lunes, 26 de septiembre de 2011

Capitulos XXXIX, XL, XLI & XLII de "A pesar de todo"


CAPITULO XXXIX: TACTICA INFALIBLE

-          Tampoco fue tan mal ¿no? –le pregunte mirando a mi izquierda que era donde él se encontraba-
-          Cuando llegue tu viejo me corta las… -le tape la boca corriendo y con mi mano en la boca continuo hablando- no lo iba a decir –yo reí y me recosté en su hombro, recibí un lindo beso en la cabeza-
-          No te preocupes mi amor, ha sido la primera impresión. Hay donde ves a mi padre, alto, rudo y madero (policía) es un tiernito, en un par de días se le pasa. Tranquilo bebe –le di un beso en su hombro-
-          No se gorda… ¡deje a su nena embarazada viste! ¡Es mi ruina! ¡Tu viejo me odia! –yo reía, ante tal preocupación, pero sabía que el muy tonto lo pensaba de verdad-
-          ¡Ya está amor! ¡No lo pienses más!... y digo ¿no? –me incorpore un poco hasta alcanzar su cuello- nosotros planeamos algo para esta noche… -le empecé a dar besos en el cuello pero él se separo bruscamente- ¡ei! ¿Qué pasa? –incrédula-
-          ¡NOO! ¡Vos definitivamente querés dejar al garbancito huérfano! –su cara estaba completamente desencajada-
-          ¡Aii! ¡Tonto! ¡No digas eso! –me toque la panza- ¡garbancito tu no escuches a tu papá! Además ¿Por qué no quieres? ¡Si esta mañana estabas a full! –la verdad era que yo tenía muchas ganas de estar con él, las relaciones sexuales en un momento son necesarias y en ese momento yo estaba muy necesitada…xD-
-          Lali, ¿vos te crees que como me ha mirado tu viejo estoy dispuesto a hacer nada yo? Yo sé… yo se que él se va a oler que vos y yo nos hemos acostado otra vez, se le ve en la cara que es muy intuitivo… -su cara era un poema, con sus ojos abierto, haciendo señas con las manos. Les juro que me reí mucho no podía parar- no entiendo esa risa –yo continuaba riéndome – ¿podés parar y decirme de que te reís?
-          Gordo! ¿Tú te estás escuchando? Si lo hacemos no pasa nada… total ya estoy embarazada, no me puedo quedar otra vez –le dije obvia y partiéndome de risa-
-          ¡A! ¿sos muy graciosa no? –el continuaba con sus paranoias- seguro que estamos ahí…y se me viene a la cabeza la imagen de tu viejo – cada vez me tentaba mas, pero lo disimulaba y como sabia que él iba a continuar con sus delirios utilice mi mejor arma. Lo conocía y estaba segura que iba a volver solo. ¿Cuál es esa arma no? EL ENOJO. Me quede bastante seria y hablé-
-          ¿no quieres? –el no me contesto solo me miraba- ¡OK! ¡PERFECTO! –me dirigí del living que era donde nos encontrábamos hasta la cocina. Comí chocolate, que últimamente era una adicción. Me dirigí a mi cuarto ante la atenta mirada de él, ya que tenía que volver a pasar por el living. Hice todas las cosas que se hacen antes de irse a dormir y me fui a la cama. No pasaron más de cinco minutos, cuando siento a alguien tumbado a mi lado y una mano rodeando mi cintura. Su respiración cerca de mi oído y su cuerpo caliente pegado al mío, sin remera. Sintiendo su piel…-
-          Mi amor… -me susurraba al oído- ¿me perdonás? –ahora sí, lo tengo doblegado jeje! Yo seguía “enfadada” y me hacia la dormida- dale La… sé que no estás dormida, es técnicamente imposible, hace cinco minutos te acostaste –el malo me daba besos en el cuello me conocía y sabia que así me aflojaba- Dale bebe –me di vuelta para enfrentarlo-
-          Ahora yo soy la que no quiere Peter –dije simulando estar muy muy muy enfadada-
-          ¿Segura? –ahora bajaba a mi hombro desnudo por mi pijama de verano, esos escalofríos que me daba-
-          Si… -intentaba mantener la compostura ante ese placer. El dejo de besarme y yo me quede en un estado lamentable… pensé que iba a continuar hasta que aflojara yo por completo pero no fue así-
-          OK! –se dio vuelta prendió la luz y lo pude ver en bóxer…me mato… quito las sabanas finas que me tapaban, subió la remera de mi pijama y me volvió a mirar, yo no sabía qué locura se le había ocurrido- ¿vos no querés no? –yo no me conteste- yo le voy a dar las buenas noches a mi bebito o bebita –yo sonreí al instante y el igual. Definitivamente es la persona que más amo en la vida, aparte de esa personita que crecía en mi vientre. El se posicionó a la altura de mi panza y comenzó su charla con un besito en ella, que hizo que mi piel se erizara- garbancito… ¿Cómo andamos por ahí? –obviamente no espero respuesta- ¿sabes qué? Tu mamá se enfado hoy, es muy enojona ¿sabés? –hay le di un golpe en la cabeza despacito y me miro- ¡auch! ¡No te metás que estoy hablando con mi hijo!
-          Es mío también ¡eh! –y le saque la lengua como cuan niña chica, cosa que él me respondió. Después de ese gesto volvió a mi panza-
-          Bebe tu mamá es enojona y violenta… -me miro y lo mire mal- pero ¿sabes qué? ¡me vuelve loco! Es la mujer más buena, linda y perfecta que conocí en la vida –se le olvido chamullarme…jaja- me volvió loco desde el primer día en que chocamos nuestros autos. Tu mama es el amor de mi vida ¿sabes? –yo moría de amor- y es la mujer que me dio la alegría más grande de mi vida…vos –para ese momento estaba con mis lagrimas a flor de piel, el se despidió de su bebito- bueno garbancito, ahora sí, a dormir. Me voy a encargar de que tu vieja cambie todas esas lágrimas por una sonrisa. ¡Te amo hijo! –dio un beso en mi panza, puso mi remera en su sitio y volvió a enfrentarme- a vos también TE AMO, de apoco de acerco a mí y juntamos nuestros labios como hacía bastante rato que no lo hacíamos. Ese beso unido con mis pocas lagrimas que llevaban a una nueva aventura amorosa entre el amor de mi vida y yo-




