Capítulos I & II de "A pesar de todo"

Capítulo I: El último beso

DICIEMBRE 2010 (NOCHEBUENA). ESPAÑA

-No puedo creer lo que estoy viendo!!-perpleja-

-Espera, espera, Lali! No es lo que parece…ya sé que es una frase hecha pero es verdad, ¡déjame hablarte!

Lali, se dio la vuelta, lo miró…y le metió una gran bofetada en la cara, con tanta fuerza que hasta se lastimó la mano.

ENERO 2011 (AÑO NUEVO). ESPAÑA

Todos: 1 (uva), 2 (uva), 3 (uva)…11 (uva) y 12 (uva)…¡¡¡FELIZ AÑO 2011!!!

Toda la familia de Lali se saludó, ella estaba feliz por recibir el nuevo año…pero con un gran vacío…después de tantos años, lo mismo y este año tan distinto…

Como manda la tradición después de comerse las uvas y felicitar el año a toda su familia, tocaba salir toda la noche a una tremenda fiesta de fin de año o año nuevo, como quieran llamarlo.

Llego la hora de la quedada de todos los amigos en el mismo lugar de siempre, todos los años algunos de ellos llevaban el champagne y simple vasos de plásticos (porque siempre la quedada era en un parque para luego irse a la disco para celebrar la noche).

Todos se saludaban, se abrazaban, se elogiaban (mas a las chicas), lo lindas que estaban…hasta que llego el turno de Lali y él, el chico que la había acompañado por etapas muy importantes de su vida.

-¿Podemos hablar?

Ella ya tenía sus propósitos para el nuevo año, y tenía que empezar a cumplirlos.

-Sí, ya es tiempo de hablar. Pero creo que no es un buen lugar, sino te importa, prefiero que hablemos durante un tiempito, tú y yo solos y luego ir a la fiesta…¿Te parece?

-Está perfecto, vamos entonces, traje el coche.

Ambos se subieron al coche de él y decidieron ir a una zona más tranquila para hablar y que nadie pudiera molestarlos…

Una vez ubicados en la zona que iba a ser testigo de una charla tan importante, ella decidió romper el hielo.

-Está bien, empiezo yo…primero quiero decirte, que no te voy a negar que he estado mal durante esta semana por eso no quería salir, ni hablar contigo…pero estuve razonando, pensando, analizando todo este tiempo y he podido “entender” de alguna manera lo que nos ha pasado, y, que es cierto que la distancia no es buena para las relaciones, por ende, la única solución, que habrás deducido, es de terminar con esto. En realidad, hace una semana que esto acabó oficialmente-por suerte en todo mi discurso él nunca me interrumpió. El chico quedó mudo y las lágrimas comenzaban a caerle, cosa que muy pocas veces había pasado.

-Puedo explicarte, lo que paso…

Lali interrumpe.

-Pero es que no quiero que me expliques, yo ya “pude entender” que esta relación no iba a mas y que hace mucho de eso ya SAMUEL ¿o no?-apenada.

-Pero Mar yo te sigo queriendo-lloraba

Ella intentaba contenerse pero las lágrimas no se lo permitían

-Yo también te quiero, pero sabes que el amor, ya no está más…solo te quiero hacer una pregunta-me miro para que prosiguiera-¿Estas enamorado de ella, no?

Samuel no se atrevía a mirarla seguía cabizbajo mirando hacia el volante.

-Samuel, ¡mírame!-le giro la cabeza-contéstame, solo necesito que me respondas…¿estás enamorado?

El chico seguía con lágrimas en los ojos.

-Sí, pero te juro que nunca te quise ser infiel, que nunca quise lastimarte, paso…no sé cómo…pero se dio sin aviso…nos conocimos allí y empezamos como buenos amigos, y después se me fue de las manos…pero también te quiero a ti…

La chica sentía que su corazón no aguantaba más, pero ella lo entendía, así fue como le contesto a él y después de darse el ULTIMO BESO, de esa relación tan duradera, intentaron quedar de la mejor manera, pero sin mucho acercamiento (no eran masoquistas, para verse sufrir mutuamente).

Así pasó ese tiempo de Navidad, hasta que a mediados de enero él volvía a Italia, (donde trabajaba y había conocido a la chica) y ella a la ciudad donde estudiaba, Madrid, pero por poco tiempo, solo le quedaban un par de meses para acabar su carrera universitaria. En abril seria una graduada.

