viernes, 23 de septiembre de 2011

Capitulos XXVII, XXVIII, XXIX & XXX de "A pesar de todo"



CAPITULO XXVII: TRISTEZA

Tras acabar la conversación telefónica con mi novio, no aguante mas y tal y como estaba en mi escritorio sentada, comencé a llorar, esas lagrimas que minutos antes había intentado contener. Trabaje duro esas semanas con la única esperanza que mi gordo iba a estar conmigo. Ahora me sentía triste, con el cansancio que había acumulado en ese tiempo me había llevado a un estado de autentico stress y ahora estaba padeciéndolo, pero lo peor no era la tristeza, sino la soledad que tenía. Me sentía sola, Peter ya era parte de mí y ahora el no venía, estaba en un país muy lejos del mío, toda mi familia se encontraba en España, encima mis amigos cuando me fui de allí los había encontrado en Argentina y tampoco estaba con ellos. En ese momento me di cuenta de cómo deberían sentirse esos niños que yo atendía, algunos fueron abandonados, otros simplemente no tenían a nadie en la vida, se encontraban solos. Y yo ahora mismo parecía esos nenes, pero ahí me di cuenta, que no tengo derecho a quejarme. Esas fiestas de Navidad iban a ser diferentes. No estaría rodeada de mi familia, ni de mis amigos, ni de él. Pero iba a estar rodeada de esos niños, que a pesar de su situación tenían una sonrisa en sus labios.
En el hogar estaba todo planeado para pasar esas fiestas, como una familia, porque eso es UNA FAMILIA, UN HOGAR. Todos los “hermanos mayores” queríamos que haya un cálido ambiente. Para que este ambiente no estuviera rodeado de tristeza, habíamos decidido hacer varias actividades, a decorar todo con adornos de Navidad, por supuesto a hacer la típica comida navideña, todo para que ellos estuvieran felices.
Otra de las intervenciones que habíamos organizado consistía en empapelar las calles del la ciudad, hacer anuncios de radio, TV, todo para que se acercaran allí todos los niños que estaban en la calle solos. Todos por supuesto iban a recibir un plato de comida y obvio que Papá Noel iba a dejar lo suyo.
Por suerte el “HOGAR CRISTIAN PINEDO”, en honor al hombre altruista que pasaba el dinero, era uno de los hogares que más repercusión estaba teniendo en la ciudad. Yo estaba orgullosa de poder llevar a cabo ese proyecto, además que le estaba poniendo todas las ganas para que eso verdaderamente funcionara.
La última semana que supuestamente tendría que esperar para que llegara Peter, me la pase bastante bajoneada, solo me recuperaba un poco cuando estaba en el hogar. Pero al volver a casa otra vez me la pasaba triste.

23 DICIEMBRE

Día antes de Noche Buena en mi depto Chileno, SOLA, SOLA Y MAS SOLA, mi compañera había viajado a un pueblito del interior de Chile con su familia. En el hogar se encontraban los otros monitores, que vivían allí y yo SOLA.
En TV no había nada, en Twitter nada interesante, sumado a que Peter NUNCA twitteaba y yo hinchándome a potes de helado. Si estuviera con Rochi me estaría hinchando a un buen pedo de vodzka jaja! Pero no era así. Y ese era mi único método para pasar mi tristeza. Como no podía estar con mi amor, me conformaba viéndolo en la primera temporada de CA. Ya sé que iba con unos años de retraso, pero hasta hacia apenas unos meses no sabía de esa serie Y quería ver cómo era mi novio de adolescente. Me moría cuando lo veía besarse con la que era su pareja en la novela. Lloraba porque el bombón de my boyfriend le decía a su novia (de ficción) cuanto la amaba, porque estaba envenenada. Ahora pienso ¿no?, Tan diferente que era su personaje a lo que es él. No es que Peter, no fuera romántico…porque cuando se inspiraba me decía cosas muy tiernas…pero bueno tampoco es que me lo va a decir siempre, todo el tiempo… creo que no soportaría tanta cursilería siempre. Hace falta también, vidilla en las relaciones, algunas peleítas…para que luego lleguen LAS RECONCILIACIONES!

