domingo, 25 de septiembre de 2011

Capitulos XXXV, XXXVI, XXXVII & XXXVIII de "A pesar de todo"



CAPITULO XXXV: ¿QUE HICISTE MARIANA?

-          ¡Hola Peter! –aun no sabía cómo se tomaría él la noticia y yo tampoco sabía que me iba a decir-
-          Hola mi amor –me hizo una leve sonrisa y yo sin darme cuenta también le sonreí, estaba tan lindo…-

Le hice pasar y sentado en mi living comenzamos a hablar…

-          ¿Cómo estuviste estos días? –me pregunto con sus ojitos arrugados-
-          Como pude… ¿tu?
-          Igual… -hubo un corto silencio y continuo hablándome- te veo tan linda –me acaricio el rostro, no pedo negarme a sus caricias-  tenés como una luz especial en tus ojos… ¿te paso algo? –yo sonreí, no era el momento para decirle que iba a ser papá-
-          Muchas gracias Peter, tú en este tiempo que no nos vimos, te veo mucho más lindo…y fuerte… -el rio y me contagio-
-          Gracias… -me hizo su sonrisita compradora y habló- mi amor ya averigüe –me soltó así de la nada, se veía nervioso, yo le hice un gesto con mi cabeza para que continuara hablando-  ¿te acordás hace dos semanas que te llame para decirte que tenía un nuevo proyecto y tenía que hablar con Alba Salazar? –yo asentí, esa mujer era una productora muy buena- cuando nos despedimos nos dimos un beso, en la mejilla, como es normal y luego me dio un abrazo. En ese momento nos hicieron las fotos. Parecía un beso… -yo lo mire muy sorprendida- pero bebe te juro que fue en la mejilla! –yo no conteste…que estúpida fui, él continuo hablando- además mi amor, mirá si voy a tener algo con ella, podría ser mi vieja –la mujer tenía unos cuarenta años, yo a cada minuto me sentía peor por haber desconfiado de él- la prensa hizo cualquier cosa…ya todos saben. Aclare por twitter y ella también. Ya en muchas cadenas se retractaron e inclusive pidieron disculpas a ella, a mí y a vos, por lo del aeropuerto – a mí se me escaparon algunas lagrimas que él se encargo de secar, estaba más sensible que nunca- Bebé la prensa a pesar de que vos no estás metida en este mundo te aman, mis seguidores también. Bebe te juro que lo que te digo es verdad. Créeme por favor mi amor yo… -lo interrumpí-
-          Te creo
-          Amor en serio te digo que fue… -se quedo callado- ¿Qué dijiste? –yo le sonreí-
-          Que te creo –el me sonrió y sus ojos estaban nublados- que te amo y perdóname… -apoyo sus brazos en sus rodillas y con sus manos se tapo la cara, suspiro. Yo me preocupe no sabía que le pasaba- bebe, ¿estás bien? –amague a tocarle el hombro pero él me miró, ambos nos sonreímos y se me tiro encima abrazándome, caímos en el sillón divertidos-
-          Te juro que no viví durante estos dos días, tenía miedo a que no me creyeras, que me dejaras –continuábamos abrazados- tenía miedo a perderte mi amor- se separo de mi y vi en su rostro un par de lagrimas que yo inmediatamente le limpie-
-          No me vas a perder, TE AMO. Perdón por desconfiar de ti mi amor, lo siento –el me interrumpió-
-          No digás eso, yo hubiera hecho lo mismo… TE AMO, TE AMO, TE AMOO!! –grito por ultimo. Reímos y se acerco a mí, para por fin unir nuestro labios, es ese beso de RECONCILIACION que merecía esa ocasión-

Unos minutos más estuvimos así, pero en mi cabeza daba vuelta en cómo decirle a él LA NOTICIA. Tenía que decírselo YA, no podía esperar más tiempo.