Capítulo II: El choque y la protección

MAYO 2012. 20:00 horas. ARGENTINA

Nerviosa bajé las escaleras de mi departamento, abrí el auto, metí las llaves al contacto y puse primera para salir del estacionamiento.

Dos minutos después, suena un gran golpe, que provoca una peligrosa frenada por ambos autos.

-¡¡¡AAAAAAAAAAAAAA!!! ¡¡¡¡L.P.M.!!!!

Bajé rápido del auto, puteando en veinte idiomas al que provoco el golpe.

-¡Uy! ¡Disculpáme!, ¿estás bien?

-¡¿ESTOY BIEN?! ¡ME ESTAS JODIENDO! ¡¡NOS HEMOS PODIDO MATAR!! –muy sacada –

-¡BUÉ! ¡TAMPOCO PARA TANTO!

-TAMPOCO PARA TANTO, ¿ME DICES?, CLAAROOO COMO EL SEÑOR VA HABLANDO POR EL MOVIL MIENTRAS MANEJA… - irónica – ¡ÉSTA ES LA PUTA CIUDAD SIN LEY! – gritando –

 Le decía esto mientras miraba el choque y los desperfectos que tenía mi auto, sin reparar en la persona con la que había chocado.

-¡Bueno discúlpame no te vi salir!

Lo miré por primera vez y me sorprendí mucho, había chocado con un caño ¡MAL! Pero la bronca que tenía, unido con las prisas no me dio tiempo para ser un poco más amable, peerooo el chico estaba bueno…!

-¿Podés sacar tus papeles del auto, para todas las cosas del seguro?- me pregunto el chico-

-¿Qué?...em… ¡no!, me tengo que ir, ¡tengo muchísima prisa y es urgente! – un poco más calmada –

-El chico me interrumpió – ¡Pero tenemos que arreglar esto! - mirando el auto –

-Si! Pero no tengo tiempo… - nerviosa –

-Ok! Entonces pará! Me das tu numero y mañana hablamos – el bombón propuso la solución más adecuada

- Si! ¡Pero rápido!

Le di mi número de celular…

-¿Tu nombre? – me pregunto –

- Mariana! Dale! Hazme una perdida que me tengo que marchar!

El chico obedeció, no le quedaba de otra, la culpa había sido de él, por manejar hablando por teléfono.

-¿Me puedes apartar tu coche? – ironicé, y con cara de pocos amigos –

- Si obvio – me dijo de mal modo –

[Encima que me chocó él, ¡es estúpido!...todo no lo puede tener no? –pensamiento de Lali-]

Salí rápido del aparcamiento y me dirigí a mi lugar de destino.

EDIFICIO SS.SS.

Entre al edificio como alma que lleva el diablo y podía notar que los nervios y la tensión en el lugar era muy notoria.

-Dale boluda! ¿Como tardaste tanto? – esa era mi mejor amiga, Rochi.

-No, Rochi! No sabes lo que me pasó! Choque con el auto, bueno en realidad me chocaron…

-¿Qué? – sobresaltada – ¿pero estas bien? – muy preocupada –

- Sisisi… ¿está adentro? – no quería perder más tiempo – ¿el nene?

-El nene ahí – señalando tras mío –  y ella sí que está adentro.

Fui directamente a mi oficina, luego me ocuparía del nene. Mi oficina no era muy grande, constaba de un escritorio, con su silla, un par de adornos, un par de sillas más, y aparatos electrónicos encima de la mesa, ¡ah! y papeles por todos lados, soy muy desordenada, pero “dentro del desorden, encuentro mi orden” ese es mi lema. Sentada en una de las sillas, estaba ella…

-¿Qué pasó? – dirigiéndome deprisa a donde se encontraba la mujer para abrazarla –

-No aguante mas… lo deje, lo abandone…me quería matar Lali! – llorando desconsoladamente –

-Tranquila Camila… ya, ya pasó… - alentándola –

Pasaron unos minutos hasta que la mujer pudo tranquilizarse.

- Bueno, cuéntame que paso… - seguí con mi interrogatorio –

-  Fue horrible, te juro Lali, nunca lo vi así…y encima adelante del nene…nunca lo había hecho delante de él, y si estoy así no es por lo que me pudo hacer a mi, sino por lo que le pudo hacer a él…a su propio hijo… - Camila me contaba todo lo ocurrido entre lagrimas
-Ya esta, tranquila... ahora estas a salvo y ya no te va a poder hacer nada, ahora tenemos más que pruebas para que no salga jamás de la cárcel, la ley esta a tu favor Camila, y el no va a conseguir nada. – mirando el rostro golpeado y los brazos de la mujer –

Estuvimos como una hora más hablando, no era mi labor, ya que no era psicóloga, pero una virtud, o al menos pienso yo que lo es y que me caracteriza, es saber escuchar y aconsejar  a los demás.