Estaba tan sumida en mi aburrimiento que me quedé dormida. Solo me desperté escuchando el ruido del timbre. Llegue a la puerta y abrí con mis ojitos chinitos, no era tarde, pero estaba tan triste que ni siquiera me percaté de la hora en que llamaban. Tras la puerta me encuentro un gigantesco ramo de rosas rojas, mis favoritas y tras el ramo un chico morocho, de mediana estatura, con un montón de granitos por la cara y de no más de 18 años. Ósea el típico repartidor adolescente. Le di la propina al chico con voz desentonada y las gracias. Entre a mi depto buscando la tarjetita, que encontré atada a un hermoso lazo que tenía el ramo.

“¡Perdonáme mi amor! ¡Estoy deseando verte!
Espero que estas flores te transmitan todo lo que siento por vos.
Lo rojo de la pasión y calentura ;-)
Sus espinas el dolor que me produce el tenerte lejos  y su aroma el amor que siento por vos.
¡TE AMO!

                                                     Peter”

Tengo que reconocer que el chico sabe chamullar, y que es un poco cursi. Pero en ese momento lo único que pensé fue en llamarlo y decirle que yo también lo amo y agradecerle ese hermoso regalo.
Mientras algunas lágrimas salían de mi rostro recorriendo mis mejillas me dispuse a llamarle pero no me atendía, se encontraba apagado o fuera de servicio como decía la señorita jaja! Supuse que no tenía batería. Hice algunas cosas antes de volverme a dormir y lo llame otra vez, pero tampoco me atendió y esta vez sí que estaba encendido. Ahí me empecé a preocupar y dos minutos después me llego un sms.

De Peter: “Bebé estoy grabando, hoy salgo re tarde min 2horas mas, hemos tenido problemas con los equipos. Mañana te llamo. Que sueñes conmigo. TE AMO”

Ya me quedé más tranquila y le conteste.

Para Peter: “¡OK bebe! Solo quería agradecerte por las flores, son preciosas. TE AMO MAS.  ¡Cuídate al volver a casa tan tarde! ¡Beso grande!”

¡Ya si! Me dormí con una sonrisa de oreja a oreja.


