lunes, 26 de septiembre de 2011

A PESAR DE TODO: HASTA LLEGAR A LA FELICIDAD


Mientras en el otro extremo de la ciudad…

-          ¿Qué pasó? –se escuchó desde el otro lado del teléfono-
-          Trabajo completado –respondí satisfactoriamente, tras haber cumplido mi cometido-
-          Sabés donde es el lugar ¿no?
-          Por supuesto, lo conozco de memoria
-          Me parece perfecto, sabés el tipo de trato que quiero que haya.
-          No se preocupe, tenemos contratado el mejor personal y usted lo sabe.
-          Perfecto, en unas semanas estaré con ustedes, hasta entonces…-no le deje terminar-
-          Está en buenas manos señor…
-          Si pasa algo… aunque sea un simple rasguño vos caés y yo también, ¿estamos?
-          No se preocupe, esta todo controlado, no va a pasar nada.
-          Así me gusta, ahora andá a hacer tu laburo, Máximo.
-          Hasta pronto señor –corté el teléfono y me subí al auto, otro laburo que me iba a dar mucha plata, pero en este laburo había algo que no me gustaba, no era la primera vez que hacía este tipo de trabajo pero en todos supe el porqué lo hacía, en este simplemente lo hice por la inmensa suma de dinero que me ofrecían y lo único que pensaba era que esa plata me iba a servir para pagar la clínica que me operaria de la maldita enfermedad sin cura, el cáncer, y también me sobraría para largarme de esta mierda. El jefe lo sabía y me había sobornado con eso-

En el auto solo reinaba el silencio a pesar de estar lleno, el conductor, un gorila de dos metros y atrás tres personas más. En media hora más llegamos a la casa donde pasaríamos varias semanas realizando el laburo.
Se notaba que era gente de plata, porque era un lugar lujoso, enorme, alejado un poco de la ciudad, pero lo suficiente para poder viajar todos los días. La casa, típica mansión, que a pesar de opinar que no era el lugar adecuado, los de arriba decían que era el lugar perfecto, estaba rodeada de un inmenso jardín, verjas electrificadas y seguridad por todos los rincones, todos de mi equipo. En cuanto al interior, varias salas, algunas desocupadas y muy pocas con muebles. El salón-comedor estaba amueblado con muebles muy viejos, pero finos y tres de la decena de cuartos decorado muy sencillos, cama, mesita de noche y placard.

-          Vos subí a la habitación central hermanita y ya sabés lo que tenés que hacer –le dije a mi hermana melliza-
-          Ya sé Max, no me gusta que me des ordenes siempre –me acerque a ella con una sonrisa tranquilizadora, porque sabía que estaba muy nerviosa por la situación- te quiero Pau! –le di un beso en su frente-
-          Yo también hermano –me abrazo y me dijo al oído- ¿estaremos haciendo bien? –yo asentí, intentando tranquilizarla y dándole señas de que todo iba a estar bien, aunque ni yo me la creía-
-          Subí ya y enciérrate en el cuarto –subió las inmensas escaleras y la vi desaparecer, acompañada por el gorila y las dos personas que nos habían acompañado en el viaje-

Hice la ronda por todos los alrededores dándole instrucciones a mi equipo y por ultimo subí al cuarto donde estaba mi hermana, entré con el juego de llaves que me pertenecía y la encontré tumbada en esa mecedora, tambaleándose de adelante hacia atrás, como cuan nena pequeña.
-          ¿Qué paso Paula? ¿te sentís bien?
-          Ajam… es que… no se… siento que esto no está bien… si lo hago es por vos lo sabés ¿no?
-          Si, y yo te lo agradeceré siempre, solo serán unas semanas, hasta que consigan lo que quieren.
-          Ya se… espero poder aguantar todas las exigencias y taradeces del estúpido de Charlie –me dijo con deje de asco es su rostro-
-          Pues bien que ese estúpido te gustaba ¡eh! –le dije en tono de burla intentando calmar la situación-
-          No sé como me pude fijar en él te juro, cada vez que lo veo me repugna…
-          Ya sé, pero serán solo unas semanas, no creo que consiga escapar de la cárcel.
-          Ojalá que no lo consiga porque este trabajo es una atrocidad, no sabés el remordimiento de conciencia que tengo –me decía triste, odiaba que ella estuviera metida en esto, pero era mi vida y por consiguiente la suya. Estaba amenazado, esa era la verdad, el idiota ex de mi hermana, Charlie, me amenazaba con ella y ya no era solo la plata que me ofrecía para mi enfermedad sino que lo hacía para tener a mi hermana conmigo, sana y salva-
-          Tranquila, vos hacé bien tu trabajo y no pensés en los demás, centráte en lo que debes hacer, solo eso –me volvió a abrazar, se levanto y fue a hacer lo que le mandé, su trabajo, yo mientras me dedique a vigilar el cuarto para que desde afuera no supieran lo que pasaba dentro-

CONTINUARA…


YA TIENEN EL COMIENZO DE LA SEGUNDA TEMPORADA, NO ME MATEIS CHICAS!!! TODO LLEGA, EL MIERCOLES OS ENTERAREIS DE TODO, LO PROMETO. ESTA TEMPORADA SE VIENE MUY FUERTE!!! OJALA LES GUSTE!!! FIRMEN MUCHO POR ACÁ O POR FOTOLOG http://www.fotolog.com/fanovelitas_arg LLEGO LA SEGUNDA TEMPORADA CHICAS!!!!!!!!

LA SEGUNDA TEMPORADA SE LLAMA "A PESAR DE TODO: HASTA LLEGAR A LA FELICIDAD" 

DIGANME QUE ES LO QUE PIENSAN QUE PASARA!! SOLO TARDAN UN PAR DE MINUTOS EN FIRMAR! POR FAVOR FIRMEN

LAS QUIEROOOO

FATY***

Capitulos XXXIX, XL, XLI & XLII de "A pesar de todo"