CAPITULO XL: UNA VEZ MÁS

-          Bebe tu mamá es enojona y violenta… -me miro y lo mire mal- pero ¿sabes qué? ¡me vuelve loco! Es la mujer más buena, linda y perfecta que conocí en la vida –se le olvido chamullarme…jaja- me volvió loco desde el primer día en que chocamos nuestros autos. Tu mama es el amor de mi vida ¿sabes? –yo moría de amor- y es la mujer que me dio la alegría más grande de mi vida…vos –para ese momento estaba con mis lagrimas a flor de piel, el se despidió de su bebito- bueno garbancito, ahora sí, a dormir. Me voy a encargar de que tu vieja cambie todas esas lágrimas por una sonrisa. ¡Te amo hijo! –dio un beso en mi panza, puso mi remera en su sitio y volvió a enfrentarme- a vos también TE AMO, de apoco de acerco a mí y juntamos nuestros labios como hacía bastante rato que no lo hacíamos. Ese beso unido con mis pocas lagrimas que llevaban a una nueva aventura amorosa entre el amor de mi vida y yo-

Como era de esperar, ese beso iba a acabar una vez más con nosotros dos haciendo el amor. Pero no como otras veces, tenía un toque de cuidado por mi situación. Puedo jurar que nunca me imagine a Peter así. Si bien es cierto, que siempre fue un tiernito. Pero al principio de nuestra relación siempre estaba con las indirectas, con las cosas zarpadas y ahora esta mas que cariñoso y amoroso conmigo y con su panza como dice él.