CAPITULO XXVIII: PUNPUNCHITOS

24 DICIEMBRE. 9:00 AM

Estaba sumida en esos sueños que nuca conseguirás recordar, cuando escuche a lo lejos un ruidito molesto que decía algo así como “hello moto nanananana” ¡si señores! el despertador en un día de fiesta. Tenía que ir al hogar para hacer make up con las chicas internas. ¡SI! Como leen sus ojitos MAKE UP!
Éramos una familia, un tanto extraña, porque supuestamente los hermanos no se andan besando por todos los rincones del hogar, pero estos “hermanos” sí y encima en la adolescencia, con las hormonas a rebosar, pero al fin y al cabo éramos eso, una familia.
Una vez en el hogar, comenzamos con esa sesión intensiva, previamente habíamos expulsado a todas personas de sexo masculino del lugar. Pero antes de comenzar estuve como 15 minutos riéndome, cuando entre en el cuarto de las chicas más mayores, me tope justo enfrente con un poster gigantesco, a tamaño real ¿se pueden imaginar de quien era? Si, de Peter, mi Peter, la otra monitora y yo, estuvimos varios minutos riéndonos. Luego comenzamos con la sesión, manicura, pedicura, baños de crema, depilación, maquillaje, vestuario listo…para estas chicas esto era todo nuevo, en su vida se habían maquillado o se habían hecho una exfoliación en la cara y estaban chochas con esto, además a mí la estética me encantaba y aunque no me dedicaba a eso sabía manejarme bastante bien, inclusive a una de las chicas le corte el pelo. Mientras estábamos en esa sesión, no faltaron los chismeríos entre ellas y a mí a cada rato me preguntaban cosas de Peter, Eugenia, Gastón o cualquier personaje famoso que estuviera en contacto con Peter. Yo obvio que no contestaba casi nada, no es por ser antipática, pero no iba a contar nunca la privacidad de gente que conozco, porque luego siempre se corre la voz y por supuesto que nunca iba a contar las intimidades de Peter, ya no solo para “protegerlo” a él de los malos comentarios sino, porque también me perjudicaba a mí. Y era nuestra privacidad.
Después de ayudar a las chicas tras 4 intensas horas, me volví a mi casa, eran aproximadamente la una de la tarde, pensaba prepararme algo para almorzar, relajarme en la ducha, alistarme para celebrar la navidad y volverme al hogar que era el lugar donde la iba a festejar.
Llegue a mi edificio, subí hasta el sexto piso, por suerte había ascensor, abrí la puerta de mi casa y me lleve tremendo susto.
Estaba todo oscuro, cosa que recuerdo no hice porque deje todas las persianas abiertas, con miedo y a oscuras pude encender la luz de ese pequeño recibidor, camine esos tres pasos que lo separan de living y encontré justo al lado de mi mesa ratona una silueta, que era iluminada por velas aromáticas que decoraban mi living. Con solo ver esa silueta y reconocerla me puse muy nerviosa. El corazón se me salía del pecho, mis manos comenzaron a mojarse y mi rostro daba comienzo a un conjunto de lágrimas procedentes de un puchero. Esa silueta hablo.

-          ¡Sorpresa mi amor! – esa voz tranquila, dulce. Con un tono de voz para nada elevado, me sonrió y pude reaccionar con mi puchero siempre presente-
-          ¡Mi amor! –lo continuaba mirando sorprendida y esas lagrimas que avisaban con salir ya se encontraban en mi rostro, me acerque lentamente- ¡te voy a matar te juro! ¿Cómo me vas a hacer esto? –nunca una voz más alta, simple reclamo de felicidad, una sonrisa acompañaba mi rostro inundado en lagrimas, el me respondió mucho más sereno y con esa sonrisa que lo caracteriza-
-          ¿No me vas a saludar? –acorte esos pasos que nos distanciaban en menos de un segundo, solté todo lo que traía en mis manos y le di ese abrazo que hacía más de un mes que no sentía-
-          Te extrañe tanto… –me decía abrazado a mí, pude sentir su perfume, su aroma, su respiración, su corazón, ese abrazo que no quería que acabara, me hundí en el hueco de su cuello y cara-
-          ¡Yo a ti mi amor! ¡Te amo! –nos separamos, sonreímos. Ambos sostuvimos la cara del otro con nuestras manos, se fue acercando a mí. Nuestras narices rozaban-
-          ¡Te amo! –poco a poco se acerco a mi boca, comenzamos con un juego de labios, para después unirnos en un beso. Ese beso que hacía más de un mes que no existía entre nosotros. Qué lindo volver a sentir sus labios jugando con los míos, su lengua entrelazarse con la mía, sus manos en mi cara… ¡en fin! Sentirlo a él. Estuvimos unos minutos mas así y tras separarnos con muchos piquitos nos sentamos en el sillón-
-          ¡ERES UN MENTIROSO! –le dije en joda y secando mis lagrimas-
-          Era una sorpresa bebe, por eso no te podía decir –me dijo acompañando sus palabras con otro beso en los labios-
-          Pero me hiciste ponerme mal, estuve una semana mal y tu tan tranquilo! –puse puchero, cosa que el remedo en broma acompañado de una sonrisa y me dio otro beso, no podíamos separarnos-
-          Perdóname mi amor, es que si no la sorpresa no funcionaba –ahora le di yo un beso-
-          ¿Y cuando llegaste?
-          Hoy a la mañana. Te vi salir de acá. No sé como me contuve al verte, pero tenía que organizar todo acá.
-          ¿Quién te dio las llaves del depto? ¿Cómo sabias que me iba a ir? Y ¿Cómo preparaste todo?
-          ¿Todo tenés que saber? –yo sonreí- no te voy a contestar nada. Basta de preguntas mi amor
-          ¡No se vale gordo! ¡quiero saber! –me agarro de la cara y me dio muchos piquitos-
-          ¡Basta de preguntas gorda! –seguía con sus besos- ¿y vamos a comer no? –nos miramos y sonreímos como dos tontos enamorados- prepare todo para vos –me dio numerosos picos-
-          ¿En serio? –asintió- mmm te amoo!! ¿Y qué vamos a comer? –pregunte como nena chiquita-
-          ¡Pasta!
-          Aiii!! Que rico! Gracias PUNPUNCHITO! –le di un beso de pez-
-          Punpun ¿qué? –me dijo sin saber que quería decir esa palabra inventada por mi cariñosa-
-          PUNPUNCHITO –le decía con voz de nena y muy bajito-
-          ¿Yo soy tu PUNPUNCHITO? –me pregunto mi amor con la misma voz de nene-
-          Chiiii
-          Entonces somos dos PUNPUNCHITOS que se aman mucho no? –seguíamos la voz como dos nenes-
-          Mucho, mucho –me acercaba mas a él y nos dimos un beso con un simple roce, el me susurro en mis labios con la misma voz de nene que me hacia tanta gracia-
-          Te amo PUNPUNCHITA!
-          Te amo PUNPUNCHITO! –ahora nos pusimos serio y continuo hablando el-
-          ¡No sabés lo que te extrañe bebe!
-          ¡Yo te extrañe horrores mi vida! –nos dimos un beso mas- ¿comemos? –el asintió, respondiéndome un “dale” unido a un beso mas de ese reencuentro-