-          Gordo… -intentaba parar esa secuencia de besos que me estaba dando- es que… creo que esta va a ser la reconciliación más corta de la historia… -él se separo extrañado-
-          ¿Qué hiciste Mariana? –pregunto dudoso-
-          Emm… -mire para otro lado y luego volví a mirarlo- espera un momento- fui a mi cuarto donde había dejado la bolsita que compré, después volví al living-
-          Me estas asustando ¿Qué pasó?
-          Si…este…bueno es que yo… -no sabía qué hacer, ni que decir-
-          ¡Al grano Mariana! –me dijo ya con un tono enojado-
-          ¡Sí! Toma –le entregue la bolsa-
¿Qué es esto? –mirando la bolsita-




CAPITULO XXXVI: SU BEBE Y SU MUJER

-          Gordo… -intentaba parar esa secuencia de besos que me estaba dando- es que… creo que esta va a ser la reconciliación más corta de la historia… -él se separo extrañado-
-          ¿Qué hiciste Mariana? –pregunto dudoso-
-          Emm… -mire para otro lado y luego volví a mirarlo- espera un momento- fui a mi cuarto donde había dejado la bolsita que compré, después volví al living-
-          Me estas asustando ¿Qué pasó?
-          Si…este…bueno es que yo… -no sabía qué hacer, ni que decir-
-          ¡Al grano Mariana! –me dijo ya con un tono enojado-
-          ¡Sí! Toma –le entregue la bolsa-
-          ¿Qué es esto? –mirando la bolsita-
-          ¡Ábrelo! –así fue como abrió el paquete…era la nueva equipación del equipo de rugby de Peter, ALUMNI, pero en talla de 3 – 6 meses, muy chiquita. El me sonrió-
-          Amor es la nueva equipación de Alumni, pero creo que fallaste en el talle –el rio divertido-
-          No creo que haya fallado… -me miro sin entender, no sabía cómo hacer para que me entendiera, estaba dando muchas vueltas pero no encontraba la mejor manera de decírselo- es para un bebe Peter –le dije obvia-
-          Si… ¿alguna amiga tuya va a ser mama? Porque Cris se casa en unas semanas, Belu… -le interrumpí y se lo dije de una-
-          Yo soy la que va a ser mamá –directa, su cara se transformó- yo voy a ser mamá y tu… tu papá mi amor… -Peter no reaccionaba y yo me puse a llorar-
-          Lo siento Peter… no sé cómo pasó, bueno si sé –le dije entre llantos- creo que fue cuando viajaste a Chile, yo con los nervios del trabajo no me cuide y tú tampoco… y no se –continuaba llorando- sé que es fuerte para asumirlo ya, pero no sé, yo estoy mal, estoy muy asustada, me da miedo toda esta situación…- aun no reaccionaba y yo me volví loca – Y ENCIMA TÚ NO ME DICES NADA –seguía llorando. Consiguió modular palabra-
-          ¿Vamos… a ser papas? –yo solo asentí- yo…yo…
-          Perdona bebé sé que no es un buen momento para ti pero… -me interrumpió-
-          TE AMO –Peter me abrazo. Después de cinco minutos nos separamos y nos miramos- no te preocupes mi amor, yo siempre voy a estar con vos, TE AMO –me beso, pero con mi llanto y mis lagrimas se separó- ¡no llores bebé! –seco mis lagrimas-
-          ¡Lo siento bebé! Te juro que no lo esperaba, es que tu carrera va tan bien que no se… ahora un bebé… -me silenció de un beso-
-          ¡No digás eso! Mi carrera va a seguir igual y la tuya también ¡OK! –agarraba mi rostro-
-          ¿Qué me quieres decir? ¿Qué aborte? ¡ESTAS LOCO PETER! ¡ES TU HIJO! –me volvió a silenciar de un beso-
-          ¡Nunca dije eso! Ese bebe que llevas a dentro, va a nacer y va a tener a los papas mas cuidas que puedas imaginar- TE AMO –me sonrió- ¡LOS AMO! –mi cara cambio y una sonrisa se dibujó en mi rostro-
-          TE AMO –seguía sollozando- ¿te pone feliz? –entre llantos pude hacerle esa pregunta- solo me asintió y nos volvimos a besar-

Estuvimos un ratito mas así, el intentaba contenerme y hacer que no llore diciéndome cosas lindas, pero era superior a mí, no me podía controlar, además yo veía que éramos tan jóvenes, teníamos 21 y 22 años y un hijo no entraba en nuestros planes.
Tras media hora contándole todo lo que pensaba me quedé dormida en sus piernas, mientras él me acariciaba el pelo.
Creo que estuve muy poquito tiempo dormida, me desperté, pero antes de abrir los ojos lo escuche que él estaba hablando con alguien…bueno en realidad solo… su mano derecha acariciaba mi panza. Simulé estar dormida para escuchar con quien hablaba, me di cuenta que hablaba con su…bebé, con nuestro bebé.