Continuábamos besándonos, teníamos bastantes ganas acumuladas, pero el cuidado que estaba teniendo conmigo era inmenso. Con su mano acaricio mi contorno, hasta llegar al extremo de mi remera de pijama que subió despacio, volviendo a acariciar mi panza y subiendo hasta mis pechos, que estaban desprotegidos. Sentir su mano en mi pecho hizo que me estremeciera. Nos incorporamos para poder sacar mi remera. El me contemplo por unos segundos la mitad de mi cuerpo estaba al desnudo y por un momento sentí vergüenza y baje un poco mi cabeza. El tocando mi barbilla me hizo que lo mirara.

-          Sos hermosa, TE AMO
-          TE AMO –le susurre-

Volvió a mi boca haciendo un beso perfecto, lenguas desbordadas, movimientos de labios y cabezas más que coordinados. Volvió a acariciar mis pechos, mis pezones…haciendo que queden duros. Bajo a mi cuello y poco a poco a mis pechos, que los devoró con succiones, tocamientos, lengüeteo. Volvió a mi panza, que creo que ahora era su lugar favorito. La beso con delicadeza, por la parte donde están asentados los bebes. Llego hasta el extremos de mi short de pijama que lo saco sin más, llevándose con él mi prenda inferior. Me quede desnuda. En ese momento experimente algo nuevo por mis zonas inferiores. El estaba allí, muy entretenido…provocándome un placer inigualable. Nunca habíamos hecho una previa así, me hizo llegar a ese punto máximo con solo su boca en mis partes bajas.

Cuando acabo esa acción tan increíble, lo tenía otra vez frente a mí. Con una sonrisa gigante que rápido me contagio.

-          ¿Te gusto? –con mi respiración aun agitada sonreí-
-          Me fascinó –el me volvió a besar- ahora prepárate tú –le dije muy lanzada, el sonrió y me volvió a besar desesperado-

Quede encima de él, en un koala tumbados, el sentía todo de mi, aunque aun nos quedaba el impedimento de su bóxer, que debido a su reacción ante ese placer que me había otorgado antes había quedado pequeño y su amigo estallaba por salir de su bóxer.
Hice lo mismo que el, besando todo su torso trabajado, hasta llegar al extremo del bóxer, que quite sin ningún pudor, teniendo cerca su amigo muy levantado, a medida que le iba bajando esos bóxer, le daba pequeños besitos en su amigo. Él no se imaginaba que yo me iba a animar, pero lo único que pensaba en ese momento era hacerlo disfrutar tanto como él lo había hecho conmigo. Tras sacarle su bóxer, volví a su parte baja, hice lo que tenía que hacer, Peter gemía, disfrutaba de ese place que le estaba dando yo. Me decía entre gemidos que me amaba, que soy la mejor y todas esas cosas que dicen los hombres cuando están calientes jaja! Hubo momentos que sus palabras me hacían reír pero no quería que él se diera cuenta. No quería cortarle el rollo. Antes de continuar con esa acción y que el llegara a su clímax volví a su boca y ahora le pregunte yo.

-          ¿Te gustó? –le pregunté lo mismo que él me había preguntado antes, le sonreía picara y él me hizo su sonrisa entre respiración entrecortada. Me comió la boca-
-          ¡Sos increíble bebé! –le sonreí y entre besos y situaciones divertidas, risas sin sentido nos pusimos otra vez agitados-

Otra vez su cuerpo estaba arriba mío, besándonos muy agitadamente. Completamente desnudos. Nos tocábamos y besábamos por cada rincón del cuerpo del otro. Su miembro a las puertas del mío, amenazando con entrar. Nuestros cuerpos no daban para mas, mi parte intima estaba más que preparada para recibirlo y la suya idem, nuestros cuerpos necesitaban sentirse unidos una vez más. Esta vez no usábamos ningún tipo de protección, como en otras ocasiones. Antes de unirnos el paro el beso y me pregunto muy preocupado.