La psicóloga llegó, ahora era ella la encargada de tratar a Camila, mi trabajo había concluido, por ahora, ahora me encargaría de que esa familia intente ser feliz, pero sin el padre…

-Aquí llego la psicóloga Cami, ella te va a ayudar a tranquilizarte. Te dejo con ella un ratito ok?

-Pero mi hijo… donde esta?

-Afuera, si quieres puedo llevarlo a cenar, yo me ocupo de él, no te preocupes.

-Ok! Gracias, gracias de verdad…

Le abrace con una sonrisa forzada intentando mantenerla tranquila.

Al salir de la oficina, volví a encontrarme con Rochi, ella estaba jugando con el niño.

- Rochi, lo voy a llevar a cenar vale? Tú te quedas haciendo todos los tramites?

-  Si obvio, no te preocupés porque ya hice algunos. – me hizo señas, como que ya había llamado a la policía y ellos se habían encargado de ir a buscarlos. Ahora se encontraba entre rejas, hasta la salida del juicio

Me puse a la altura del niño para hablarle.

-Marco mi amor, ¿quieres cenar? – asintió – ¿quieres venir conmigo a cenar? – volvió a asentir – Te gusta McDonald?

-SHIIIIIIII!!! – me contesto más animado –

El nene estaba bastante asustado y triste por lo que había presenciado, tener en tu cabeza a tu viejo golpeando a tu mamá no tiene que ser muy bonito…

Pero al fin y al cabo, era eso, un nene, un bebe de 4 años y nombrarle este tipo de cosas, como ir a Mc, le hacían sonreír y recuperar la alegría.

-¿Vamos mi amor? – dándole la mano –

Ambos nos fuimos despidiéndonos de Rochi.

Por el camino…agarrado de la mano…ya que McDonald estaba cerca e íbamos caminando. Ese camino me iba a servir para saber cómo se encontraba el niño y ayudarlo, ese era su verdadero trabajo… ayudar a los más indefensos.

-Marco, gordito estas bien?

-Shi…vamo a Madonal?

- Sí, claro

Un silencio, y después de ese silencio ya sabía lo que venía…

-Mi papá se enfado musho…le detó (retó) a mi mamá y sho me aduste?

- Bueno mi amor, pero no pasa nada, porque tu ya estás aquí conmigo y mamá está bien, además esas son cosas de grandes.

Pasamos por el medio de un gran parque, me puse otra vez a su altura y le seguí hablando, no podía permitir que volviera a recordar eso, si no le marcaria para toda la vida.

-Gordito, tú tienes que estar tranquilo ok! No debes asustarte por mamá y por las peleas de ellos, porque son cosas de grandes y tú tienes que pensar que tu mamá y tu papá te aman mucho, aunque ellos discutan.

-¿Pedo mi papá no es malo vedad? – me preguntó inocente, como lo que caracteriza a un chiquito –

La pregunta del millón y… no me quedaba más remedio que mentirle…es muy chiquito todavía y no se da cuenta de las cosas…no le puedo decir que su padre es un H.d.P que maltrata a su mama física y psicológicamente.

-  No mi amor…el…el… te ama mucho… y ya está! No vamos a ponernos tristes ok! Porque vamos a ir a Mc, a comer una rica hamburguesa…vamos a ir al pelotero…

-¿¿Al pedotero?? – me dijo feliz – yo asentí simulando felicidad, nadie me gana a actor – BIEEEENNN!!! ¡¡Vamo, vamo dapido (rápido)!! – halándome de la mano –

En 10 minutos llegamos a Mc, tardamos mas, porque Marco iba caminando muy despacio y parándose en todos lados. Era normal.

No pusimos en la fila para pedir…iba realmente lenta. Cuando llevábamos como 10 minutos esperando, Marco empezó a cansarse.

-¿Me cogés? – me dijo con pucheritos, yo me lo comía de tierno que era –

-Si, obvio mi amor, pero un ratito porque ya eres grande y pesas eh!

Lo subí aúpa y mientras el niño me abrazaba yo sentía que hacia gesticulaciones con la cara, lo mire y empezó a reírse…

-Es él… - señalando tras de mí –