-          No puedo creer…acá en esta pancita un bebé…mío –hablaba en susurros, mientras me acariciaba la barriguita –nunca imagine ser papá ahora… pero estoy… -quedó unos minutos en silencio, que yo me preocupe por saber que le pasaba por la mente- estoy feliz… me siento pleno –dejo de acariciar mi panza y volvió a mi pelo- que hermosa que sos y que feliz me hacés – comencé a abrir mis ojos, aparentando despertarme recién- lo mire y él me sonrió, cosa que yo respondí- ¿estás mejor? –me pregunto el caño que tengo por novio. Yo me incorpore pero él me cogió como si fuera un bebé acunándome, su bebe y su mujer-
-          Si… ¿tu como estas? -Le acaricie esa mejilla rellena de lunares que tanto me podía-
-          ¡FELIZ! –su respuesta me hizo ponerme a mi igual que a él, feliz- estuve pensando en todo y recién me vino a la cabeza una pregunta que me hizo ponerme feliz por la noticia.
-          ¿Qué pregunta mi amor?


CAPITULO XXXVII: ¿CÓMO SERÁ?

-         No puedo creer…acá en esta pancita un bebé…mío –hablaba en susurros, mientras me acariciaba la barriguita –nunca imagine ser papá ahora… pero estoy… -quedó unos minutos en silencio, que yo me preocupe por saber que le pasaba por la mente- estoy feliz… me siento pleno –dejo de acariciar mi panza y volvió a mi pelo- que hermosa que sos y que feliz me hacés – comencé a abrir mis ojos, aparentando despertarme recién- lo mire y él me sonrió, cosa que yo respondí- ¿estás mejor? –me pregunto el caño que tengo por novio. Yo me incorpore pero él me cogió como si fuera un bebé acunándome, su bebe y su mujer-
-          Si… ¿tu como estas? -Le acaricie esa mejilla rellena de lunares que tanto me podía-
-          ¡FELIZ! –su respuesta me hizo ponerme a mi igual que a él, feliz- estuve pensando en todo y recién me vino a la cabeza una pregunta que me hizo ponerme feliz por la noticia.
-          ¿Qué pregunta mi amor?
-          ¿Cómo será? –esa fue su respuesta, yo abrí mis ojos y le module un “jodeme” sonriendo- ¿Qué paso?
-          Cuando mi doctor me dio la noticia de mi… embarazo –ambos sonreímos- al principio me quede paralizada, salí a caminar pensando en miles de cosas sobre el tema y solo conseguí ponerme feliz cuando a mi mente vino esa pregunta ¿Cómo será?
-          ¡Nos conectamos telepáticamente vos y yo! –me sonrió y me dio un besito- seguro es hermoso o hermosa como vos, con esa sonrisa que me vuelve loco, esos ojos grandes y llamativos… -yo sonreí-
-          ¡O como tu mi amor! Con tus lunares y tu nariz chiquitita y sonrisita compradora jeje! Si es un chico ¡las va a volver loca! –el sonrió-Ya quiero que crezca mi panza… ¿tú me vas a querer igual con una panzota grande? –le hice puchero que el beso-
-          Obvio que si, te voy a amar mas todavía y cuando de pataditas… ¿te imaginás?
-          ¡Te amo tanto! –me abrace a él- gracias por apoyarme en esto mi amor-
-          No me des las gracias gorda, ¡me voy a enojar en serio! Esto es algo de los dos y yo estoy feliz con la noticia! ¿Vos no?
-          Ahora que estás conmigo estoy más que feliz –nos volvimos a besar y al separarnos continuo hablando-
-          Bebe… ¿qué te dijo el médico? –me dijo preocupado-
-          Me hice un chequeo general, porque en el aeropuerto…después de pasarme lo de… -el asintió para que yo no recordara eso tan horrible que me paso- me desmayé –acaricio mi rostro y me volvió a abrazar, yo continué con mi relato- y nada Rochi como es tan cuida conmigo me hizo ir al médico. Martin me dijo que estaba bien y que lo único que me pasaba era que estaba embarazada –el sonrió y otro beso se formo entre ambos- después de eso me reto porque estoy de mes y medio y no me di cuenta –puse cara de niña buena para no ganarme un reto de su parte, pero… no lo conseguí-
-          ¿Cómo no te vas a dar cuenta? – ¡sí!... me iba a retar, yo hice un gesto con mis hombros haciéndole saber que de verdad NO ME DI CUENTA- ¿y cuando tenés que volver a ir?
-          Mañana, tengo que ir a la ginecóloga
-          Yo te acompaño –me dijo al instante-
-          Me encantaría que vinieras conmigo mi amor –ahora yo le di un beso en sus cachetes ambos estábamos radiantes de felicidad-

