domingo, 20 de mayo de 2012

CAPÍTULO 7

LES QUIERO DECIR ALGO... YO SE QUE ESTA NOVELA ES UN POCO LIOSA, PERO SI DE VERDAD QUIEREN SEGUIR LEYENDOLA HAGANMELO SABER, PORQUE YO EMPIEZO CON LOS EXAMENES Y SI USTEDES NO LEEN NO ME MOLESTO EN PUBLICAR









CAPITULO 7


Lali estaba de pie bajo la lluvia, mirando fijamente la pequeña y destartalada casa de Lassiter Avenue que constituía su última esperanza. La pintura blanca se estaba desconchando, los pocos y esqueléticos arbustos que había necesitaban urgentemente una poda, el patio cubierto de hierbajos tenía aspecto de no haber sido segado en todo el verano, y el tejado que caía sobre el porche de entrada se veía hundido. La rejilla de la puerta estaba medio arrancada del marco en un lado, y había una ventana que lucía una gigantesca grieta. En su favor había que decir que el pequeño patio trasero estaba vallado. Lali se esforzó por encontrar más cosas buenas en aquella casa, pero no halló ninguna. Lo único, es que estaba libre.

Permítame que busque la llave, y entraremos —dijo la dueña, la señora Phipps, al tiempo que revolvía en su voluminoso bolso. La señora Phipps no alcanzaba el metro y medio de estatura, era casi igual de ancha que de alta, y llevaba el pelo peinado... o quizás es que le crecía así... en enormes bucles blancos que parecían tenues nubes. Subió resoplando a la acera rota y salvó un tramo que había desaparecido del todo.

—No es nada lujosa —advirtió, aunque Lali se preguntó por qué creía necesario advertirla de nada—. Sólo tiene una salita, una cocina, dos dormitorios y un cuarto de baño, pero E.B. y yo criamos aquí a dos hijos sin ningún problema. Al fallecer E.B., mis hijos me compraron una autocaravana y la pusimos en la parte de atrás de la casa de mi hijo mayor, así tengo alguien cerca por si me pongo enferma o algo. Pero no he querido desprenderme de esta vieja casa. Fue mi hogar durante mucho tiempo. Además, el dinero de la renta ayuda.

El hundido porche de madera pareció ceder un poco más bajo el peso de la señora Phipps; Lali permaneció detrás de ella, por si necesitaba su ayuda en caso de que se cayera. Pero la señora Phipps alcanzó la puerta sin incidentes y se puso a forcejear con la recalcitrante cerradura. Por fin giró la llave, y dejó escapar un gruñido de satisfacción.

Ya está. Lo limpié todo después de que se marcharan los últimos inquilinos que estuvieron aquí, así que no tiene que preocuparse por la suciedad ni nada parecido.

La casa, en efecto, estaba limpia, tal como observó Lali con alivio al entrar. Olía a rancio, claro, pero era porque estaba vacía, no de suciedad.

Las habitaciones eran pequeñas, la cocina apenas lo bastante grande para que cupiera en ella una mesa pequeña y dos sillas, y no logró imaginarse lo abarrotada que habría estado con una familia de cuatro miembros. Los suelos eran todos de linóleo agrietado, pero se podrían tapar con alfombras. El baño también era pequeño, pero en algún momento habían sustituido la bañera por un conjunto de bañera y ducha de fibra de vidrio azul que no hacía juego con el lavabo y el inodoro blancos. Un calentador pequeño sobresalía de la pared.

Lali paseó en silencio de nuevo por las habitaciones, intentando imaginarlas con lámparas, cortinas y muebles acogedores. Si se quedaba con la casa, tendría que comprar aparatos de aire acondicionado para las ventanas, alfombras para los suelos, electrodomésticos para la cocina y muebles para el salón. Para el dormitorio ya tenía sus muebles, gracias a Dios, pero a no ser que comprase lo más barato que encontrara, iba a gastarse unos seis mil dólares en volver aquel lugar habitable. Menos mal que no vivía en una parte del país en la que la vida estuviera cara, de lo contrario se estaría enfrentando a un gasto de por lo menos del doble de aquella cantidad. El dinero lo tenía, aquél no era el problema, pero jamás se había gastado una suma tan grande en toda su vida. Sólo de pensar en ello, se le encogió el estómago de pánico.

Podía gastarse aquel dinero, o podía quedarse en casa de su madre y vivir allí hasta que se hiciera vieja y se muriera. Sola.

Me la quedo —dijo en voz alta, una frase que le sonó extraña y lejana, como si la hubiera pronunciado otra persona.

El regordete rostro rosado de la señora Phipps se iluminó.