CAPITULO XXXIX: TACTICA INFALIBLE

-          Tampoco fue tan mal ¿no? –le pregunte mirando a mi izquierda que era donde él se encontraba-
-          Cuando llegue tu viejo me corta las… -le tape la boca corriendo y con mi mano en la boca continuo hablando- no lo iba a decir –yo reí y me recosté en su hombro, recibí un lindo beso en la cabeza-
-          No te preocupes mi amor, ha sido la primera impresión. Hay donde ves a mi padre, alto, rudo y madero (policía) es un tiernito, en un par de días se le pasa. Tranquilo bebe –le di un beso en su hombro-
-          No se gorda… ¡deje a su nena embarazada viste! ¡Es mi ruina! ¡Tu viejo me odia! –yo reía, ante tal preocupación, pero sabía que el muy tonto lo pensaba de verdad-
-          ¡Ya está amor! ¡No lo pienses más!... y digo ¿no? –me incorpore un poco hasta alcanzar su cuello- nosotros planeamos algo para esta noche… -le empecé a dar besos en el cuello pero él se separo bruscamente- ¡ei! ¿Qué pasa? –incrédula-
-          ¡NOO! ¡Vos definitivamente querés dejar al garbancito huérfano! –su cara estaba completamente desencajada-
-          ¡Aii! ¡Tonto! ¡No digas eso! –me toque la panza- ¡garbancito tu no escuches a tu papá! Además ¿Por qué no quieres? ¡Si esta mañana estabas a full! –la verdad era que yo tenía muchas ganas de estar con él, las relaciones sexuales en un momento son necesarias y en ese momento yo estaba muy necesitada…xD-
-          Lali, ¿vos te crees que como me ha mirado tu viejo estoy dispuesto a hacer nada yo? Yo sé… yo se que él se va a oler que vos y yo nos hemos acostado otra vez, se le ve en la cara que es muy intuitivo… -su cara era un poema, con sus ojos abierto, haciendo señas con las manos. Les juro que me reí mucho no podía parar- no entiendo esa risa –yo continuaba riéndome – ¿podés parar y decirme de que te reís?
-          Gordo! ¿Tú te estás escuchando? Si lo hacemos no pasa nada… total ya estoy embarazada, no me puedo quedar otra vez –le dije obvia y partiéndome de risa-
-          ¡A! ¿sos muy graciosa no? –el continuaba con sus paranoias- seguro que estamos ahí…y se me viene a la cabeza la imagen de tu viejo – cada vez me tentaba mas, pero lo disimulaba y como sabia que él iba a continuar con sus delirios utilice mi mejor arma. Lo conocía y estaba segura que iba a volver solo. ¿Cuál es esa arma no? EL ENOJO. Me quede bastante seria y hablé-
-          ¿no quieres? –el no me contesto solo me miraba- ¡OK! ¡PERFECTO! –me dirigí del living que era donde nos encontrábamos hasta la cocina. Comí chocolate, que últimamente era una adicción. Me dirigí a mi cuarto ante la atenta mirada de él, ya que tenía que volver a pasar por el living. Hice todas las cosas que se hacen antes de irse a dormir y me fui a la cama. No pasaron más de cinco minutos, cuando siento a alguien tumbado a mi lado y una mano rodeando mi cintura. Su respiración cerca de mi oído y su cuerpo caliente pegado al mío, sin remera. Sintiendo su piel…-
-          Mi amor… -me susurraba al oído- ¿me perdonás? –ahora sí, lo tengo doblegado jeje! Yo seguía “enfadada” y me hacia la dormida- dale La… sé que no estás dormida, es técnicamente imposible, hace cinco minutos te acostaste –el malo me daba besos en el cuello me conocía y sabia que así me aflojaba- Dale bebe –me di vuelta para enfrentarlo-
-          Ahora yo soy la que no quiere Peter –dije simulando estar muy muy muy enfadada-
-          ¿Segura? –ahora bajaba a mi hombro desnudo por mi pijama de verano, esos escalofríos que me daba-
-          Si… -intentaba mantener la compostura ante ese placer. El dejo de besarme y yo me quede en un estado lamentable… pensé que iba a continuar hasta que aflojara yo por completo pero no fue así-
-          OK! –se dio vuelta prendió la luz y lo pude ver en bóxer…me mato… quito las sabanas finas que me tapaban, subió la remera de mi pijama y me volvió a mirar, yo no sabía qué locura se le había ocurrido- ¿vos no querés no? –yo no me conteste- yo le voy a dar las buenas noches a mi bebito o bebita –yo sonreí al instante y el igual. Definitivamente es la persona que más amo en la vida, aparte de esa personita que crecía en mi vientre. El se posicionó a la altura de mi panza y comenzó su charla con un besito en ella, que hizo que mi piel se erizara- garbancito… ¿Cómo andamos por ahí? –obviamente no espero respuesta- ¿sabes qué? Tu mamá se enfado hoy, es muy enojona ¿sabés? –hay le di un golpe en la cabeza despacito y me miro- ¡auch! ¡No te metás que estoy hablando con mi hijo!
-          Es mío también ¡eh! –y le saque la lengua como cuan niña chica, cosa que él me respondió. Después de ese gesto volvió a mi panza-
-          Bebe tu mamá es enojona y violenta… -me miro y lo mire mal- pero ¿sabes qué? ¡me vuelve loco! Es la mujer más buena, linda y perfecta que conocí en la vida –se le olvido chamullarme…jaja- me volvió loco desde el primer día en que chocamos nuestros autos. Tu mama es el amor de mi vida ¿sabes? –yo moría de amor- y es la mujer que me dio la alegría más grande de mi vida…vos –para ese momento estaba con mis lagrimas a flor de piel, el se despidió de su bebito- bueno garbancito, ahora sí, a dormir. Me voy a encargar de que tu vieja cambie todas esas lágrimas por una sonrisa. ¡Te amo hijo! –dio un beso en mi panza, puso mi remera en su sitio y volvió a enfrentarme- a vos también TE AMO, de apoco de acerco a mí y juntamos nuestros labios como hacía bastante rato que no lo hacíamos. Ese beso unido con mis pocas lagrimas que llevaban a una nueva aventura amorosa entre el amor de mi vida y yo-




CAPITULO XL: UNA VEZ MÁS

-          Bebe tu mamá es enojona y violenta… -me miro y lo mire mal- pero ¿sabes qué? ¡me vuelve loco! Es la mujer más buena, linda y perfecta que conocí en la vida –se le olvido chamullarme…jaja- me volvió loco desde el primer día en que chocamos nuestros autos. Tu mama es el amor de mi vida ¿sabes? –yo moría de amor- y es la mujer que me dio la alegría más grande de mi vida…vos –para ese momento estaba con mis lagrimas a flor de piel, el se despidió de su bebito- bueno garbancito, ahora sí, a dormir. Me voy a encargar de que tu vieja cambie todas esas lágrimas por una sonrisa. ¡Te amo hijo! –dio un beso en mi panza, puso mi remera en su sitio y volvió a enfrentarme- a vos también TE AMO, de apoco de acerco a mí y juntamos nuestros labios como hacía bastante rato que no lo hacíamos. Ese beso unido con mis pocas lagrimas que llevaban a una nueva aventura amorosa entre el amor de mi vida y yo-

Como era de esperar, ese beso iba a acabar una vez más con nosotros dos haciendo el amor. Pero no como otras veces, tenía un toque de cuidado por mi situación. Puedo jurar que nunca me imagine a Peter así. Si bien es cierto, que siempre fue un tiernito. Pero al principio de nuestra relación siempre estaba con las indirectas, con las cosas zarpadas y ahora esta mas que cariñoso y amoroso conmigo y con su panza como dice él.

Continuábamos besándonos, teníamos bastantes ganas acumuladas, pero el cuidado que estaba teniendo conmigo era inmenso. Con su mano acaricio mi contorno, hasta llegar al extremo de mi remera de pijama que subió despacio, volviendo a acariciar mi panza y subiendo hasta mis pechos, que estaban desprotegidos. Sentir su mano en mi pecho hizo que me estremeciera. Nos incorporamos para poder sacar mi remera. El me contemplo por unos segundos la mitad de mi cuerpo estaba al desnudo y por un momento sentí vergüenza y baje un poco mi cabeza. El tocando mi barbilla me hizo que lo mirara.

-          Sos hermosa, TE AMO
-          TE AMO –le susurre-

Volvió a mi boca haciendo un beso perfecto, lenguas desbordadas, movimientos de labios y cabezas más que coordinados. Volvió a acariciar mis pechos, mis pezones…haciendo que queden duros. Bajo a mi cuello y poco a poco a mis pechos, que los devoró con succiones, tocamientos, lengüeteo. Volvió a mi panza, que creo que ahora era su lugar favorito. La beso con delicadeza, por la parte donde están asentados los bebes. Llego hasta el extremos de mi short de pijama que lo saco sin más, llevándose con él mi prenda inferior. Me quede desnuda. En ese momento experimente algo nuevo por mis zonas inferiores. El estaba allí, muy entretenido…provocándome un placer inigualable. Nunca habíamos hecho una previa así, me hizo llegar a ese punto máximo con solo su boca en mis partes bajas.

Cuando acabo esa acción tan increíble, lo tenía otra vez frente a mí. Con una sonrisa gigante que rápido me contagio.