Hablamos un ratito más de todo lo que pasamos en este mes separados, de nuestro garbancito como apodó él. También tocamos el tema de la familia, como se lo tomarían, yo moría de vergüenza por qué pensarían sus padres de mi y el temía a mi papá. Y por ultimo hablamos de la prensa, esa que no nos dejaba vivir como una pareja normal. Se nos venía una buena y teníamos que afrontarlo con la máxima naturalidad posible.

Después de un ratito más juntos, cenamos algo y nos dormimos abrazados, como hacía más de un mes que no lo hacíamos. Creo que ese no era un buen momento para un encuentro romántico entre nosotros, muchas emociones para un día, que acabo con nosotros agotados.

Al día siguiente, mi novio hermoso me despertó con numerosos besitos en la cara y por supuesto bajo a mi panza para darle los buenos días a su garbancito. Les juro que la ternura que derrocha este hombre es increíble. Cada día me enamora más y más. Nos vestimos para ir al lugar. Era muy temprano para no toparnos con la prensa maldita.
Llegamos a la clínica y por suerte mi ginecóloga y amiga personal, Marisa, me atendió rápidamente.  Me hizo algunos análisis, me dio muchísimas recomendaciones, me mando unas pastillas que debería tomar en los primeros meses de embarazo, para que la cabecita de mi bebé se desarrolle sin ningún problema y él se encuentre bien. En unas semanas tendría que volver a ir, para escuchar los latidos del corazón de mi pequeño o pequeña.

Salimos de la clínica y el bombón de mi chico me invito a desayunar. ¡Cómo no! Chicas se paraban para saludarlo a lo que él respondía con una sonrisa. Me encantaba que tuviera tantos seguidores y que lo admiraran por lo que hacía. Estaba más que orgullosa de él. Aunque también me gustaría que hubiera fans de ambos sexos no todo féminas, pero bueno, eso era un detalle.

Por suerte y a pesar de nuestra reciente reconciliación nos tratábamos igual que siempre y el desayuno se basó en risas por parte de ambos.
Estábamos en una terraza que se estaba genial, con el solcito de la mañana, uno al lado del otro y el muy malo me decía cosas bizarras.

-          Gallega… ese vestidito muy cortito para una futura mamá ¿no? –me decía mientras me tocaba la pierna por debajo de la mesa, yo sonreí-
-          Antes de ser mamá soy mujer y todavía no tengo barriguita y puedo lucirme –le cogí su mano por debajo de la mesa y se la quite de mi pierna, el me sonrió chistoso. Después poso su mano en mi panza y hablo mirándola-
-          Bebé, soy papá –me miro a mi- que lindo que suena papá ¿no? –sonreí, mas baboso imposible y aun no había nacido, ni siquiera se notaba, volvió mirando mi panza- ¡garbancito a lo que iba! Lo que le diga a papá a mamá en el oído vos no lo escuchés ¿dale? –yo lo miraba embobada por las estupideces que decía. Se acerco a mi oído y continuo hablando- muero de ganas por estar con vos y encima te me ponés ese vestidito, sumándole a que desde acá mi vista puede imaginarse miles de cosas con ese escote que tenés por el embarazo –yo reía, en el fondo me gustaban esas conversaciones guarronas y era cierto que mis pechos habían crecido desmedidamente. Pero hice como si me avergonzara de lo que me decía y le di un golpe en el brazo-
-          ¡Peter! ¡qué lanzado estas! –ambos reímos por el juego de palabras y por la conversación que estábamos teniendo-


