viernes, 1 de junio de 2012

CAPÍTULO 20


LO PROMETIDO ES DEUDA, NUEVO CAPÍTULO. A PARTIR DE AQUI COMIENZA LALITER Y MUYYY DIVERTIDO...


CAPÍTULO 20
No todo el mundo podía salir una noche a divertirse en un tugurio, bailar hasta estar a punto de derrumbarse en el suelo, iniciar una pelea y estar de vuelta en casa a las nueve de la noche, se dijo Lali a la mañana siguiente. Así que la noche no había sido un éxito indiscutible; la primera parte sí, es más, se había divertido y pensaba repetirlo. Aunque no la parte de la pelea —al menos, tenía la esperanza de que no se repitiera—, pero sí lo de bailar y atraer a los hombres.
Después del servicio religioso, donde soportó la descarada curiosidad de todos los presentes —gente que debería tener algo mejor que hacer que quedarse mirando a otra persona—, tomó un almuerzo rápido y se puso uno de sus nuevos vaqueros con la intención de ir hasta Lassiter Avenue a ver qué progresos había hecho Buck Latham en la tarea de pintar la casa. Ahora que estaba verdaderamente lanzada a emprender una trayectoria nueva, se sentía deseosa de salir sola. Pero en el momento que bajaba del porche con el bolso y las llaves en la mano, vio que un Crown Victoria de color blanco frenaba junto al bordillo, delante de la casa.
Se le cayó el alma a los pies cuando vio al jefe de policía Lanzani desplegar su gran corpachón al salir del asiento del conductor. Le había ocultado a su madre el episodio de la noche anterior, ya que le pareció mejor no contarle que le había aplastado los testículos a un hombre, y sospechó que Lanzani había ido allí para levantar la liebre y leerle la cartilla, como si tuviera derecho a decirle algo, después de que él no se encontraba en el Buffalo Club de manera oficial. Había salido a ligar, igual que ella, pero al menos sus intenciones habían sido honorables.
Lanzani también llevaba puestos unos vaqueros, además de una camiseta negra que se le adhería a sus hombros anchos y oblicuos. Parecía más que nunca un levantador de pesas, pensó Lali con un gesto de desdén, y al recordar con cuanta facilidad, y que con la ayuda de un solo brazo, la había sacado del Buffalo Club la noche anterior, supo que lo había definido con exactitud.
—¿Va a alguna parte? —inquirió Lanzani, de pie en la pequeña acera adornada con flores y alzando la vista hacia ella, que permanecía dentro del porche en la sombra.
—Pues sí —respondió ella secamente. La buena educación exigía que dijera algo así como: «Oh, precisamente iba a echar una carrerita al supermercado un momento, pero eso puede esperar. ¿Por qué no pasa a tomar un café?» Pero limitó su respuesta a aquella escueta frase. Aquel hombre tenía algo que la hacía olvidar su buena educación.
—¿No va a invitarme a entrar? —preguntó él. Sus ojos brillaban de una forma que decía que se sentía más divertido que molesto.
—No.
Señaló el coche con la cabeza.
—Entonces venga a dar un paseo conmigo. No creo que quiera que hablemos aquí fuera, para que se enteren todos los vecinos. A Lali le dio un vuelco el corazón.
—Dios mío, ¿va a llevarme al centro? —Se apresuró a bajar los escalones al tiempo que se le ocurría una idea horrible—. Ese hombre de anoche, no se habrá muerto, ¿verdad? ¡Fue un accidente! Y aunque se haya muerto, no sería un homicidio ¿no?
Lanzani se pasó una mano por la cara, y Lali lo observó con aire suspicaz. Parecía estar ocultando una sonrisa. ¡Por el amor de Dios, aquello no era para reírse!
—Que yo sepa, su novio se encuentra bien; probablemente estará dolorido y caminará un poco raro, pero sigue vivo.
Lali dejó escapar un profundo suspiro.
—Bueno, qué alivio. Entonces, ¿para qué va a llevarme al centro?
El policía repitió el mismo gesto de antes. Aquella vez no le cupo la menor duda: se estaba riendo de ella. ¡Vaya!
Lanzani alargó una mano y la tomó del brazo. Su mano era cálida y demasiado firme, como si estuviera acostumbrado a manejar a maleantes que no querían ir con él.
No me ponga esa cara, señorita Lali —dijo, reprimiendo un resoplido audible—. Sólo es... El centro no tiene precisamente las mismas connotaciones en Hilisboro que en Nueva York.
Bueno, aquello era verdad, teniendo en cuenta que ya estaban prácticamente en el centro, unas pocas manzanas los separaban del departamento de policía y del sector financiero. Aun así, Lanzani podía haberlo dicho de forma más agradable.
Cuando estaba abriendo la puerta del pasajero de su coche y haciendo entrar a Lali, se abrió de nuevo la puerta principal de la casa y apareció Majo.