-          Mi amor, segura que podemos hacerlo y no le hará daño al bebé ¿no? –ante esa preocupación solo me salió darle un beso en toda regla-
-          No mi amor, no pasa nada. Te lo prometo. Pero… -estaba un poco avergonzada ante lo que le iba a decir- …cuídame bebe… -él volvió a besarme-
-          Siempre te voy a cuidar bebe… a pesar de todo lo que pase, siempre te voy a proteger y más en este momento. TE AMO.
-          TE AMO –dije sobre su boca-

Su cuerpo se posicionó correctamente, su pene se introducía lentamente en mí, provocándome esa sensación que había experimentado en la locura que hicimos en el aeropuerto. Ese orgasmo con solo penetrarme. La sensación más increíble de mi vida. Yo gemí, como era lógico, me estaba dando placer. El me miro sobresaltado.

-          ¿Te hice algo malo? ¡Me salgo! –pregunto exaltado, yo lo aferre a mi-
-          Volví a sentir lo mismo que en el aeropuerto –pude decirle entrecortada-
-          ¿Continuo no? –pregunto canchero, yo reí-
-          ¿Tú qué crees? –estábamos en una mezcla de románticos y lujuriosos. Otro beso se formo en nosotros-

Sus movimientos lentos, su piel rozándome haciendo que me ponga nerviosa y mis latidos se descontrolasen. Me estaba cuidando y eso me hacia estremecerme. Esta vez todo el trabajo lo hizo él, nunca cambiamos de posición, lo movimientos eran decididos, despacio, pegándonos mucho. Después de un buen tiempo en esa situación, los movimientos los hizo un poco más rápido pero siempre cuidándome. Ese clímax amenazaba con llegar, haciendo que nuestros gemidos se descontrolen y ponernos aun más agitados. Ese clímax llego, de la manera más increíble, sentir como se vaciaba en mí al igual que yo. Esa sensación otra vez increíble que no sentíamos desde hacía más de un mes. Espasmos por parte de ambos. Respiraciones reguladas, sonrisas plasmadas, miradas brillosas y el último beso que se formaba entre nosotros después de ese acto.


CAPITULO XLI: CHOCOLATADA CON CHOCOLATE

Sus movimientos lentos, su piel rozándome haciendo que me ponga nerviosa y mis latidos se descontrolasen. Me estaba cuidando y eso me hacia estremecerme. Esta vez todo el trabajo lo hizo él, nunca cambiamos de posición, lo movimientos eran decididos, despacio, pegándonos mucho. Después de un buen tiempo en esa situación, los movimientos los hizo un poco más rápido pero siempre cuidándome. Ese clímax amenazaba con llegar, haciendo que nuestros gemidos se descontrolen y ponernos aun más agitados. Ese clímax llego, de la manera más increíble, sentir como se vaciaba en mí al igual que yo. Esa sensación otra vez increíble que no sentíamos desde hacía más de un mes. Espasmos por parte de ambos. Respiraciones reguladas, sonrisas plasmadas, miradas brillosas y el último beso que se formaba entre nosotros después de ese acto.

Ambos recostados dándonos besos largos pero tranquilos, su brazo reposaba por detrás de mí, pegándome a él. Una de mis manos la tenia puesta en su torso que lo acariciaba hacía atrás, para tocar su espalda. Otra vez las sonrisas plasmadas en nuestros rostros, haciendo escenas divertidas en la cama, un mordisquito en mi labio por parte de él, un besito en su nariz, un rasguño en su lunar, besitos en mi oreja, cachete… momentos íntimos, perfectos tras hacer el amor, con su toque caliente.