 CAPITULO XXXVIII: DARLES LA NOTICIA

CAPITULO XXXVIII: DARLES LA NOTICIA
-      

-          Gallega… ese vestidito muy cortito para una futura mamá ¿no? –me decía mientras me tocaba la pierna por debajo de la mesa, yo sonreí-
-          Antes de ser mamá soy mujer y todavía no tengo barriguita y puedo lucirme –le cogí su mano por debajo de la mesa y se la quite de mi pierna, el me sonrió chistoso. Después posó su mano en mi panza y hablo mirándola-
-          Bebé, soy papá –me miro a mi- que lindo que suena papá ¿no? –sonreí, mas baboso imposible y aun no había nacido, ni siquiera se notaba, volvió mirando mi panza- ¡garbancito a lo que iba! Lo que le diga papá a mamá en el oído vos no lo escuchés ¿dale? –yo lo miraba embobada por las estupideces que decía. Se acerco a mi oído y continuo hablando- muero de ganas por estar con vos y encima te me ponés ese vestidito, sumándole a que desde acá mi vista puede imaginarse miles de cosas con ese escote que tenés por el embarazo –yo reía, en el fondo me gustaban esas conversaciones guarronas y era cierto que mis pechos habían crecido desmedidamente. Pero hice como si me avergonzara de lo que me decía y le di un golpe en el brazo-
-          ¡Peter! ¡qué lanzado estas! –ambos reímos por el juego de palabras y por la conversación que estábamos teniendo. Estábamos cara a cara-
-          Mi amor, no tengo culpa si el embarazo te pone más linda y si llevo más de un mes SIN NADA, estoy que reviento bebe –volví a darle en el brazo-
-          ¡Peter! –con mis ojos como platos-
-          ¿Me vas a decir que vos no tenés ganas? –me decía el muy comprador con un puchero, que por supuesto yo bese, aunque no me gustaba hacer demostraciones de amor en la calle, por la prensa y sus fans-
-          Si que tengo ganas bebe, pero no da que lo digas aquí, en medio de un bar –le dije con obviedad-
-          ¡Bueno pues entonces dale, levantáte que nos vamos! –se puso de pie y saco la cartera para pagar, en ese momento yo estaba tentadísima ante tal desesperación por parte de mi novio- la verdad, que no entiendo de que te reís –me dijo aun de pie y encogiendo los hombros. Yo lo agarre del brazo para que se volviera a sentar-
-          Mi amor, primero lo primero, vamos a desayunar tranquilos porque el garbancito está pidiendo a gritos que su madre se alimente –él me dio un beso en el cachete sonriéndome- después vamos a comprar lo que me tengo que tomar, hablamos con tus papas, con los mío por skype, le contamos la noticia y al final del día celebramos nuestros encuentro, nuestra reconciliación y la noticia. ¿te parece? –él me miraba atento, como un niño chiquito que le cuentas todo lo divertido que vas a hacer en un día en el parque de atracciones. Me sonrió y me pego un pequeño pico-
-          ¿Te dije que TE AMO? –me soltó aun fijo mirándome a los ojos-
-          No, hoy no -le dije con un pucherito-
-          Y perdoná por ser así, tan loco de pensar en eso, antes que en comprar las pastillas para el bebé –apenas volví a rozar nuestro labios en un dulce beso-
-          No te preocupes mi amor… yo también muero de ganas por hacer el amor contigo. TE AMO –le dije sonriendo y dándole otro piquito-

Desayunamos tranquilos, con algunas indirectas más, por parte de él. Fuimos a la farmacia a comprar los remedios y a las doce de la mañana íbamos rumbo a la casa de los padres de Peter.
Llegamos a la casa de mi novio. Yo estaba muy nerviosa y con muchísima vergüenza por saber qué pensarían mis suegros de mi embarazo, cuando hace apenas unos días los había conocido. En realidad a su madre, porque a su papá no había tenido el placer.
Entramos hasta la cocina que es donde se encontraban sus padres y ahí comenzó todo…