-          ¿Te gusto? –con mi respiración aun agitada sonreí-
-          Me fascinó –el me volvió a besar- ahora prepárate tú –le dije muy lanzada, el sonrió y me volvió a besar desesperado-

Quede encima de él, en un koala tumbados, el sentía todo de mi, aunque aun nos quedaba el impedimento de su bóxer, que debido a su reacción ante ese placer que me había otorgado antes había quedado pequeño y su amigo estallaba por salir de su bóxer.
Hice lo mismo que el, besando todo su torso trabajado, hasta llegar al extremo del bóxer, que quite sin ningún pudor, teniendo cerca su amigo muy levantado, a medida que le iba bajando esos bóxer, le daba pequeños besitos en su amigo. Él no se imaginaba que yo me iba a animar, pero lo único que pensaba en ese momento era hacerlo disfrutar tanto como él lo había hecho conmigo. Tras sacarle su bóxer, volví a su parte baja, hice lo que tenía que hacer, Peter gemía, disfrutaba de ese place que le estaba dando yo. Me decía entre gemidos que me amaba, que soy la mejor y todas esas cosas que dicen los hombres cuando están calientes jaja! Hubo momentos que sus palabras me hacían reír pero no quería que él se diera cuenta. No quería cortarle el rollo. Antes de continuar con esa acción y que el llegara a su clímax volví a su boca y ahora le pregunte yo.

-          ¿Te gustó? –le pregunté lo mismo que él me había preguntado antes, le sonreía picara y él me hizo su sonrisa entre respiración entrecortada. Me comió la boca-
-          ¡Sos increíble bebé! –le sonreí y entre besos y situaciones divertidas, risas sin sentido nos pusimos otra vez agitados-

Otra vez su cuerpo estaba arriba mío, besándonos muy agitadamente. Completamente desnudos. Nos tocábamos y besábamos por cada rincón del cuerpo del otro. Su miembro a las puertas del mío, amenazando con entrar. Nuestros cuerpos no daban para mas, mi parte intima estaba más que preparada para recibirlo y la suya idem, nuestros cuerpos necesitaban sentirse unidos una vez más. Esta vez no usábamos ningún tipo de protección, como en otras ocasiones. Antes de unirnos el paro el beso y me pregunto muy preocupado.

-          Mi amor, segura que podemos hacerlo y no le hará daño al bebé ¿no? –ante esa preocupación solo me salió darle un beso en toda regla-
-          No mi amor, no pasa nada. Te lo prometo. Pero… -estaba un poco avergonzada ante lo que le iba a decir- …cuídame bebe… -él volvió a besarme-
-          Siempre te voy a cuidar bebe… a pesar de todo lo que pase, siempre te voy a proteger y más en este momento. TE AMO.
-          TE AMO –dije sobre su boca-

Su cuerpo se posicionó correctamente, su pene se introducía lentamente en mí, provocándome esa sensación que había experimentado en la locura que hicimos en el aeropuerto. Ese orgasmo con solo penetrarme. La sensación más increíble de mi vida. Yo gemí, como era lógico, me estaba dando placer. El me miro sobresaltado.

-          ¿Te hice algo malo? ¡Me salgo! –pregunto exaltado, yo lo aferre a mi-
-          Volví a sentir lo mismo que en el aeropuerto –pude decirle entrecortada-
-          ¿Continuo no? –pregunto canchero, yo reí-
-          ¿Tú qué crees? –estábamos en una mezcla de románticos y lujuriosos. Otro beso se formo en nosotros-

Sus movimientos lentos, su piel rozándome haciendo que me ponga nerviosa y mis latidos se descontrolasen. Me estaba cuidando y eso me hacia estremecerme. Esta vez todo el trabajo lo hizo él, nunca cambiamos de posición, lo movimientos eran decididos, despacio, pegándonos mucho. Después de un buen tiempo en esa situación, los movimientos los hizo un poco más rápido pero siempre cuidándome. Ese clímax amenazaba con llegar, haciendo que nuestros gemidos se descontrolen y ponernos aun más agitados. Ese clímax llego, de la manera más increíble, sentir como se vaciaba en mí al igual que yo. Esa sensación otra vez increíble que no sentíamos desde hacía más de un mes. Espasmos por parte de ambos. Respiraciones reguladas, sonrisas plasmadas, miradas brillosas y el último beso que se formaba entre nosotros después de ese acto.


CAPITULO XLI: CHOCOLATADA CON CHOCOLATE

Sus movimientos lentos, su piel rozándome haciendo que me ponga nerviosa y mis latidos se descontrolasen. Me estaba cuidando y eso me hacia estremecerme. Esta vez todo el trabajo lo hizo él, nunca cambiamos de posición, lo movimientos eran decididos, despacio, pegándonos mucho. Después de un buen tiempo en esa situación, los movimientos los hizo un poco más rápido pero siempre cuidándome. Ese clímax amenazaba con llegar, haciendo que nuestros gemidos se descontrolen y ponernos aun más agitados. Ese clímax llego, de la manera más increíble, sentir como se vaciaba en mí al igual que yo. Esa sensación otra vez increíble que no sentíamos desde hacía más de un mes. Espasmos por parte de ambos. Respiraciones reguladas, sonrisas plasmadas, miradas brillosas y el último beso que se formaba entre nosotros después de ese acto.

Ambos recostados dándonos besos largos pero tranquilos, su brazo reposaba por detrás de mí, pegándome a él. Una de mis manos la tenia puesta en su torso que lo acariciaba hacía atrás, para tocar su espalda. Otra vez las sonrisas plasmadas en nuestros rostros, haciendo escenas divertidas en la cama, un mordisquito en mi labio por parte de él, un besito en su nariz, un rasguño en su lunar, besitos en mi oreja, cachete… momentos íntimos, perfectos tras hacer el amor, con su toque caliente.

-          Fue increíble hoy ¿no? –me pregunto mientras me daba esos mordisquitos en mi labio inferior que tanto me gustaban-
-          Si… hicimos cosas nuevas… ¡me muero de vergüenza te juro! –le dije apenada por lo que había ocurrido- no quiero que pienses que yo soy un… -me silencio con un beso-
-          ¡No pienso eso tontita! Además lo que vos y yo hagamos en la cama es nuestro, nadie se va a enterar. Y lo que se busca en estas situaciones es el placer propio y el darle placer al otro. Amor si hacemos cosas distintas o no en la cama es nuestro problema ¿¡dale!?  Yo soy tu gatito y tu mi gatita… agggg –hizo el sonido de un león y canturreo la cancioncita, no pude evitar reírme y volver a darle un beso. Me encantaba cuando era así tan natural y no a veces en las entrevistas y programas de TV que tenía que contenerse muchas cosas que pensaba- ¿se te paso ya la tontera que te agarro?
-          Mmmm ¡siii! TE AMOOOOOOOOOOOOOO GATITO –mi gatito me mordisqueo todo el labio-

Estuvimos un ratito mas así, hasta que me entró hambre y sed. Fui desnuda a la cocina, mientras él me piropeaba e iba detrás de mí, desnudo como yo. Tenía ganas de chocolatada y chocolate, empalagoso a más no poder. El me ayudó a preparar todo entre caricias en mi cola y besitos en mi cuello y nos fuimos al cuarto otra vez. Nos encontrábamos los dos semi recostados en la cama, mientras yo bebía, el comía chocolate, me lo estaba robando.