—¿De verdad? No pensaba... Es decir, no parecía usted ser de las que... Esta calle era antes decente y agradable, pero el vecindario ha decaído y... —Se quedó sin fuerzas, incapaz de expresar su sorpresa.

Lali lo comprendió. Tan sólo una semana antes —¡cielo santo, incluso ayer mismo!— ella tampoco se habría imaginado a sí misma viviendo allí.

Tal vez estuviera desesperada, pero no era patética. Se cruzó de brazos y puso su mejor cara de bibliotecaria.

El porche de la entrada necesita urgentemente una reparación.

Me encargaré yo por usted, sí quiere, siempre que descuente el coste de la reparación de la cuota del alquiler.

La señora Phipps también se cruzó de brazos.

—¿Y por qué iba yo a hacer eso?

—Dejará de cobrar esa parte de la renta en efectivo, cierto, pero a la larga su propiedad tendrá más valor y podrá cobrar un alquiler más alto la próxima vez.

Lali esperaba que la señora Phipps fuera de las que ven las ventajas a largo plazo, en vez de pensar sólo en el dinero de la renta. No tenía ni idea de cuánto iban a costar las reparaciones, pero el alquiler costaba sólo ciento veinte dólares al mes, de modo que la señora Phipps quizá se pasaría varios meses sin ingresar renta alguna.

No creo que pueda pasarme sin ese dinero extra durante tanto tiempo —dijo la señora Phipps, titubeante.

Lali pensó a toda prisa.

—¿Y qué le parece cada dos meses? ¿Le vendría bien así? Yo pago las reparaciones ahora; luego pago renta un mes sí y otro no hasta que recupere mi dinero. O usted paga las reparaciones y aumenta la renta un poco.

La señora Phipps cambió el peso de una pierna a otra.

No tengo tanto dinero para andar tirándolo. De acuerdo, lo haremos a su manera. Pero lo quiero por escrito. Y también quiero la renta del primer mes; después empezaremos con lo de los meses alternos. Tampoco está incluido ninguno de los gastos de agua y luz.

Por ciento veinte dólares al mes, Lali no contaba con que estuvieran incluidos. Sonrió abiertamente y le tendió la mano.

Trato hecho —dijo, y ambas se estrecharon la mano.

Es más bien pequeña —comentó tía Gimme a la mañana siguiente cuando ella y la madre de Lali inspeccionaron la nueva guarida de la joven.

Quedará perfecta —replicó Majo, tenaz—. Una mano de pintura y unas cortinas bonitas obrarán maravillas. De cualquier modo, no vivirá aquí mucho tiempo, dentro de nada conocerá a alguien especial. Lali, cariño, si hay algo en el desván que quieras llevarte, no tienes más que cogerlo. —Echó otro vistazo a la casita—. ¿Qué tipo de decoración tienes en mente? —preguntó dubitativa, como si no se le ocurriera nada que mejorase de verdad el aspecto de la casa.

Cómoda y acogedora —contestó Lali—. Esto es demasiado pequeño para intentar otra cosa. Ya sabes, sillones sobrecargados con perros afganos tumbados en ellos, esa clase de cosas.

Hum —dijo tía Gimme—. El único perro afgano que he visto no era capaz de quedarse quieto en un sitio a no ser que lo amarrases. Es el perro más tonto del mundo.

Todas rompieron a reír suavemente. El sentido del humor de tía Gimme tendía al absurdo, y tanto Lali como su madre disfrutaban enormemente con aquellas fantasías.

Sí que vas a necesitar un perro —dijo Majo de pronto, mirando alrededor—. O barrotes en las ventanas, y un sistema de alarma.

Los barrotes y el sistema de alarma sumarían otros mil dólares a la montaña de gastos. Lali dijo:

Buscaré un perro.

Además, un perro hacía compañía. Nunca había vivido sola, de modo que un perro le ayudaría a suavizar la transición. Sería agradable tener un animal doméstico; habían pasado ocho años —¡Dios santo, cuánto tiempo!— desde que murió de viejo el último animal de compañía de la familia.

—¿Cuándo piensas trasladarte? —inquirió tía Gimena.

No sé. —Dubitativa, Lali miró a su alrededor—. Hay que dar de alta la luz y el agua, pero eso no llevará mucho tiempo. Tendré que comprar electrodomésticos para la cocina y esperar a que me los traigan, buscar muebles y alfombras, poner cortinas. Y pintar. Está claro que la casa necesita una mano de pintura.

Majo respiró hondo.

Una buena casera habría pintado después de que se fueran los últimos inquilinos.

—La renta es de ciento veinte dólares al mes. Pintar la casa no entraba dentro del trato.

He oído decir que Buck Latham está aceptando encargos para pintar los fines de semana para ganarse un dinero —dijo tía Gimme—. Esta noche lo llamaré para ver si puede venir.

Lali presintió otro sablazo en su cuenta bancaria.

De la pintura puedo encargarme yo misma.

—No, no puedes —dijo tía Gimme con firmeza—. Estarás bastante ocupada.

—Bueno, sí, pero aun así tendré tiempo...

—No, no lo tendrás. Vas a estar ocupada.

Lo que Gimena quiere decir, querida, es que hemos estado pensando y opinamos que necesitas acudir a un asesor de imagen.

Lali las miró boquiabierta y seguidamente reprimió una carcajada.

—¿Y dónde se supone que voy a encontrar uno? —No creía que Wal—Mart contara con un asesor de imagen en plantilla—. ¿Y para qué necesito que alguien me diga la imagen que quiero tener? Ya he pensado en eso. Quiero que Wilma me corte el pelo, y que tal vez me dé unos reflejos, y luego me compraré cosméticos...

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CAMI @caparatodos: ¡PRIMERA EN FIRMAR! te quiero gorda...

FIRMEN, SI QUIEREN... ES VUESTRA ELECCIÓN

LAS QUIERO

FATY***

22 comentarios:

  1. Muy bien por lali q consiguió hogar, q feo q te digan q necesitas un asesor de imagen, tan mal estoy ?? jaja Más nove!

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  2. Espero el proximo cap!
    Un beso
    Juli♥

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  3. vamos!!! casa nueva, preparando ese cambio de imagen.... se viene la nueva Lali =)

    esperando mas Faty =P besos!!!!!

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  4. PERO CLARO QUE NOS GUSTA LA NOVELA ES HERMOSA ME ENCANTA QUIERO MAS CAPITULOS PORFIS SON UNA GENIA AHORA ASESOR DE IMAGEN ME ENCANTARIA AJAJAJAJ UN BESO LUNDURA
    DULCE

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  5. Lina (@Lina_AR12)21 de mayo de 2012, 0:42

    Yo la seguire leyendo mientras la subas,a mí me gusta,recien estácomenzando,se está planteando la historia,es cuestión de tener paciencia ,ya vendrá la acción,primero hay q plantear la situacion.Yo propongo q la sigas pero verás vos de acuerdo a tu tiempo!Lo q decidas está bien!

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  6. me gusta la novela ami, es un liosa pero se puede leer lo más bien. Me encata esto de que lali quiera cambiar pero no se si necesita un acseor de imagen
    espero el proximo
    beso

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  7. Boe... casita al fin, un poco destartalada; pero seguro quedará con onda; me suena que Gime es un as en eso!!
    Quiero más!!

    Faty, please seguí subiendo la nove, somos pocas las que te firmamos, si; pero fieles; o no?...jejeje

    Besos
    Lore

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  8. No dejes de subir por favor :( si nos gusta :)

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  9. Yo si k la quiero.En estos caps ya se va desliando algo, y se entiende mucho mas,sino fuera un poco liosa al comienzo ,no tendria fundamento.Ahora tu manejas tus tiempos,y si los necesitas para los estudios,te estaremos esperando.

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  10. Cambio d imagen,vivir sola,un perro,se esta renovando totalmente,solo falta k le eche el ojo ,al jefe d policia, y cartoncito lleno.Para el pleno ,falta aun k se desarrolle mas,jajaja.

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  11. Si segui con la nove !!!
    Un beso

    leti2311

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  12. Claro que quiero Nove, es preferible entender lo que le sucedió que ir a la acción además me gusta saber todo lo referente al cambio de Lali, ya me la imagino luego hecha toda una diosa y teniendo a varios hombres a sus pies jaja:).
    Ruthy_lu

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  13. hey yo quiero nove!!! claro que la quiero..pero tambien entendo que tenes tus cosas que hacer y que te moleste que quien lee no firme y que vos pierdas tu tiempo en eso, ademas que ahora te empezan los examenes... yo quiero seguir leyendo igual...quiero saber como va a cambiar lali, y la tia y la madre no le dejan hacer nada pobre ajjaj ya va a cambiar! no veo la hora de leer mas! besos Giulia

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  14. mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas mas

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  15. nove nove nove nove nove nove nove nove nove nove

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  16. ya quiero leer otro cap.

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  17. mmmm me parece que la mamá y la tía la quieren emparejar YA con alguien jaajaaj :P Me encanta! y más que de este paso... MAS NOVE MAS NOVE! Te quiero! ;) besitos

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  18. Jjaajaja Un Acesor De Imagen
    Quiero Mas Nove..

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