-          ¡Hola má! ¡Viejo! – saludo Pitt a sus padres, me presento de una- mirá ella es Lali- mis cachetes estaban rojos. Por suerte sus padres fueron muy amables, estuvimos unos minutos más hablando de cualquier cosa, hasta que Peter comenzó con la charla que nos había llevado a ese lugar- em…que…nosotros tenemos que daros una noticia.
-          ¿Qué paso hijo? –hubo una leve pausa, donde baje mi cabeza y mis ojos se aguaron sin poder aguantarme. Su mamá nos miro a los dos- ¿vos estas embarazada no? –la mire con mis ojos como platos, ¿Cómo lo había sabido? Volví a bajar mi cabeza con una vergüenza inmensa. Las lágrimas salían sin control. Por su parte, Peter quedó tieso pero en seguida reaccionó y me dio un abrazo de costado-
-          Si, es eso –contesto el argentino lunarudo, más seco que alegre. Por como su mamá me lo había dicho. Yo no me enoje por como Claudia me lo dijo, simplemente tenía miedo de lo que ellos pudieran pensar de mí, Peter continuó hablando- no lo esperamos, la noticia vino por sorpresa, pero les puedo asegurar que estamos felices.

El papá hasta ese momento no había dicho nada. Se había limitado a mirar a su esposa, a Peter y a mí. Su mamá, tras yo estar media hora llorando se acerco a mí y me contuvo con un abrazo. Yo estaba realmente mal, lloraba mucho, me temblaban las manos y lo único que hacía era pedir perdón por todo. Peter me retaba diciendo que no hablara así, pero no lo podía evitar. Tras esa interminable media hora de silencio incomodo y de llanto por mi parte. La persona más inesperada fue la que me calmó. Su papá.

-          ¡BUENO YA PASO! –habló un poco más fuerte de lo común y todos nos quedamos boquiabiertos- vos estas embarazada, esto no es una desgracia, al contrario, es una alegría. Ustedes son grandes, tienen un trabajo, una madurez prematura para su edad, pueden mantener a ese nene o nena. Asique ahora hay que mirar para delante y criar a ese bebe con mucho amor- ¡un groso mi suegro! El único que me tranquilizo con sus palabras. En ellas pude sentir mucho apoyo por parte de él, amor por su hijo y aunque no lo creía, también sentía amor por ese bebe que se estaba formando en mi vientre-

Después de eso, mi suegro, Juan, tocó mi panza y me dio un beso en mi mejilla que yo respondí con un “gracias por todo”, le dejo otro beso a su hijo y por ultimo nos felicito. Fue la primera persona que lo hizo y a mí me hizo sentir muy bien.
Claudia por su parte, hizo lo mismo e incluso me dijo que podía contar con ella para lo que sea debido a la distancia que se encontraba mi familia.
Un tiempo más bastó para irnos de aquella casa rumbo a mi apartamento. Esa noche se quedaría Peter conmigo. Llegamos a mi casa y yo me puse más cómoda. Acordamos con mis padres que hablaríamos hoy. Ahí, me encontraba yo frente al ordenador, que era la forma más adecuada de darle la noticia a los dos. Conecté la camarita y pude ver a mis padres, mis hermanas y mis sobrinos revoloteando por ahí, al otro lado de la cámara. Para mí, mucho mejor, así no tendría que repetir la noticia tantas veces, pero para Peter era lo peor, no solo tenía que “enfrentar” a mi padres, que encima mi papá recién regresaba de trabajar y tenía el uniforme puesto (aclaro que en España era más de media noche y en Argentina por tener el horario de verano era aun a la tarde) sino que también tenía que bancarse a mis hermanas y a mi mamá. Lo primero que hice fue presentarle a Peter a todaaaa mi familia. Todos le saludaron simpáticos. Mi papá como tal cuida que es. Le preguntaba cosas a Peter que no se llevaba desde la época en que mi madre y él se moceaban jeje! Por ejemplo “¿Qué intenciones tenia para conmigo?” les juro que en ese momento no pude evitar reírme mucho, mis hermanas e inclusive mi mamá también y mi papá y Peter con una cara que daba para hacerles una foto. Por suerte, pude comprobar que a mi viejo le había caído muy bien Peter pero sabía que esa charla se tenía que tornar más seria, por la noticia que teníamos que darle. Así me dispuse a tantear el terreno, por la reacción que podía tomar mi familia. También me di cuenta que no podían enfadarse tanto porque una de mis hermanas estaba viviendo con su novio y también había tenido a mi sobrinita fuera del matrimonio, que era como mis padres pensaban. En ese momento habían sido tolerantes con ella, a pesar de ser tan conservadores. Por tanto a mi no me podían decir nada. Me acomode en el sillón y le agarre la mano a mi novio. Estaba lista para darle la noticia y el también.