-          Fue increíble hoy ¿no? –me pregunto mientras me daba esos mordisquitos en mi labio inferior que tanto me gustaban-
-          Si… hicimos cosas nuevas… ¡me muero de vergüenza te juro! –le dije apenada por lo que había ocurrido- no quiero que pienses que yo soy un… -me silencio con un beso-
-          ¡No pienso eso tontita! Además lo que vos y yo hagamos en la cama es nuestro, nadie se va a enterar. Y lo que se busca en estas situaciones es el placer propio y el darle placer al otro. Amor si hacemos cosas distintas o no en la cama es nuestro problema ¿¡dale!?  Yo soy tu gatito y tu mi gatita… agggg –hizo el sonido de un león y canturreo la cancioncita, no pude evitar reírme y volver a darle un beso. Me encantaba cuando era así tan natural y no a veces en las entrevistas y programas de TV que tenía que contenerse muchas cosas que pensaba- ¿se te paso ya la tontera que te agarro?
-          Mmmm ¡siii! TE AMOOOOOOOOOOOOOO GATITO –mi gatito me mordisqueo todo el labio-

Estuvimos un ratito mas así, hasta que me entró hambre y sed. Fui desnuda a la cocina, mientras él me piropeaba e iba detrás de mí, desnudo como yo. Tenía ganas de chocolatada y chocolate, empalagoso a más no poder. El me ayudó a preparar todo entre caricias en mi cola y besitos en mi cuello y nos fuimos al cuarto otra vez. Nos encontrábamos los dos semi recostados en la cama, mientras yo bebía, el comía chocolate, me lo estaba robando.

-          Que rico esta esto ¡por dios!–le dije bebiendo un sorbito de chocolatada-
-          Jaja! Amor disculpá que te diga, pero vos metes las escusas de los antojos para comer chocolate sin remordimiento –me decía entre risas-
-          Jaja! ¡Noo! ¡Qué dices! ¡Es cierto lo de los antojos eh! Y tú me los tienes que cumplir ¿estamos? –le dije quitándole el chocolate de las manos. Él me dio un besito con sabor a ese dulce manjar, que me podía mucho últimamente-
-          ¡Todo lo que vos quieras te cumplo! ¡Si tenés alguna fantasía erótica no dudes en llamarme eh! –levanto su ceja y me guiño un ojo-
-          Va a ser verdad lo que dice Barassi que you are prostitute? –nos reíamos de estupideces-
-          Only your prostitute –se me acercó despacio, canchero como él solo, me dedico una sonrisa compradora y se aproximó para darme un beso muy fogoso, pero otra vez volvíamos a lo cursi-
-          ¡Te amo! –le dije sobre sus labios-
-          ¡Yo a vos hermosa! ¡Sos única mi amor! –el último beso del día, ese día tan agotador, que acabo con ambos abrazados durmiendo desnudos como nos gustaba estar tras hacer el amor-

Dos semanas después…

Pasaron esas dos semanas sin darnos cuenta. Nos encontrábamos en su auto rumbo a Pinamar donde se celebraría la despedida de solteros y la boda de Criss y Nacho.
Viajábamos con Rochi y Pablo. Sin duda el viaje fue un desastre, debido al estado de mi amiga y al mío propio, teníamos que parar cada hora para hacer pis, eso sumado a que Rochi estaba haciendo un embarazo pésimo con vómitos. Yo por suerte me libre de ese síntoma. De vez en cuando me daban algunos mareos pero nunca llegaba a desmayarme y tampoco vomitaba, al contrario me agarraba mucha hambre y últimamente estaba muy fogosa…
Nos encontrábamos parados en las zonas de descansos que hay en las carreteras y Rochi y yo estábamos metidas detrás de unos árboles haciendo nuestra necesidad. Pitt y Pablo se reían de nosotras.