—¡Jefe Lanzani! ¿Adonde se lleva a Lali?
—Sólo a dar un paseo, señora. Estaremos de vuelta dentro de una hora, se lo prometo.
Majo titubeó, pero enseguida sonrió.
—Se lo pasarán muy bien.
—Sí, señora —respondió el policía en tono grave.
—Oh, genial —murmuró Lali al entrar en el coche—. Ahora mi madre se creerá que nos estamos viendo.
—Podemos regresar y despejar la duda, contarle lo que está pasando en realidad —ofreció Lanzani mientras se separaba del bordillo sin esperar siquiera a que Lali contestara. Aquello resultaba irritante de verdad; naturalmente que no deseaba hacer tal cosa, pero él ya lo sabía incluso antes de hacerle la oferta. Simplemente se estaba haciendo el listillo.
Yo tenía tanto derecho como usted a estar en ese local —dijo Lali, cruzándose de brazos y poniendo cara de ofendida.
—Conforme.
Lali depuso su actitud para mirarlo con sorpresa.
—Entonces, ¿por qué va a interrogarme? Yo no he hecho nada malo. La pelea no fue culpa mía, y desde luego que no tenía la menor intención de aplastarle los testículos a ese hombre.
—Ya lo sé.
Estaba sonriendo otra vez, maldito. Pero ¿qué le hacía tanta gracia?
—Entonces, ¿qué pasa?
—No pasa nada. Y no voy a «interrogarla». La he invitado a dar un paseo; eso es bastante distinto de llevarla a una sala de interrogatorios y machacarla durante horas.
Lali, aliviada, lanzó un profundo resoplido y se relajó contra el asiento, pero al instante se incorporó de nuevo.
—No me ha invitado, me lo ha dicho sin más, de modo que ¿qué otra cosa podía pensar yo? «Vamos a dar un paseo.» Eso es lo que dicen siempre los policías en la televisión, y siempre significa que van a llevarte a la comisaría a abrirte un expediente.
—Pues los guionistas deberían aprenderse algún diálogo más. En aquel momento se le ocurrió otra idea, una abrumadora. Cielo santo, aquel policía no la estaría cortejando, ¿verdad? Los encuentros entre ambos habían sido siempre accidentados, pero la noche anterior le había demostrado cómo había influido su cambio de imagen en la manera en que la trataban los hombres. Se le hizo un nudo en el estómago; no tenía práctica en decirle a un hombre que se largara, que no sentía interés por él. Pero Lanzani no podía sentir interés por ella, ¿no? A lo mejor su imagen no había mejorado tanto como creía.
Bajó rápidamente la visera para mirarse en el espejito, y a continuación volvió a levantarla con la misma rapidez. Oh, Dios mío.
—¿A qué ha venido eso? —preguntó él con curiosidad—. No se ha mirado el tiempo suficiente para comprobar siquiera la pintura de labios.
A Lali se le había olvidado por completo la pintura de labios. De todas formas, le bastó un rápido vistazo para ver que no, que no se había equivocado en lo del cambio de imagen.
—Quería saber si los coches de los policías también tenían espejo —dijo en un impulso—. Parece un poco... marica.
—¿Marica?
Daba la impresión de estar mordiéndose el labio por dentro.
—No es que cuestione su masculinidad —se apresuró a decir Lali. Lo último que deseaba era que él sintiera la necesidad de demostrarle su masculinidad. Había leído que los hombres tendían a tomarse aquellos comentarios como algo personal. Su ego iba siempre unido a su virilidad, o algo así.
Lanzani suspiró.
No se ofenda, señorita Lali, pero seguirle a usted el pensamiento es como intentar atrapar un conejo a la carrera.
Lali no se ofendió, porque se sentía demasiado agradecida de que él no hubiera podido seguirle aquel pensamiento en particular. En lugar de eso, dijo;
—Me gustaría que no me llamase señorita Lali. Suena a... —iba a decir «solterona», pero aquella descripción ponía el dedo en la llaga— ...a antigualla.
Lanzani pareció morderse otra vez el labio.
—Si la redecilla para el pelo le queda bien...
—¡Yo no uso redecilla para el pelo! —gritó Lali, y a continuación se dejó caer contra el respaldo, sorprendida. Ella nunca gritaba. Nunca perdía los nervios. No siempre había sido precisamente cortés con Lanzani, pero tampoco le había gritado. Comenzó a preocuparse;
¿Habría alguna ley que prohibiera gritar a un representante de la ley? Gritarle a él no era lo mismo que gritar a un policía que la paraba a una por exceso de velocidad —si es que alguna vez la hubiera parado alguno, claro—, pero al fin y al cabo Lanzani era el jefe de policía y podría haber sido incluso peor.
—Ha vuelto a perderse en el éter —masculló Lanzani.
—Me estaba preguntando si no habrá una ley que prohiba gritarle a un jefe de policía —reconoció Lali.
—¿Creía que iban a meterla en la cárcel por gritar?