CAPITULO XXIX: LAS PALABRAS SOBRAN

Así comenzamos nuestro almuerzo elaborado por el, que la verdad estaba rico. También le pregunte el porqué de tener todo oscuro cosa que me respondió que él quería una cena para hacerlo más romántico pero como la cena iba a ser en el hogar, simuló hacer como si fuera de noche.
Una vez que terminamos de almorzar y recogimos el desastre que me había armado en la cocina fuimos al living a “ver” una peli y a hacernos mimitos, más bien lo segundo. Mientras me contaba del viaje y de cómo andaba todo por allá.

-          Y nada más gorda, ya te conté todo. Mi vieja me dijo que tenía ganas de conocerte. Y que cuando vuelvas no vas a poder poner escusas.
-          ¡Hay gordo!...bueno yo se que la tengo que conocer pero me muero de vergüenza. ¿Es mi suegra entiendes? –con mis ojos muy abiertos, cosa que él me remedo-
-          ¡Ya sé! Es tu suegra y mi mama. Además yo también quiero conocer a mis suegros –lo mire obvia sabia que eso no se lo creía ni el- en realidad a mi suegro no. Me da miedo! Jeje! Pero a mi suegra si! Además tu viejo es policía –yo reí-
-          ¡Comisario! –dije entre risas-
-          ¡Por eso mi amor! Pero ya es hora de las presentaciones eh!
-          Ok! Ok! ¡Ya sé! De que vuelva hacemos las presentaciones oficiales, aunque sea vía Skype!
-          ¡Dale! –comenzó a darme besitos en el cuello- ¡digo no amor! ¿Cuánto tiempo llevamos sin vernos? –sabia por donde iba-
-          Mmm –mis ojos estaban cerrados tras el placer que me otorgaba mi chico- hace…mas de un mes… ¿por?
-          No se vos… –continuando sus besos por mis hombros desnudos, debido al vestido que llevaba- pero yo muero por volverte a hacer mía… -sus palabras me hicieron estremecerme, su boca volvió a mi cara- TE EXTRAÑE TANTO…
-          Yo también te extrañe mi amor… -nuestras bocas se unieron una vez más, solo podíamos decir esas palabras, los TE AMOS ya se nos hacían pequeños y solo podíamos demostrarlo con besos, caricias, su cuerpo sintiendo el mío y viceversa-