-          Que rico esta esto ¡por dios!–le dije bebiendo un sorbito de chocolatada-
-          Jaja! Amor disculpá que te diga, pero vos metes las escusas de los antojos para comer chocolate sin remordimiento –me decía entre risas-
-          Jaja! ¡Noo! ¡Qué dices! ¡Es cierto lo de los antojos eh! Y tú me los tienes que cumplir ¿estamos? –le dije quitándole el chocolate de las manos. Él me dio un besito con sabor a ese dulce manjar, que me podía mucho últimamente-
-          ¡Todo lo que vos quieras te cumplo! ¡Si tenés alguna fantasía erótica no dudes en llamarme eh! –levanto su ceja y me guiño un ojo-
-          Va a ser verdad lo que dice Barassi que you are prostitute? –nos reíamos de estupideces-
-          Only your prostitute –se me acercó despacio, canchero como él solo, me dedico una sonrisa compradora y se aproximó para darme un beso muy fogoso, pero otra vez volvíamos a lo cursi-
-          ¡Te amo! –le dije sobre sus labios-
-          ¡Yo a vos hermosa! ¡Sos única mi amor! –el último beso del día, ese día tan agotador, que acabo con ambos abrazados durmiendo desnudos como nos gustaba estar tras hacer el amor-

Dos semanas después…

Pasaron esas dos semanas sin darnos cuenta. Nos encontrábamos en su auto rumbo a Pinamar donde se celebraría la despedida de solteros y la boda de Criss y Nacho.
Viajábamos con Rochi y Pablo. Sin duda el viaje fue un desastre, debido al estado de mi amiga y al mío propio, teníamos que parar cada hora para hacer pis, eso sumado a que Rochi estaba haciendo un embarazo pésimo con vómitos. Yo por suerte me libre de ese síntoma. De vez en cuando me daban algunos mareos pero nunca llegaba a desmayarme y tampoco vomitaba, al contrario me agarraba mucha hambre y últimamente estaba muy fogosa…
Nos encontrábamos parados en las zonas de descansos que hay en las carreteras y Rochi y yo estábamos metidas detrás de unos árboles haciendo nuestra necesidad. Pitt y Pablo se reían de nosotras.

-          Dale gorda que no llegamos mas –me gritaba mi novio, yo salía de detrás de los árboles acomodándome bien el vestido-
-          ¡Mi amor es que no me entiendes! ¡No puedo remediarlo! ¡me hago pis encima! –le decía mientras llegaba a él-
-          ¡Ya se gordita! –me dio un piquito y toco mi panza, que aun estaba plana-  ¿garbancito, nos deja usted y su primito o primita llegar a Pinamar? –me mataba de ternura cada vez que le hablaba a su panza, todos los días el tiempo que estaba conmigo tenía que hablarle a nuestro chiquito o chiquita, aun era muy pronto para saber el sexo. A raíz de ese hermoso gesto le di un leve apretujón de labios. Un minuto después apareció Rochi, completamente pálida-
-          ¡Amiga que mala cara tienes! –intentaba ponerle un poco de onda a su situación, pero no lo conseguí-
-          ¡Ni me digas boluda! Que mal viaje estoy haciendo –Pablo que estaba baboso con su chica y su bebe, le abrazo y le dio un besito en su frente. Después le hizo tomar unas pastillas para los vómitos, que a pesar de estar embarazada era lo único que nosotras podíamos tomar. Volvimos a subir al auto, haber si podíamos llegar de una vez a Pinamar-

CAPITULO XLII: DUDAS

-          ¡Amiga que mala cara tienes! –intentaba ponerle un poco de onda a su situación, pero no lo conseguí-
-          ¡Ni me digas boluda! Que mal viaje estoy haciendo –Pablo que estaba baboso con su chica y su bebe, le abrazo y le dio un besito en su frente. Después le hizo tomar unas pastillas para los vómitos, que a pesar de estar embarazada era lo único que nosotras podíamos tomar. Volvimos a subir al auto, haber si podíamos llegar de una vez a Pinamar-

Tras cinco horas interminables, entre paradas e inconvenientes por parte de nosotras llegamos a Pinamar. Todo el grupo de amigos que normalmente nos juntábamos nos hospedaríamos en la casa de los papas de Nacho. Era una casa de campo, los papas de mi amigo se quedarían en la ciudad, para ultimar detalles de la boda y no tener que estar tanto tiempo en la carretera.

La casa era grande, decorada muy rustica, tenia piscina, un hermoso jardín y un lago detrás de ella, que atravesándolo te daba a un pequeño bosque. Pasaríamos en ese lugar unas mini vacaciones, con sol, playa y amigos. ¿Qué más se puede pedir?

Al llegar al lugar, el resto de mis amigos habían llegado. Los últimos fuimos nosotros, Rochi y yo bajamos del coche disparadas a los baños, sin saludar a los demás. Mientras los bombones que tenemos como novios descargaban todo y mis queridísimos amigos se reían ante nuestra situación. Salimos las dos a la misma vez del baño y parecía que mi amiguilla tenia mejor semblante, parece que la pastillita y el cambio de clima le habían hecho bien. Bajamos esas escaleras de mármol hasta llegar al living donde todos se encontraban.
Habían rifado las habitaciones y parecía que la suerte estaba de nuestro lado, ya que a Peter y a mí nos tocó una de matrimonio. Cada parejita fue a sus respectivos dormitorios a ordenar la maleta, es decir, Cris y Nacho en su dormitorio, Rochi y Poli, frente al nuestro. Ricardo y Belén, eran los que estaban más alejados,  Agus y Lorena (¡sí! La que se chapó a mi Peter, Agus y ella se pusieron de novios. La verdad que la mina no era un gato, era buena gente, aunque yo tenía mis parabólicas puestas. No quería llevarme una sorpresita…) Sebas, pobrecito mío estaba solito, aunque nos dijo que para la boda tenía acompañante, yo feliz por él y por ultimo Peter y yo en nuestro cuarto, con baño propio. Parecía esa casa un hotel.
Ambos en nuestro cuarto, lo primero que hicimos fue sacar la ropa que íbamos a ponernos en la boda, para que no se arrugara. Mientras comenzaba a deshacer las maletas el me agarro de la cintura, se encontraba por detrás mío.

-          Bebé, te diste cuenta que están son las primeras vacaciones que vamos a pasar en familia –gire de lo tierno que era mi hermoso argentino-
-          ¿Eres feliz mi amor? –últimamente pensaba esas preguntas, sabía que estaba feliz por la noticia del embarazo, pero no sé si era feliz conmigo-
-          ¿Qué preguntas son esa gallega? –pregunto extrañado, me di vuelta para enfrentarlo-
-          A veces… a veces pienso que no se… yo no sé si tú me veías como la madre de tus hijos… me pongo a pensar y sé que me cuidas, pero a lo mejor solo lo haces por nuestro hijo… -baje mi mirada- ¡soy una estúpida! –me dije a mi misma, el levanto mi rostro-
-          Mi amor, ¿no te demuestro que te amo? ¿dudas de lo que siento por vos? – yo lo mire con mis ojos cristalinos- cuando te beso, te acaricio, te hago el amor… no lo hago por nuestro hijo. Cuando digo que te amo, es porque de verdad lo siento, no por un cumplido hacia vos. –yo seguía con mis ojos aguados y un puchero notorio en mi rostro- y si es cierto que la noticia de ser padre fue choqueante al principio, pero yo siempre te vi a vos en un futuro conmigo, juntos, amándonos… -las lagrimas salían y el las cortaba antes de llegar a mi pómulo- no pienses mas eso mi vida. Yo soy feliz y sos vos la que me da felicidad, vos y ese garbancito que tenés en tu panza –como siempre, me saco una sonrisa, entre sollozos pude decirle-
-          TE AMO TANTO… no quiero perderte nunca –Él me abrazo-
-          Nunca me vas a perder –me susurro al oído- TE AMO MI VIDA