-          Papá, mamá, hermanas… -parecía que me disponía a dar una misa- tengo que deciros algo… -mi mamá interrumpió mi relato-
-          ¿Qué pasa cariño? –pregunto inocente como siempre, se lo dije de una, sin anestesia-
-          Que… vais…vais… vais a ser abuelos –se quedaron blancos como la pared y mudos, los cinco estaban muy sorprendidos solo se escuchaban a mis sobrinos por detrás jugando, yo no aguante, mire a Peter que estaba también con sus ojos como dos huevos y continué hablando ante tal desesperación de ese silencio- ¿me podeís decir algo? –le pregunte preparada para la reprimenda que se avecinaba. Mi viejo contesto hablándole a Peter-
-          ¡La cuidás, sino te mato! –lo dijo serio, pobre de mi novio se quedo pálido, encima mi viejo en uniforme con la pistola en un costado, ¡menos mal que estábamos en la otra punta del mundo! En mi rostro se vislumbro una pequeña sonrisa, pensaba que iba a ser peor. Se me quito un peso de encima tremendo-

Una hora más bastó, para que la que asumiera que volvería a ser abuela seria mi mama. Mis hermanas se lo tomaron muy bien, nos felicitaron a ambos, yo sabía que con ellas no tenía problemas, siempre fuimos muy unidas y nos apoyábamos en todo.
Mis padres para estar más tranquilos decidieron viajar a Buenos Aires, en cuanto mi viejo tuviera unas vacaciones. Por esa parte, me tranquilizaba, quería tener a mi mamá cerca para que me quite todos mis miedos como futura mamá.

Por suerte, pudimos quitarnos la parte más pesada, que era darles la noticia a nuestras familias, que para suerte nuestra no se lo habían tomado tan mal. Sabían de nuestro noviazgo desde hacía meses, a pesar de no haber hecho las presentaciones formales, sabían que estábamos enamorados, que éramos responsables y maduros para nuestra corta edad, como había dicho mi suegro y lo más importante que teníamos los medios adecuados para traer a un bebe al mundo.

Después de tal charla con mi familia, nos encontrábamos en mis sofás recostados unos al lado del otro hacia atrás. Exhaustos ante tantas emociones en un mismo día. Pero aun faltaba un trámite para terminar ese día.

CONTINUARA...

PARA @caparatodos Y @94lauri QUE SIEMPRE QUIEREN LEER!!! MAÑANA PUBLICARE VARIAS VECES AL DIA, CON MUCHOS CAPITULOS DE LA PRIMERA TEMPORADA DE "A PESAR DE TODO" Y TAMBIEN LO QUE PROMETI DE LA SEGUNDA TEMPORADA, TODO LO PUBLICARE AQUI, EN FOTOLOG PUBLICARE PARA QUE LAS LECTORAS DE LA NOVE, LEAN ACÁ, PERO NO PUBLICARE NOVELA.
NADA MAS!! MAÑANA MUCHO MAS! 

LAS QUIERO

FATY***

3 comentarios:

  1. Awwnnn!!!! mas tierna Faty!!! linda! muackkk!!!!

    Mas nove!!!! espero la otra version de la historia y la segunda temporada!!! besos

    @Caparatodos

    ResponderEliminar
  2. a pesar de que a conozco el final.. a veces entro al blog y me pongo a releer la nove.. con ganas de 2ª temporada YA!!!.. besos

    @Inma6_XD

    ResponderEliminar
  3. ya sabemos todo lo que pasa, pero lo vuelvo a vivir porque me encantan las reconciliaciones jaja hasta mas tarde te espero

    ResponderEliminar