Nos encontrábamos recostados en el sillón, besándonos más descontroladamente. El se encontraba apoyado sobre mí, yo con mis piernas ligeramente abiertas para tener una posición más cómoda, comencé acariciando su espalda, cuando llegue al extremo de su camisa le desabroche esos botones incomodísimos para mi, poco a poco le fui quitando la camisa, acariciando ahora su voluptuosa espalda desnuda. Fue su turno, quitando las cuerdas de mi vestido blanco atado al cuello, sentí como esas cuerdas caían por mi delantera haciendo que mis pechos asomen sin ninguna sujeción. Al verme sin corpiño, me dedico una sonrisa picara, y comenzó a besar mis pechos. No sé cuándo es que él se deshizo de su pantalón, pero cuando volvió a mi boca ya no lo tenía y a través de mi vestido pude sentir todo su bulto muy despierto. Aun medio desnuda y él en bóxer nos dirigimos a mi cuarto, por el camino el me deslizo mi vestido, cayendo al suelo y quede solo en culote. Me posiciono muy cuidadosamente en la cama y continuo con sus besos desde cuello, bajando por mis pechos, panza, piernas…su mano acaricio mi entre pierna haciendo que mi piel se erice, subió un poco más, acariciando mi zona intima y deslizando mi braguita hacia abajo, quedándome totalmente desnuda. Subió con sus besos por mi panza de nuevo. Hizo un pequeño movimiento haciendo que su bóxer caiga al suelo. Volvió a besar mi cuello, mi cachete, mi nariz, mi frente, mi oreja, toda mi cara, exceptuando mi boca. Mi cuerpo al estar tanto tiempo a “pan y agua” estaba como “apagado” y él sabía que si me penetraba bruscamente me haría un poco de daño hasta que mi cuerpo se acostumbrara. Pero no había necesidad de eso, al contrario, siguió tocando mi parte íntima, cosa que respondí acariciando la suya. Mi cuerpo estaba listo, el suyo también. Sentía su miembro a la entrada del mío haciendo que mil mariposas revolearan en mi estomago, cursi pero cierto. Me miro a los ojos solo sintiendo en ellos el amor que me brindaba y haciendo que el sienta lo mismo con mi mirada. Me beso y a la misma vez, sentí su cuerpo entrando en el mío. Movimientos envolventes, coordinados, besos tranquilos…pero eso era solo el principio del acto, a medida que los minutos pasaban los movimientos eran más rápidos, desesperados, consiguiendo el disfrute pleno. Llegamos a ese clímax a la vez, empapados de sudor por la calentura y el calor del momento y de la estación del año que nos encontrábamos. Los últimos movimientos fueron mágicos, cuando nuestros cuerpos descargaban todo a la misma vez, nuestra posición era como un koala pero en la cama. Al terminar nos besamos en esa misma posición y volvimos a tumbarnos en la cama, yo aun seguía encima de él. Me iba a levantar para tumbarme a su lado pero algo me lo prohibió.