Ese beso que merecía la ocasión se formaba en nosotros, un beso tranquilo, pausado, las lenguas se recorrían las bocas despacio. Al cabo de un par de minutos el beso como era de esperar se hizo más fogoso. Yo últimamente tenía ganas siempre, mis hormonas estaban revolucionadas y él… es hombre… por tanto siempre está dispuesto a satisfacerme. Un beso mas fogoso, una mordida en su labio y él ya sabía dónde iba a acabar esa pequeña charla. Poco a poco caminábamos hacia la cama, íbamos a estrenar nuestro nuevo nidito de amor. Se acabo lo tierno y fui yo la primera en meter mano, por dentro de su camiseta, tocando ese torso que cada día estaba más trabajado ¡me quería matar este hombre! Saqué esa remera con un poco de desesperación y volví a su boca. El toqueteo por su parte había comenzado ¡y bien fuerte! Acariciando mi cola, con ese vestidito playero que llevaba, subió el vestido quedándome en ropa interior.
 Mi cola y mis pechos exuberantes que tenia por mi embarazo, estaban acostumbrados a ser tocados por él. Desesperadamente le saque el short de deporte que llevaba y el muy guacho ¡iba sin bóxer! Lo mire picara y le sonreí cosa que respondió, toque suavemente ese miembro que en minutos me iba a dar tanto placer… provocándole a él, que su respiración se agite y que me devore la boca, tirándome suavemente a la cama.
Un par de minutos más, donde me desprendió mi corpiño y atrapó mis pechos, con cuidado, porque la verdad me dolían mucho. Me hizo gozar con sus besos. Por último se encargo de sacar esa última prenda y se posicionó frente a mí. Aunque moría de ganas por volver a estar juntos, empecé un pequeño jueguito. Lo primero que hice fue cerrar mis piernas… sonreírle picara, y besar su cuello y su tremendo cuerpo. Rozando cada zona erógena que sabía que él no se podía resistir. Comencé tocando su parte inferior, tooodaaa esa parte. Aunque él seguía frente a mí, teníamos adoptada una postura para estar cómodos. Continué con sus pectorales, esos pezones que a pesar de que me prohibía hacerlo yo sabía que le gustaba, continué por su cuello, todo bien mojadito y termine por el lóbulo de su oreja. Lo notaba agitado y eso me encantaba. Mientras yo le comía su oreja el me susurro en el oído…

HOLA, HOLA!! UNA FIRMA Y SUBO MAS! GRACIAS A TODAS LAS QUE SIEMPRE FIRMAN!! RECUERDEN QUE HOY SUBO EL COMIENZO DE LA SEGUNDA TEMPORADA!! BESOOS

FATY***

domingo, 25 de septiembre de 2011

Capitulos XXXV, XXXVI, XXXVII & XXXVIII de "A pesar de todo"



CAPITULO XXXV: ¿QUE HICISTE MARIANA?

-          ¡Hola Peter! –aun no sabía cómo se tomaría él la noticia y yo tampoco sabía que me iba a decir-
-          Hola mi amor –me hizo una leve sonrisa y yo sin darme cuenta también le sonreí, estaba tan lindo…-

Le hice pasar y sentado en mi living comenzamos a hablar…

-          ¿Cómo estuviste estos días? –me pregunto con sus ojitos arrugados-
-          Como pude… ¿tu?
-          Igual… -hubo un corto silencio y continuo hablándome- te veo tan linda –me acaricio el rostro, no pedo negarme a sus caricias-  tenés como una luz especial en tus ojos… ¿te paso algo? –yo sonreí, no era el momento para decirle que iba a ser papá-
-          Muchas gracias Peter, tú en este tiempo que no nos vimos, te veo mucho más lindo…y fuerte… -el rio y me contagio-
-          Gracias… -me hizo su sonrisita compradora y habló- mi amor ya averigüe –me soltó así de la nada, se veía nervioso, yo le hice un gesto con mi cabeza para que continuara hablando-  ¿te acordás hace dos semanas que te llame para decirte que tenía un nuevo proyecto y tenía que hablar con Alba Salazar? –yo asentí, esa mujer era una productora muy buena- cuando nos despedimos nos dimos un beso, en la mejilla, como es normal y luego me dio un abrazo. En ese momento nos hicieron las fotos. Parecía un beso… -yo lo mire muy sorprendida- pero bebe te juro que fue en la mejilla! –yo no conteste…que estúpida fui, él continuo hablando- además mi amor, mirá si voy a tener algo con ella, podría ser mi vieja –la mujer tenía unos cuarenta años, yo a cada minuto me sentía peor por haber desconfiado de él- la prensa hizo cualquier cosa…ya todos saben. Aclare por twitter y ella también. Ya en muchas cadenas se retractaron e inclusive pidieron disculpas a ella, a mí y a vos, por lo del aeropuerto – a mí se me escaparon algunas lagrimas que él se encargo de secar, estaba más sensible que nunca- Bebé la prensa a pesar de que vos no estás metida en este mundo te aman, mis seguidores también. Bebe te juro que lo que te digo es verdad. Créeme por favor mi amor yo… -lo interrumpí-
-          Te creo
-          Amor en serio te digo que fue… -se quedo callado- ¿Qué dijiste? –yo le sonreí-
-          Que te creo –el me sonrió y sus ojos estaban nublados- que te amo y perdóname… -apoyo sus brazos en sus rodillas y con sus manos se tapo la cara, suspiro. Yo me preocupe no sabía que le pasaba- bebe, ¿estás bien? –amague a tocarle el hombro pero él me miró, ambos nos sonreímos y se me tiro encima abrazándome, caímos en el sillón divertidos-
-          Te juro que no viví durante estos dos días, tenía miedo a que no me creyeras, que me dejaras –continuábamos abrazados- tenía miedo a perderte mi amor- se separo de mi y vi en su rostro un par de lagrimas que yo inmediatamente le limpie-
-          No me vas a perder, TE AMO. Perdón por desconfiar de ti mi amor, lo siento –el me interrumpió-
-          No digás eso, yo hubiera hecho lo mismo… TE AMO, TE AMO, TE AMOO!! –grito por ultimo. Reímos y se acerco a mí, para por fin unir nuestro labios, es ese beso de RECONCILIACION que merecía esa ocasión-

Unos minutos más estuvimos así, pero en mi cabeza daba vuelta en cómo decirle a él LA NOTICIA. Tenía que decírselo YA, no podía esperar más tiempo.

-          Gordo… -intentaba parar esa secuencia de besos que me estaba dando- es que… creo que esta va a ser la reconciliación más corta de la historia… -él se separo extrañado-
-          ¿Qué hiciste Mariana? –pregunto dudoso-
-          Emm… -mire para otro lado y luego volví a mirarlo- espera un momento- fui a mi cuarto donde había dejado la bolsita que compré, después volví al living-
-          Me estas asustando ¿Qué pasó?
-          Si…este…bueno es que yo… -no sabía qué hacer, ni que decir-
-          ¡Al grano Mariana! –me dijo ya con un tono enojado-
-          ¡Sí! Toma –le entregue la bolsa-
¿Qué es esto? –mirando la bolsita-




