Giulia
Eliminarah tengo una pregunta...hice mi blog, al final me convensiste eh, y queria poner el contador y el chat pero no se cuando tengo todo hecho me dice poner el link en tu blog que hago? alguien sabe?
EliminarMe encanta, moviendo cielo y tierra para q ella este bien! es un amor! Más!!
ResponderEliminarHhaahhaha quiero mas lali no se despega del perro jajajaja q inteligente kika mas mas
ResponderEliminarAyyy es un amor hace todo por ella!! que tierno!! Quiero mas!!!
ResponderEliminarbesos
Inês
HAAAAAAAAAAAAY NO NO NO YO QUIERO MA SNOVELA NO LOPUEDES DEJAS ASI MASSSSSSSSS
ResponderEliminarnos dejas siempre en lo mas interesante...que manera de hacernos sufrir...nopuedo mas con esta incertidumbre...menos mal que el jefe lanzani, es mucho jefe jajajay la tienesuper protegida...
ResponderEliminarBuenisiiimoooo!!!!! ya todo se va solucionando de a poco!! qe tiernoooo Midass me lo re imagineee!!! ME ENCANTOO EL CAP !! quiero mas novee, necesito saber como sigue estoo!!! por fas!!!! :D <3
ResponderEliminarbuenisimo!
ResponderEliminarBuen capítulo, hoy!!
ResponderEliminarEspero que Mercedes llegue bien, sana y salva!
Quiero más!
Lore456
menos mal que Kika fue inteligente y prudente y hablo con al policia, ahora esperemos que cuando lleguen a por la mujer del alcalde siga viva.....
ResponderEliminarespero mas nove Faty, sabes de sobra que me encanta. Muchos besos TQ ♥
Se va cerrando el círculo.LAli se acuerda muy bien d los rostros ,y describe muy bien a Teo,eso le da credibilidad.Al menos Mercedes hace lo correcto aunque no sabía en quien confiar.Buenísimo k Kika creyó en sus palabra ,al menos x verla tan alterada.
ResponderEliminarQue bueno que las cosas estén saliendo a la luz, espero que no pase nada con Lali.
ResponderEliminarMasi_ruth