-          No salgas todavía bebe –me susurro ¡sí! Aun estaba dentro de él-
-          Te amo –le di un pequeño beso en su pecho, debido a mi agitada respiración-
-          Yo mas –me contesto él, me dio un beso más apasionado, aun dentro mío agarro mi cola y comenzó a moverme, por supuesto que yo le seguí, seguíamos con esos movimientos ahora mas desbocados pero este acto fue más corto y volvimos a llegar al clímax, ahora si nos separamos- eran las gana acumuladas –me dijo en chiste, yo le di un leve manotazo en su hombro-
-           ¡¡Peter!! –me miro con sus ojos abiertos de par en par-
-          ¿Cómo me vas a pegar así? ¡No estoy mintiendo eh! O me vas a decir que vos no tenias ganas acumuladas –le di otro pequeño golpe- pará! ¿Acaso vos hiciste algo por acá? La conversación se había tornado más seria, pero con la pizca de chiste, yo reí-
-          Noo! ¿Tú hiciste algo allí? –ahora era yo la seria-
-          Jaja! ¡¡Sos malísima!! NO! ¿Qué voy a hacer?
-          ¡¡Bueno más te vale!!
-          Lo mismo digo! Y ahora te callas y me volvés a besar –y como era de esperar otro beso acompaño esa mini pelea-

Después de un ratito con esa especie de histeriqueo yo pase a la ducha porque estábamos realmente transpirados. Comencé a enjabonarme cuando sentí sus manos en mi espalda, le advertí que no quería visitas en la ducha y no me hizo caso, pero en el fondo yo quería que no me hiciera caso y se presentara en la ducha. Las mujeres somos así. Volvió a enjabonarme mi cuerpo y yo el suyo. Mojo mi pelo, acaricio mis pechos, mi panza, mi cola, mi entrepierna. Yo por igual comencé a tocar sus cuerpo escultural, su cola de mina como se lo apodaron años atrás, que de mina tenía más bien poco. Acaricie su bulto que otra vez estaba a full, su tremendo lomo y espalda. Pase mis manos por su cara, esa cara hermosa que tiene. Me volvía loca cuando me miraba con su boca ligeramente abierta y sus ojos penetrantes en mi. Me acerque y lo besé, me beso…creo que fue uno de los besos más dulces, pasionales y tiernos de la historia de todos los chicos a los que bese. Definitivamente es único. Como era de esperar en esa ducha y un poco incomodo volvimos a amarnos. Una experiencia que en cierta medida me recordaba a nuestra primera vez.

Así fue como pasamos nuestras vacaciones, por suerte la confianza como pareja estaba perfecta, la pequeña convivencia también, aunque hubo momentos que discutíamos, pero después de diez minutos volvíamos a AMARNOS si el lugar lo permitía. Visitamos lugares únicos de Chile, más bien de la capital y algunos alrededores. Un país hermoso.
Quince días después él tuvo que marcharse y yo tuve que quedarme un mes más, terminando los últimos detalles del hogar.
La noche de noche buena fue muy divertida y más cuando aparecí en la casa con Peter, todas las chicas comenzaron a gritar por la presencia de él, yo solo conseguí reírme y cubrirle para que no se le tiraran encima, por suerte todas comprendieron que él era “uno más” y no armaron mucho escándalo. Lo avasallaron a fotos y a pedidos de autógrafos pero ya esta, mi compañero de trabajo y director del hogar antes de nuestra llegada tuvo una “charla seria” con todas ellas y como causaba respeto le hicieron caso.
El pobre de mi novio no decía nada, pero yo sentía que al principio estaba un poco incómodo. Luego y con ayuda de un poco de champan se soltó más y lo paso muy bien. En realidad todos lo pasamos Re bien.


CAPITULO XXX: SORPRESA

Tres semanas después….

Me encontraba armando mi maleta para regresarme a Buenos Aires ¡¡POR FIN!!  El viaje lo adelante unos días porque termine todo mi laburo antes. Mi objetivo era darles una sorpresa a todos allí. Por supuesto que a Peter el primero, mi única aliada era Rochi. Me encontraba hablando por teléfono con ella para arreglar toda mi llegada. Aterrizaría, iría a mi casa a dejar todas mis maletas y ella citaría a Peter en algún lugar con una excusa tonta, ahí me plantaría yo, para darle una sorpresa.