CAPITULO XXXVI: SU BEBE Y SU MUJER

-          Gordo… -intentaba parar esa secuencia de besos que me estaba dando- es que… creo que esta va a ser la reconciliación más corta de la historia… -él se separo extrañado-
-          ¿Qué hiciste Mariana? –pregunto dudoso-
-          Emm… -mire para otro lado y luego volví a mirarlo- espera un momento- fui a mi cuarto donde había dejado la bolsita que compré, después volví al living-
-          Me estas asustando ¿Qué pasó?
-          Si…este…bueno es que yo… -no sabía qué hacer, ni que decir-
-          ¡Al grano Mariana! –me dijo ya con un tono enojado-
-          ¡Sí! Toma –le entregue la bolsa-
-          ¿Qué es esto? –mirando la bolsita-
-          ¡Ábrelo! –así fue como abrió el paquete…era la nueva equipación del equipo de rugby de Peter, ALUMNI, pero en talla de 3 – 6 meses, muy chiquita. El me sonrió-
-          Amor es la nueva equipación de Alumni, pero creo que fallaste en el talle –el rio divertido-
-          No creo que haya fallado… -me miro sin entender, no sabía cómo hacer para que me entendiera, estaba dando muchas vueltas pero no encontraba la mejor manera de decírselo- es para un bebe Peter –le dije obvia-
-          Si… ¿alguna amiga tuya va a ser mama? Porque Cris se casa en unas semanas, Belu… -le interrumpí y se lo dije de una-
-          Yo soy la que va a ser mamá –directa, su cara se transformó- yo voy a ser mamá y tu… tu papá mi amor… -Peter no reaccionaba y yo me puse a llorar-
-          Lo siento Peter… no sé cómo pasó, bueno si sé –le dije entre llantos- creo que fue cuando viajaste a Chile, yo con los nervios del trabajo no me cuide y tú tampoco… y no se –continuaba llorando- sé que es fuerte para asumirlo ya, pero no sé, yo estoy mal, estoy muy asustada, me da miedo toda esta situación…- aun no reaccionaba y yo me volví loca – Y ENCIMA TÚ NO ME DICES NADA –seguía llorando. Consiguió modular palabra-
-          ¿Vamos… a ser papas? –yo solo asentí- yo…yo…
-          Perdona bebé sé que no es un buen momento para ti pero… -me interrumpió-
-          TE AMO –Peter me abrazo. Después de cinco minutos nos separamos y nos miramos- no te preocupes mi amor, yo siempre voy a estar con vos, TE AMO –me beso, pero con mi llanto y mis lagrimas se separó- ¡no llores bebé! –seco mis lagrimas-
-          ¡Lo siento bebé! Te juro que no lo esperaba, es que tu carrera va tan bien que no se… ahora un bebé… -me silenció de un beso-
-          ¡No digás eso! Mi carrera va a seguir igual y la tuya también ¡OK! –agarraba mi rostro-
-          ¿Qué me quieres decir? ¿Qué aborte? ¡ESTAS LOCO PETER! ¡ES TU HIJO! –me volvió a silenciar de un beso-
-          ¡Nunca dije eso! Ese bebe que llevas a dentro, va a nacer y va a tener a los papas mas cuidas que puedas imaginar- TE AMO –me sonrió- ¡LOS AMO! –mi cara cambio y una sonrisa se dibujó en mi rostro-
-          TE AMO –seguía sollozando- ¿te pone feliz? –entre llantos pude hacerle esa pregunta- solo me asintió y nos volvimos a besar-

Estuvimos un ratito mas así, el intentaba contenerme y hacer que no llore diciéndome cosas lindas, pero era superior a mí, no me podía controlar, además yo veía que éramos tan jóvenes, teníamos 21 y 22 años y un hijo no entraba en nuestros planes.
Tras media hora contándole todo lo que pensaba me quedé dormida en sus piernas, mientras él me acariciaba el pelo.
Creo que estuve muy poquito tiempo dormida, me desperté, pero antes de abrir los ojos lo escuche que él estaba hablando con alguien…bueno en realidad solo… su mano derecha acariciaba mi panza. Simulé estar dormida para escuchar con quien hablaba, me di cuenta que hablaba con su…bebé, con nuestro bebé.

-          No puedo creer…acá en esta pancita un bebé…mío –hablaba en susurros, mientras me acariciaba la barriguita –nunca imagine ser papá ahora… pero estoy… -quedó unos minutos en silencio, que yo me preocupe por saber que le pasaba por la mente- estoy feliz… me siento pleno –dejo de acariciar mi panza y volvió a mi pelo- que hermosa que sos y que feliz me hacés – comencé a abrir mis ojos, aparentando despertarme recién- lo mire y él me sonrió, cosa que yo respondí- ¿estás mejor? –me pregunto el caño que tengo por novio. Yo me incorpore pero él me cogió como si fuera un bebé acunándome, su bebe y su mujer-
-          Si… ¿tu como estas? -Le acaricie esa mejilla rellena de lunares que tanto me podía-
-          ¡FELIZ! –su respuesta me hizo ponerme a mi igual que a él, feliz- estuve pensando en todo y recién me vino a la cabeza una pregunta que me hizo ponerme feliz por la noticia.
-          ¿Qué pregunta mi amor?


CAPITULO XXXVII: ¿CÓMO SERÁ?

-         No puedo creer…acá en esta pancita un bebé…mío –hablaba en susurros, mientras me acariciaba la barriguita –nunca imagine ser papá ahora… pero estoy… -quedó unos minutos en silencio, que yo me preocupe por saber que le pasaba por la mente- estoy feliz… me siento pleno –dejo de acariciar mi panza y volvió a mi pelo- que hermosa que sos y que feliz me hacés – comencé a abrir mis ojos, aparentando despertarme recién- lo mire y él me sonrió, cosa que yo respondí- ¿estás mejor? –me pregunto el caño que tengo por novio. Yo me incorpore pero él me cogió como si fuera un bebé acunándome, su bebe y su mujer-
-          Si… ¿tu como estas? -Le acaricie esa mejilla rellena de lunares que tanto me podía-
-          ¡FELIZ! –su respuesta me hizo ponerme a mi igual que a él, feliz- estuve pensando en todo y recién me vino a la cabeza una pregunta que me hizo ponerme feliz por la noticia.
-          ¿Qué pregunta mi amor?
-          ¿Cómo será? –esa fue su respuesta, yo abrí mis ojos y le module un “jodeme” sonriendo- ¿Qué paso?
-          Cuando mi doctor me dio la noticia de mi… embarazo –ambos sonreímos- al principio me quede paralizada, salí a caminar pensando en miles de cosas sobre el tema y solo conseguí ponerme feliz cuando a mi mente vino esa pregunta ¿Cómo será?
-          ¡Nos conectamos telepáticamente vos y yo! –me sonrió y me dio un besito- seguro es hermoso o hermosa como vos, con esa sonrisa que me vuelve loco, esos ojos grandes y llamativos… -yo sonreí-
-          ¡O como tu mi amor! Con tus lunares y tu nariz chiquitita y sonrisita compradora jeje! Si es un chico ¡las va a volver loca! –el sonrió-Ya quiero que crezca mi panza… ¿tú me vas a querer igual con una panzota grande? –le hice puchero que el beso-
-          Obvio que si, te voy a amar mas todavía y cuando de pataditas… ¿te imaginás?
-          ¡Te amo tanto! –me abrace a él- gracias por apoyarme en esto mi amor-
-          No me des las gracias gorda, ¡me voy a enojar en serio! Esto es algo de los dos y yo estoy feliz con la noticia! ¿Vos no?
-          Ahora que estás conmigo estoy más que feliz –nos volvimos a besar y al separarnos continuo hablando-
-          Bebe… ¿qué te dijo el médico? –me dijo preocupado-
-          Me hice un chequeo general, porque en el aeropuerto…después de pasarme lo de… -el asintió para que yo no recordara eso tan horrible que me paso- me desmayé –acaricio mi rostro y me volvió a abrazar, yo continué con mi relato- y nada Rochi como es tan cuida conmigo me hizo ir al médico. Martin me dijo que estaba bien y que lo único que me pasaba era que estaba embarazada –el sonrió y otro beso se formo entre ambos- después de eso me reto porque estoy de mes y medio y no me di cuenta –puse cara de niña buena para no ganarme un reto de su parte, pero… no lo conseguí-
-          ¿Cómo no te vas a dar cuenta? – ¡sí!... me iba a retar, yo hice un gesto con mis hombros haciéndole saber que de verdad NO ME DI CUENTA- ¿y cuando tenés que volver a ir?
-          Mañana, tengo que ir a la ginecóloga
-          Yo te acompaño –me dijo al instante-
-          Me encantaría que vinieras conmigo mi amor –ahora yo le di un beso en sus cachetes ambos estábamos radiantes de felicidad-

Hablamos un ratito más de todo lo que pasamos en este mes separados, de nuestro garbancito como apodó él. También tocamos el tema de la familia, como se lo tomarían, yo moría de vergüenza por qué pensarían sus padres de mi y el temía a mi papá. Y por ultimo hablamos de la prensa, esa que no nos dejaba vivir como una pareja normal. Se nos venía una buena y teníamos que afrontarlo con la máxima naturalidad posible.