-          Dale gorda que no llegamos mas –me gritaba mi novio, yo salía de detrás de los árboles acomodándome bien el vestido-
-          ¡Mi amor es que no me entiendes! ¡No puedo remediarlo! ¡me hago pis encima! –le decía mientras llegaba a él-
-          ¡Ya se gordita! –me dio un piquito y toco mi panza, que aun estaba plana-  ¿garbancito, nos deja usted y su primito o primita llegar a Pinamar? –me mataba de ternura cada vez que le hablaba a su panza, todos los días el tiempo que estaba conmigo tenía que hablarle a nuestro chiquito o chiquita, aun era muy pronto para saber el sexo. A raíz de ese hermoso gesto le di un leve apretujón de labios. Un minuto después apareció Rochi, completamente pálida-
-          ¡Amiga que mala cara tienes! –intentaba ponerle un poco de onda a su situación, pero no lo conseguí-
-          ¡Ni me digas boluda! Que mal viaje estoy haciendo –Pablo que estaba baboso con su chica y su bebe, le abrazo y le dio un besito en su frente. Después le hizo tomar unas pastillas para los vómitos, que a pesar de estar embarazada era lo único que nosotras podíamos tomar. Volvimos a subir al auto, haber si podíamos llegar de una vez a Pinamar-

CAPITULO XLII: DUDAS

-          ¡Amiga que mala cara tienes! –intentaba ponerle un poco de onda a su situación, pero no lo conseguí-
-          ¡Ni me digas boluda! Que mal viaje estoy haciendo –Pablo que estaba baboso con su chica y su bebe, le abrazo y le dio un besito en su frente. Después le hizo tomar unas pastillas para los vómitos, que a pesar de estar embarazada era lo único que nosotras podíamos tomar. Volvimos a subir al auto, haber si podíamos llegar de una vez a Pinamar-

Tras cinco horas interminables, entre paradas e inconvenientes por parte de nosotras llegamos a Pinamar. Todo el grupo de amigos que normalmente nos juntábamos nos hospedaríamos en la casa de los papas de Nacho. Era una casa de campo, los papas de mi amigo se quedarían en la ciudad, para ultimar detalles de la boda y no tener que estar tanto tiempo en la carretera.

La casa era grande, decorada muy rustica, tenia piscina, un hermoso jardín y un lago detrás de ella, que atravesándolo te daba a un pequeño bosque. Pasaríamos en ese lugar unas mini vacaciones, con sol, playa y amigos. ¿Qué más se puede pedir?

Al llegar al lugar, el resto de mis amigos habían llegado. Los últimos fuimos nosotros, Rochi y yo bajamos del coche disparadas a los baños, sin saludar a los demás. Mientras los bombones que tenemos como novios descargaban todo y mis queridísimos amigos se reían ante nuestra situación. Salimos las dos a la misma vez del baño y parecía que mi amiguilla tenia mejor semblante, parece que la pastillita y el cambio de clima le habían hecho bien. Bajamos esas escaleras de mármol hasta llegar al living donde todos se encontraban.
Habían rifado las habitaciones y parecía que la suerte estaba de nuestro lado, ya que a Peter y a mí nos tocó una de matrimonio. Cada parejita fue a sus respectivos dormitorios a ordenar la maleta, es decir, Cris y Nacho en su dormitorio, Rochi y Poli, frente al nuestro. Ricardo y Belén, eran los que estaban más alejados,  Agus y Lorena (¡sí! La que se chapó a mi Peter, Agus y ella se pusieron de novios. La verdad que la mina no era un gato, era buena gente, aunque yo tenía mis parabólicas puestas. No quería llevarme una sorpresita…) Sebas, pobrecito mío estaba solito, aunque nos dijo que para la boda tenía acompañante, yo feliz por él y por ultimo Peter y yo en nuestro cuarto, con baño propio. Parecía esa casa un hotel.
Ambos en nuestro cuarto, lo primero que hicimos fue sacar la ropa que íbamos a ponernos en la boda, para que no se arrugara. Mientras comenzaba a deshacer las maletas el me agarro de la cintura, se encontraba por detrás mío.