-          Si Ro, adelanté el viaje porque pudimos solucionar todo mucho más rápido –mientas hacia la maleta comía un rico bombón de chocolate “Ferrero Rocher” por tanto hablaba con la boca llena-
-          ¡Qué bueno amiga! –la escuchaba por el teléfono en manos libres- por cierto… ¿Qué hacés? –riendo por mi forma de hablar-
-          Jaja! Comiendo chocolate y preparando la maleta ¿por?
-          ¡Qué raro vos! ¿Estás depresiva?
-          No amiga –dije riéndome- ¡al contrario! ¡Estoy feliz porque me vuelvo! ¿Por? –volví a preguntarle-
-          Porque vos no sos de comer chocolate porque sí! Solo cuando andás de bajón!
-          ¡Qué tonta! Pues no se amiga, lo vi en la despensa, que me sobró de las Navidades y me apeteció comerlo, tampoco para tanto ¡es un chocolate!
-          Ok! Ok! ¿Entonces te voy a buscar al aeropuerto no? –me cambio de tema-
-          ¡¡Exacto amiguilla!! ¡Pero sin decirle nada a Peter eh!
-          ¡Si ya entendí! ¡Ya tengo la escusa!
-          ¿A si? ¿Y cuál es? –estaba más emocionada por mi aparición sorpresa yo-
-          Le voy a decir que tenemos asado en lo de Criss seguro se prende y le digo que él se tiene que encargar de comprar las bebidas jaja!
-          ¡Noo! ¡Qué malaa! ¡Seguro mi gordo con lo bueno que es, dice que sí!
-          ¡Por eso amiga! ¡De eso me aprovecho! –me dijo entre risas-
-          ¡MALA! –continúe con la broma- ¡Oye!... ¿Y tu como estas con Pablo?
-          Bieeen… -me lo dijo muy rara-
-          ¡A mí no me engañas! ¿Qué pasa con Pablo?
-          Te odio mucho ¿lo sabías? Me conocés demasiado! Nadaaaa… tengo una noticia para darte…
-          Aiii cuentameeee!!!! ¿ESTAIS DE NOVIOS? POR FIIIN!!
-          No es esa la noticia –me dijo interrumpiéndome-
-          Rochi no te hagas de rogar y cuéntamela. Si sabes que tarde o temprano me lo vas a decir… -le dije más que obvia-
-          Es que queríamos esperar a que estuvieran todos…
-          Dale Rochi!! ¡¡Soy tu mejorísima amiga!! Sabes que no voy a decir nada! –pausa- ya se! ¿SE CASAN?
-          Jajajajajajajajaja! Noooo ni en pedo! Jajaja! Pablo y yo… -yo ya me estaba cabreando con tanto secretismo-
-          ¡¡Dalee!!
-          SI PARA BOLUDA! –me dijo entre bromas, sabía que le gustaba poner emoción a sus historias- Estoy embarazada… -no lo pude creer-
-          AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA –pegue un chillo que creo que hasta me escucho mi futuro sobrinito o sobrinita- aiiii amigaaa ¡¡¡FELICIDADES!!! Estoy muy feliz por ti!
-          ¡Gracias amiga! –me dijo una Rochi feliz por el teléfono-

Estuvimos un ratito hablando más del tema, a penas estaba de tres meses, pero estaba dichosa al igual que Pablo y yo más todavía, iba a ser tía, si bien yo tenía sobrinos en mi país, pero este era como un sobrino adoptado y me ponía feliz ver como mi mejor amiga y yo, las que nos conocíamos desde pequeñas que jugábamos a montar la Ciudad de la Barbie habíamos crecido tanto y nos había cambiado tanto la vida. Hasta tal punto que ella le iba a dar al mundo una nueva vida más.