Después de un ratito más juntos, cenamos algo y nos dormimos abrazados, como hacía más de un mes que no lo hacíamos. Creo que ese no era un buen momento para un encuentro romántico entre nosotros, muchas emociones para un día, que acabo con nosotros agotados.

Al día siguiente, mi novio hermoso me despertó con numerosos besitos en la cara y por supuesto bajo a mi panza para darle los buenos días a su garbancito. Les juro que la ternura que derrocha este hombre es increíble. Cada día me enamora más y más. Nos vestimos para ir al lugar. Era muy temprano para no toparnos con la prensa maldita.
Llegamos a la clínica y por suerte mi ginecóloga y amiga personal, Marisa, me atendió rápidamente.  Me hizo algunos análisis, me dio muchísimas recomendaciones, me mando unas pastillas que debería tomar en los primeros meses de embarazo, para que la cabecita de mi bebé se desarrolle sin ningún problema y él se encuentre bien. En unas semanas tendría que volver a ir, para escuchar los latidos del corazón de mi pequeño o pequeña.

Salimos de la clínica y el bombón de mi chico me invito a desayunar. ¡Cómo no! Chicas se paraban para saludarlo a lo que él respondía con una sonrisa. Me encantaba que tuviera tantos seguidores y que lo admiraran por lo que hacía. Estaba más que orgullosa de él. Aunque también me gustaría que hubiera fans de ambos sexos no todo féminas, pero bueno, eso era un detalle.

Por suerte y a pesar de nuestra reciente reconciliación nos tratábamos igual que siempre y el desayuno se basó en risas por parte de ambos.
Estábamos en una terraza que se estaba genial, con el solcito de la mañana, uno al lado del otro y el muy malo me decía cosas bizarras.

-          Gallega… ese vestidito muy cortito para una futura mamá ¿no? –me decía mientras me tocaba la pierna por debajo de la mesa, yo sonreí-
-          Antes de ser mamá soy mujer y todavía no tengo barriguita y puedo lucirme –le cogí su mano por debajo de la mesa y se la quite de mi pierna, el me sonrió chistoso. Después poso su mano en mi panza y hablo mirándola-
-          Bebé, soy papá –me miro a mi- que lindo que suena papá ¿no? –sonreí, mas baboso imposible y aun no había nacido, ni siquiera se notaba, volvió mirando mi panza- ¡garbancito a lo que iba! Lo que le diga a papá a mamá en el oído vos no lo escuchés ¿dale? –yo lo miraba embobada por las estupideces que decía. Se acerco a mi oído y continuo hablando- muero de ganas por estar con vos y encima te me ponés ese vestidito, sumándole a que desde acá mi vista puede imaginarse miles de cosas con ese escote que tenés por el embarazo –yo reía, en el fondo me gustaban esas conversaciones guarronas y era cierto que mis pechos habían crecido desmedidamente. Pero hice como si me avergonzara de lo que me decía y le di un golpe en el brazo-
-          ¡Peter! ¡qué lanzado estas! –ambos reímos por el juego de palabras y por la conversación que estábamos teniendo-


 CAPITULO XXXVIII: DARLES LA NOTICIA

CAPITULO XXXVIII: DARLES LA NOTICIA
-      

-          Gallega… ese vestidito muy cortito para una futura mamá ¿no? –me decía mientras me tocaba la pierna por debajo de la mesa, yo sonreí-
-          Antes de ser mamá soy mujer y todavía no tengo barriguita y puedo lucirme –le cogí su mano por debajo de la mesa y se la quite de mi pierna, el me sonrió chistoso. Después posó su mano en mi panza y hablo mirándola-
-          Bebé, soy papá –me miro a mi- que lindo que suena papá ¿no? –sonreí, mas baboso imposible y aun no había nacido, ni siquiera se notaba, volvió mirando mi panza- ¡garbancito a lo que iba! Lo que le diga papá a mamá en el oído vos no lo escuchés ¿dale? –yo lo miraba embobada por las estupideces que decía. Se acerco a mi oído y continuo hablando- muero de ganas por estar con vos y encima te me ponés ese vestidito, sumándole a que desde acá mi vista puede imaginarse miles de cosas con ese escote que tenés por el embarazo –yo reía, en el fondo me gustaban esas conversaciones guarronas y era cierto que mis pechos habían crecido desmedidamente. Pero hice como si me avergonzara de lo que me decía y le di un golpe en el brazo-
-          ¡Peter! ¡qué lanzado estas! –ambos reímos por el juego de palabras y por la conversación que estábamos teniendo. Estábamos cara a cara-
-          Mi amor, no tengo culpa si el embarazo te pone más linda y si llevo más de un mes SIN NADA, estoy que reviento bebe –volví a darle en el brazo-
-          ¡Peter! –con mis ojos como platos-
-          ¿Me vas a decir que vos no tenés ganas? –me decía el muy comprador con un puchero, que por supuesto yo bese, aunque no me gustaba hacer demostraciones de amor en la calle, por la prensa y sus fans-
-          Si que tengo ganas bebe, pero no da que lo digas aquí, en medio de un bar –le dije con obviedad-
-          ¡Bueno pues entonces dale, levantáte que nos vamos! –se puso de pie y saco la cartera para pagar, en ese momento yo estaba tentadísima ante tal desesperación por parte de mi novio- la verdad, que no entiendo de que te reís –me dijo aun de pie y encogiendo los hombros. Yo lo agarre del brazo para que se volviera a sentar-
-          Mi amor, primero lo primero, vamos a desayunar tranquilos porque el garbancito está pidiendo a gritos que su madre se alimente –él me dio un beso en el cachete sonriéndome- después vamos a comprar lo que me tengo que tomar, hablamos con tus papas, con los mío por skype, le contamos la noticia y al final del día celebramos nuestros encuentro, nuestra reconciliación y la noticia. ¿te parece? –él me miraba atento, como un niño chiquito que le cuentas todo lo divertido que vas a hacer en un día en el parque de atracciones. Me sonrió y me pego un pequeño pico-
-          ¿Te dije que TE AMO? –me soltó aun fijo mirándome a los ojos-
-          No, hoy no -le dije con un pucherito-
-          Y perdoná por ser así, tan loco de pensar en eso, antes que en comprar las pastillas para el bebé –apenas volví a rozar nuestro labios en un dulce beso-
-          No te preocupes mi amor… yo también muero de ganas por hacer el amor contigo. TE AMO –le dije sonriendo y dándole otro piquito-

Desayunamos tranquilos, con algunas indirectas más, por parte de él. Fuimos a la farmacia a comprar los remedios y a las doce de la mañana íbamos rumbo a la casa de los padres de Peter.
Llegamos a la casa de mi novio. Yo estaba muy nerviosa y con muchísima vergüenza por saber qué pensarían mis suegros de mi embarazo, cuando hace apenas unos días los había conocido. En realidad a su madre, porque a su papá no había tenido el placer.
Entramos hasta la cocina que es donde se encontraban sus padres y ahí comenzó todo…