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RITA mueroxksiangeles: MI RITA QUERIDA PRIMERA EN FIRMAR! CAPITULO DEDICADO A TI! TE QUIEROOOO

RUTY_LU: Te contestó CHARI en el capítulo anterior!

GIULA: GRACIAS POR FIRMAR SIEMPRE

LAS QUIERO

FATY****


23 comentarios:

  1. ME ENCANTOOO MUCHO QUIERO MAS ME ENCANTO SIMLEMENTE ME ENCANTO JAJAJA

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  2. JAJAJJAJAAJAJ PARA QUE LA QUIERE PETER ME INTRIGA MUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUCHOOOOO??' LE GUSTO LALI QUIERO MAS CHE

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  3. me encanta como escribes eres una artista pasate por mi blog y dime que te parece mi historia por favor y muero por saber como sigue tu historia

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  4. lo ame!!!!!!!!!!!!!!!!! ahahahhahaa lali esta media loquita XD espero mas! besos desde muy lejos @joslynsolano

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  5. Jajaja esta chica es novelera eh!! en seguida se arma la película!!
    Quiero más!!!
    Lore

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  6. ajajajajajaj me morì como dice cande me muero muerta!! que lindo que ya empeze laliter..fue muy divertido, y claro que majo va a pensar que esta saliendo con el jefe lanzani ajaj te juro que eso de que peter se ria con ella y de ella lo hace mas emocionante! es como si dia a dia y capitulo por capitulo vaya creciendo lo que de una manera o otra los une..que sea una locura, un indagin, un amor..siempre hay algo que los une! para lali eso de que el parezca marica.. vamos lali marica el? ah no me olvidava que no se tenia que ofender porque no es referido a su masculinidad ajajajaj dios! cada vez rio mas con ellos dos..me hacen bien..los adoro ya! es como si esta nove tuviera algo que atrape por su misterio diria,mmm aca hay laliteeeeeeeer!! ajajaj bueno te mando un abrazo gigante y no me tenes que agradecer el firmar, porque lo hago con placer, me siento bien conmigo misma porque se que lea lo que lea es una manera de comunicarme con vos y decirte, aunque no te conozca (te tome confianza eh ajaj), lo que pienso..encontraste en mi una adicta a tu nove y a las firmas ajajja buenooo que decir mas? mas noveeeeeeeeeeee besos! Giulia

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    1. podes creer que puse bien 8 minutos por escrivir todo 3 veces?! ajjaja se me borrava! mas noveeeeeeeee ah desde ahora podes considerarme lectora fiel eh! aunque lo era ya antes! besos!Giulia

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  7. ++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

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  8. jajaja si todos los momentos Laliter van a ser asi, me morire de risa! jajaja
    Pobre Lali pensaba que la queria llevar a la comisaria! jajajaja
    Peter, por ahora, es todo un misterio, no lo entiendo!
    Espero el proximo
    Besos
    Giada

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  9. Me he reído demasiado con el cap y Lali toda miedosa jaja:), Peter si que la ha estado observando.
    Ruthy_lu

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  10. Chari, mi baby tiene 2 años y 3 meses, es una loquita pero la Amo, por el momento no trabajo y paso tiempo con ella, ya que cuando trabajo la cuida su nana(ella la adora)y es difícil porque quieres llegar a casa a verla.
    Ruthy_lu

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    1. D lo mas dulce 2 añitos,k habla y corren k se las pelan.¿Como se llama?.

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    2. Se llama Massiel y es preciosa será que soy la mami jaja:)

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  11. Esta lali es única, piensa demasiado las cosas, se tiene q dejar llevar un poco, me encanta q peter intente entenderla pero no puede je! Más nove!

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  12. No tengo fuerzas ni para comentar,jajajajajaja,me la pase riendo, y aún lo hago.Peter k va a invitarla ,y ella k confunde todo lo k el le dice.Encima Peter no se puede reprimir, y sonríe.Lali a la defensiva,jajaja.

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  13. Tanto tiempo en la biblioteca ,k está un poco acartonada.Peter va a tener k enseñarla a vivir.

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  14. Todo la llevaba a la inspección.
    Esto esta cogiendo color, esta buenisima

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  15. Me encanta...
    Y mira Faty, de resacon y lo primero que hago es leerte, como siempre.
    Yo tambien te quiero, y gracias por dedicarme el capitulon...me ha encantado porque ademas es el comienzo de Laliter...

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  16. jajajaajaj esta un toquecin paranoica no?!

    Me encanta Fatu! besos!!!!

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