Pasaron esos dos días para mi interminables en Chile, estuvo algo pachucha creo que era el comienzo de una gripe o algo, porque no paraba de moquear y tener poquísimas ganas de comer. Incluso hasta tuve un poco de fiebre el día antes de venirme. Pero la felicidad que me producía volver a Argentina era más grande que cualquier resfriado en mal tiempo.

Aterrice en Buenos Aires a las 16:00 horas, hice el peor viaje de mi vida. Estaba malísima, me dolía muchísimo la panza y tuve un pequeño mareo a la hora de despegar. Así fue como pise suelo Argentino, pálida como Edward Cullen, con mi bolsa de mano y mi gran maletón. Cuando veo venir a lo lejos a un grupo de personas corriendo hacia mí, como si fuera una estampida. Cuando me di cuenta tenía a unas diez personas a mí alrededor. Dos cámaras de video y otras tantas de fotos. Haciéndome preguntas que no descifraba con claridad, debido al atosigamiento que me producían esas personas. Pude vislumbrar intentando acercarse a mí, a mi rubia, junto a un tipo de dos metros de alto. Solo distinguí dos preguntas de unos de los periodistas que tenía pegado a mi oreja.

“¿Qué hay de cierto de tu separación por Peter Lanzani? ¿Son ciertos los rumores de infidelidad por parte de él tras tu ausencia?”

¿Pueden imaginar cómo me quede? O_O ¿RUPTURA? ¿INFIDELIDAD? Hasta ayer estaba todo más que bien, hable con él, me dijo que me amaba y me extrañaba ¿y ahora? Yo le iba a dar una sorpresa y la sorpresa me la lleve yo.
Otra vez la misma historia, otra vez lo que tanto temía volvía a suceder. Por la distancia volví a perder yo. Él me prometió que todo iba a estar bien y no cumplió, me traiciono. Me volvieron a traicionar, yo me enamore perdidamente de él, creí que lo que me decía de lo que sentía por mi era cierto y me mintió. Se burlo de mí, se burlaron de mí, de nuevo. ¿Cómo soportaría otra vez una separación?
Antes de que pudiera reaccionar sentí unas manos agarrándome por los brazos y sacándome de la muchedumbre. Por lo que vi, era el señor que estaba con Rochi. Mire al hombre y le pregunte “que pasaba” el señor nunca me contesto y si lo hizo yo no lo recuerdo, porque en ese momento mi mente se nublo, solo vi oscuridad y sentí un inmenso frio por mi cuerpo.
No sé el tiempo que paso, que volví a despertar, en una sala, acostada en una camilla y solo pude ver a Rochi a mi lado. Intente incorporarme y ella me detuvo.

-          ¡Quedáte quieta! –me volví a tumbar y otra vez la cabeza me daba vueltas- amiga, ¿te sentís mejor?
-          ¿Qué me ha pasado Ro? Había… -no pude seguir hablando porque me subió un asco por el estomago y eché todo lo que tenía por echar y más. Mi amiga al verme y en su estado le repugno tanto que se puso al compás mío. Nuestra situación era la siguiente, una rubia y una morocha con todos los pelos por la cara tapándonos y arrojando hasta la primera papilla. El señor que acompañaba a Rochi, que aun no sabía quién era, entró por el escándalo y el pobre señor no sabía a quién de las dos atender. Ahora recordamos esa anécdota y nos reímos, pero en el momento fue muy violenta. Tras unos minutos así y después de recoger algo del lio que armamos continuamos hablando…-

CONTINUARA...

GRACIAS POR FIRMAR ACÁ Y LEER!! YA SABEN UNA FIRMA Y SUBO MAS!! CREO QUE HOY SI PODRE SUBIR OTRO CAPITULO MAS EN UN RATO. POR ULTIMO PASEN POR EL FOTOLOG, QUE HABLO DE LA SEGUNDA TEMPORADA DE LA NOVE!!!

LAS QUIEROOO

FATY***


1 comentario:

  1. bueno llego el momento malo, me parece infidelidad, yo lo mato al tio jaja quiero otro

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