-          ¡Hola má! ¡Viejo! – saludo Pitt a sus padres, me presento de una- mirá ella es Lali- mis cachetes estaban rojos. Por suerte sus padres fueron muy amables, estuvimos unos minutos más hablando de cualquier cosa, hasta que Peter comenzó con la charla que nos había llevado a ese lugar- em…que…nosotros tenemos que daros una noticia.
-          ¿Qué paso hijo? –hubo una leve pausa, donde baje mi cabeza y mis ojos se aguaron sin poder aguantarme. Su mamá nos miro a los dos- ¿vos estas embarazada no? –la mire con mis ojos como platos, ¿Cómo lo había sabido? Volví a bajar mi cabeza con una vergüenza inmensa. Las lágrimas salían sin control. Por su parte, Peter quedó tieso pero en seguida reaccionó y me dio un abrazo de costado-
-          Si, es eso –contesto el argentino lunarudo, más seco que alegre. Por como su mamá me lo había dicho. Yo no me enoje por como Claudia me lo dijo, simplemente tenía miedo de lo que ellos pudieran pensar de mí, Peter continuó hablando- no lo esperamos, la noticia vino por sorpresa, pero les puedo asegurar que estamos felices.

El papá hasta ese momento no había dicho nada. Se había limitado a mirar a su esposa, a Peter y a mí. Su mamá, tras yo estar media hora llorando se acerco a mí y me contuvo con un abrazo. Yo estaba realmente mal, lloraba mucho, me temblaban las manos y lo único que hacía era pedir perdón por todo. Peter me retaba diciendo que no hablara así, pero no lo podía evitar. Tras esa interminable media hora de silencio incomodo y de llanto por mi parte. La persona más inesperada fue la que me calmó. Su papá.

-          ¡BUENO YA PASO! –habló un poco más fuerte de lo común y todos nos quedamos boquiabiertos- vos estas embarazada, esto no es una desgracia, al contrario, es una alegría. Ustedes son grandes, tienen un trabajo, una madurez prematura para su edad, pueden mantener a ese nene o nena. Asique ahora hay que mirar para delante y criar a ese bebe con mucho amor- ¡un groso mi suegro! El único que me tranquilizo con sus palabras. En ellas pude sentir mucho apoyo por parte de él, amor por su hijo y aunque no lo creía, también sentía amor por ese bebe que se estaba formando en mi vientre-

Después de eso, mi suegro, Juan, tocó mi panza y me dio un beso en mi mejilla que yo respondí con un “gracias por todo”, le dejo otro beso a su hijo y por ultimo nos felicito. Fue la primera persona que lo hizo y a mí me hizo sentir muy bien.
Claudia por su parte, hizo lo mismo e incluso me dijo que podía contar con ella para lo que sea debido a la distancia que se encontraba mi familia.
Un tiempo más bastó para irnos de aquella casa rumbo a mi apartamento. Esa noche se quedaría Peter conmigo. Llegamos a mi casa y yo me puse más cómoda. Acordamos con mis padres que hablaríamos hoy. Ahí, me encontraba yo frente al ordenador, que era la forma más adecuada de darle la noticia a los dos. Conecté la camarita y pude ver a mis padres, mis hermanas y mis sobrinos revoloteando por ahí, al otro lado de la cámara. Para mí, mucho mejor, así no tendría que repetir la noticia tantas veces, pero para Peter era lo peor, no solo tenía que “enfrentar” a mi padres, que encima mi papá recién regresaba de trabajar y tenía el uniforme puesto (aclaro que en España era más de media noche y en Argentina por tener el horario de verano era aun a la tarde) sino que también tenía que bancarse a mis hermanas y a mi mamá. Lo primero que hice fue presentarle a Peter a todaaaa mi familia. Todos le saludaron simpáticos. Mi papá como tal cuida que es. Le preguntaba cosas a Peter que no se llevaba desde la época en que mi madre y él se moceaban jeje! Por ejemplo “¿Qué intenciones tenia para conmigo?” les juro que en ese momento no pude evitar reírme mucho, mis hermanas e inclusive mi mamá también y mi papá y Peter con una cara que daba para hacerles una foto. Por suerte, pude comprobar que a mi viejo le había caído muy bien Peter pero sabía que esa charla se tenía que tornar más seria, por la noticia que teníamos que darle. Así me dispuse a tantear el terreno, por la reacción que podía tomar mi familia. También me di cuenta que no podían enfadarse tanto porque una de mis hermanas estaba viviendo con su novio y también había tenido a mi sobrinita fuera del matrimonio, que era como mis padres pensaban. En ese momento habían sido tolerantes con ella, a pesar de ser tan conservadores. Por tanto a mi no me podían decir nada. Me acomode en el sillón y le agarre la mano a mi novio. Estaba lista para darle la noticia y el también.

-          Papá, mamá, hermanas… -parecía que me disponía a dar una misa- tengo que deciros algo… -mi mamá interrumpió mi relato-
-          ¿Qué pasa cariño? –pregunto inocente como siempre, se lo dije de una, sin anestesia-
-          Que… vais…vais… vais a ser abuelos –se quedaron blancos como la pared y mudos, los cinco estaban muy sorprendidos solo se escuchaban a mis sobrinos por detrás jugando, yo no aguante, mire a Peter que estaba también con sus ojos como dos huevos y continué hablando ante tal desesperación de ese silencio- ¿me podeís decir algo? –le pregunte preparada para la reprimenda que se avecinaba. Mi viejo contesto hablándole a Peter-
-          ¡La cuidás, sino te mato! –lo dijo serio, pobre de mi novio se quedo pálido, encima mi viejo en uniforme con la pistola en un costado, ¡menos mal que estábamos en la otra punta del mundo! En mi rostro se vislumbro una pequeña sonrisa, pensaba que iba a ser peor. Se me quito un peso de encima tremendo-

Una hora más bastó, para que la que asumiera que volvería a ser abuela seria mi mama. Mis hermanas se lo tomaron muy bien, nos felicitaron a ambos, yo sabía que con ellas no tenía problemas, siempre fuimos muy unidas y nos apoyábamos en todo.
Mis padres para estar más tranquilos decidieron viajar a Buenos Aires, en cuanto mi viejo tuviera unas vacaciones. Por esa parte, me tranquilizaba, quería tener a mi mamá cerca para que me quite todos mis miedos como futura mamá.

Por suerte, pudimos quitarnos la parte más pesada, que era darles la noticia a nuestras familias, que para suerte nuestra no se lo habían tomado tan mal. Sabían de nuestro noviazgo desde hacía meses, a pesar de no haber hecho las presentaciones formales, sabían que estábamos enamorados, que éramos responsables y maduros para nuestra corta edad, como había dicho mi suegro y lo más importante que teníamos los medios adecuados para traer a un bebe al mundo.

Después de tal charla con mi familia, nos encontrábamos en mis sofás recostados unos al lado del otro hacia atrás. Exhaustos ante tantas emociones en un mismo día. Pero aun faltaba un trámite para terminar ese día.

CONTINUARA...

PARA @caparatodos Y @94lauri QUE SIEMPRE QUIEREN LEER!!! MAÑANA PUBLICARE VARIAS VECES AL DIA, CON MUCHOS CAPITULOS DE LA PRIMERA TEMPORADA DE "A PESAR DE TODO" Y TAMBIEN LO QUE PROMETI DE LA SEGUNDA TEMPORADA, TODO LO PUBLICARE AQUI, EN FOTOLOG PUBLICARE PARA QUE LAS LECTORAS DE LA NOVE, LEAN ACÁ, PERO NO PUBLICARE NOVELA.
NADA MAS!! MAÑANA MUCHO MAS! 

LAS QUIERO

FATY***