-          Bebé, te diste cuenta que están son las primeras vacaciones que vamos a pasar en familia –gire de lo tierno que era mi hermoso argentino-
-          ¿Eres feliz mi amor? –últimamente pensaba esas preguntas, sabía que estaba feliz por la noticia del embarazo, pero no sé si era feliz conmigo-
-          ¿Qué preguntas son esa gallega? –pregunto extrañado, me di vuelta para enfrentarlo-
-          A veces… a veces pienso que no se… yo no sé si tú me veías como la madre de tus hijos… me pongo a pensar y sé que me cuidas, pero a lo mejor solo lo haces por nuestro hijo… -baje mi mirada- ¡soy una estúpida! –me dije a mi misma, el levanto mi rostro-
-          Mi amor, ¿no te demuestro que te amo? ¿dudas de lo que siento por vos? – yo lo mire con mis ojos cristalinos- cuando te beso, te acaricio, te hago el amor… no lo hago por nuestro hijo. Cuando digo que te amo, es porque de verdad lo siento, no por un cumplido hacia vos. –yo seguía con mis ojos aguados y un puchero notorio en mi rostro- y si es cierto que la noticia de ser padre fue choqueante al principio, pero yo siempre te vi a vos en un futuro conmigo, juntos, amándonos… -las lagrimas salían y el las cortaba antes de llegar a mi pómulo- no pienses mas eso mi vida. Yo soy feliz y sos vos la que me da felicidad, vos y ese garbancito que tenés en tu panza –como siempre, me saco una sonrisa, entre sollozos pude decirle-
-          TE AMO TANTO… no quiero perderte nunca –Él me abrazo-
-          Nunca me vas a perder –me susurro al oído- TE AMO MI VIDA

Ese beso que merecía la ocasión se formaba en nosotros, un beso tranquilo, pausado, las lenguas se recorrían las bocas despacio. Al cabo de un par de minutos el beso como era de esperar se hizo más fogoso. Yo últimamente tenía ganas siempre, mis hormonas estaban revolucionadas y él… es hombre… por tanto siempre está dispuesto a satisfacerme. Un beso mas fogoso, una mordida en su labio y él ya sabía dónde iba a acabar esa pequeña charla. Poco a poco caminábamos hacia la cama, íbamos a estrenar nuestro nuevo nidito de amor. Se acabo lo tierno y fui yo la primera en meter mano, por dentro de su camiseta, tocando ese torso que cada día estaba más trabajado ¡me quería matar este hombre! Saqué esa remera con un poco de desesperación y volví a su boca. El toqueteo por su parte había comenzado ¡y bien fuerte! Acariciando mi cola, con ese vestidito playero que llevaba, subió el vestido quedándome en ropa interior.
 Mi cola y mis pechos exuberantes que tenia por mi embarazo, estaban acostumbrados a ser tocados por él. Desesperadamente le saque el short de deporte que llevaba y el muy guacho ¡iba sin bóxer! Lo mire picara y le sonreí cosa que respondió, toque suavemente ese miembro que en minutos me iba a dar tanto placer… provocándole a él, que su respiración se agite y que me devore la boca, tirándome suavemente a la cama.
Un par de minutos más, donde me desprendió mi corpiño y atrapó mis pechos, con cuidado, porque la verdad me dolían mucho. Me hizo gozar con sus besos. Por último se encargo de sacar esa última prenda y se posicionó frente a mí. Aunque moría de ganas por volver a estar juntos, empecé un pequeño jueguito. Lo primero que hice fue cerrar mis piernas… sonreírle picara, y besar su cuello y su tremendo cuerpo. Rozando cada zona erógena que sabía que él no se podía resistir. Comencé tocando su parte inferior, tooodaaa esa parte. Aunque él seguía frente a mí, teníamos adoptada una postura para estar cómodos. Continué con sus pectorales, esos pezones que a pesar de que me prohibía hacerlo yo sabía que le gustaba, continué por su cuello, todo bien mojadito y termine por el lóbulo de su oreja. Lo notaba agitado y eso me encantaba. Mientras yo le comía su oreja el me susurro en el oído…

HOLA, HOLA!! UNA FIRMA Y SUBO MAS! GRACIAS A TODAS LAS QUE SIEMPRE FIRMAN!! RECUERDEN QUE HOY SUBO EL COMIENZO DE LA SEGUNDA TEMPORADA!! BESOOS

FATY***

1 comentario: