A LAS 133 PERSONAS QUE VOTARON POR LA ADAPTACIÓN COMENTEN...
¿LES ESTA GUSTANDO?
A PARTIR DE ESTE CAPÍTULO COMIENZA LO BUENO...
ESTA LALI ES MUY ESPECIAL....
CAPITULO 5
Aquellos pisos
feos le iban pareciendo mejores por minutos.
Marcó el número
que figuraba en el anuncio. Una vez más, el teléfono sonó y sonó. Se preguntó
si el encargado también tendría artritis en las rodillas.
—Diga.
Era una voz de
hombre, soñolienta.
—Lo siento, ¿lo he despertado?
Lali miró el
reloj que tenía encima de la mesa; las nueve y diez. ¿Qué encargado era, para
estar todavía en la cama?
—No se preocupe.
—Llamo por el anuncio del alquiler...
—Lo siento. Ayer se alquiló el último.
Y el hombre
colgó.
Maldición.
Frustrada, se
quedó mirando el periódico. Le quedaba la casa de Lassiter Avenue, el dúplex en
que vivían los Farris y la caravana situada en la parte problemática del
pueblo. El dúplex era impensable.
Ya no podía
echarse atrás, de lo contrario jamás podría volver a mirarse al espejo. Tenía
que continuar hasta el final. A lo mejor la caravana o la vivienda de Lassiter
Avenue no estaban demasiado mal. No le importaba que el barrio fuera pobre,
siempre que no resultara peligroso, con traficantes de droga acechando en cada
esquina y disparos silbando en medio de la noche.
Estaba bastante
segura de que si hubiera habido disparos silbando por Hilisboro, de día o de
noche, se habría enterado.
La discreta
campanilla que colgaba encima de la puerta sonó al entrar una persona en la
biblioteca. Lali se levantó y se alisó la falda, aunque no por ello mejoró su
aspecto. Era la única que trabajaba hasta el mediodía, porque rara vez venían
visitantes por la mañana. La mayor parte de la actividad tenía lugar por la
tarde, cuando ya había terminado el colegio, aunque por supuesto en verano
cambiaba la pauta. La mayoría de la gente seguía viniendo a primeras horas de
la tarde, quizá porque durante las mañanas, relativamente frescas, estaba demasiado
ocupada en otros menesteres. A las doce llegaba Kika Collini y trabajaba hasta
la hora de cerrar, las nueve, y además Shannon Ivey hacía media jornada de
cinco a nueve, de modo que Kika nunca se quedaba sola de noche. La única que
permanecía largo tiempo sola era ella, pero suponía que era porque sobre su
persona pesaba una mayor responsabilidad.
—¿Hay alguien? —tronó una voz grave antes de que Lali pudiera salir de
su pequeño despacho situado detrás del mostrador.
Se plantó en
dos pasos fuera, un poco violentada por el hecho de que la gente gritara en el
interior de una biblioteca, aunque en aquel momento no hubiera otras personas
presentes. Al ver quién era el recién llegado, frenó brevemente y a
continuación dijo en tono resuelto:
—Claro que sí. No hay necesidad de gritar.
Al otro lado
del arañado mostrador de madera, con aire de impaciencia, se hallaba el jefe de
policía Peter Lanzani. Lali lo conocía de vista, pero nunca había hablado con
él y deseaba no tener que hacerlo ahora. Francamente, no tenía muy buena
opinión del jefe que había escogido el alcalde Nolan. Aquel hombre tenía algo
que la ponía nerviosa, pero no sabía exactamente qué. ¿Por qué no había podido
escoger el alcalde a una persona de allí, alguien que ya formara parte de la
policía? Lanzani era un forastero, y a juzgar por lo que ella había visto en
las reuniones municipales, no tenía reparo alguno en abusar de su autoridad.
Era fácil detestar a un matón.
—Si hubiera alguien a la vista, no habría
gritado —replicó en tono tajante.
—Si no hubiera alguien aquí, la puerta no
estaría abierta —contestó ella en el mismo tono tajante.
Empate.
Físicamente, Lanzani
era un hombre apuesto, si a una le gustaban los tíos cachas de cuello grueso y
hombros anchos y oblicuos. Lali no era tan tonta como para suponer de forma
automática que todo tipo atlético era también idiota; aun así, éste nunca le
había llamado la atención. Tenía que haber algo narcisista en un hombre que
trabajaba lo suficiente para conservar aquellos músculos, ¿no? No sabía qué edad
tenía; su rostro carecía de arrugas excepto por unas patas de gallo que le
salían alrededor de los ojos, pero su cabello corto, aunque en su mayoría
oscuro por la parte de arriba, mostraba ya algunas canas. En cualquier caso,
era demasiado viejo para dedicar horas a levantar pesas. Tampoco prestaba
atención a la masculina arrogancia de su mirada, ni a aquellos labios carnosos
que siempre parecían estar a punto de sonreír burlonamente. ¿Quién se creía que
era, Elvis? Además, era un yanqui —había sido policía en Chicago o en Nueva
York, Lali había oído ambas cosas— de modales bruscos y rudos. Si hubiera
tenido que luchar por obtener el cargo, tal como hizo el sheriff del condado,
jamás habría sido elegido.
Lali reprimió
un suspiro. Formaba parte de una minoría en lo referente a su opinión de aquel
tipo. El alcalde Nolan lo apreciaba, el ayuntamiento lo apreciaba, y, según lo
que había oído por ahí, la mayoría de las mujeres solteras opinaban que era el
no va más. Así que tal vez estuviera equivocada en aquel sentimiento instintivo
de repulsión que experimentaba hacia él. Tal vez. Se recordó a sí misma que era
propio de personas amables tener una mente abierta, pero aun así se alegraba de
que el mostrador estuviera entre ella y él.
—¿En qué puedo servirle? —preguntó en su mejor tono de bibliotecaria, práctico
y amistoso a la vez. Trabajar para el público era toda una ciencia, sobre todo
en una biblioteca. Había que animar a la gente, porque, naturalmente, uno
quería que leyesen, pero al mismo tiempo era necesario inculcar un sentido de
respeto hacia el lugar y hacia los demás clientes.
—Quiero apuntarme a la biblioteca virtual.
–No podía haber dicho ninguna otra cosa mejor que aquélla para provocar una
sonrisa radiante en el rostro de Lali. Su valor subió automáticamente varios
puntos. Ella estaba orgullosa, y con razón, de la biblioteca virtual de aquel
estado. Alabama era el primero del país en aquella cuestión. Cualquier
ciudadano del estado podía registrarse en la biblioteca que quisiera y gozar de
acceso desde su casa por la red a miles de periódicos, revistas, artículos,
enciclopedias, material de investigación, publicaciones médicas y cosas así.
Algunas de las categorías iban dirigidas a niños dependiendo de su edad, para
trabajar en el colegio y ayudarlos en los deberes, o como interés general.
Había otros estados que disponían de bibliotecas virtuales, pero la de Alabama
era con mucho la más extensa de todas-
—Le encantará —dijo con entusiasmo al tiempo que
levantaba la tapa abatible que le permitía abandonar la seguridad del
mostrador—. Venga conmigo.
Lo condujo a la
sección de libros de consulta, donde se encontraba el ordenador zumbando
silenciosamente, siempre preparado. Tomó asiento en la silla que había ante la
pantalla y le indicó a Lanzani con un gesto que cogiera otra. Él acercó una y
la situó demasiado cerca de la de Lali antes de acomodar su corpachón en ella.
Inmediatamente se reclinó hacia atrás y levantó una larga pierna para apoyar el
tobillo izquierdo en la rodilla derecha. Era la postura automática de un macho
dominante, la de un hombre acostumbrado a dominar físicamente el espacio que lo
rodeaba.
Lali frunció el
ceño y restó mentalmente los puntos que acababa de concederle. ¿Acaso no sabía
que no debía apabullar a la gente? Separó su silla un par de centímetros y
apuntó «malos modales» en la columna del «debe» de aquel tipo.
Le pidió la
información necesaria, la introdujo en el sistema y le entregó su contraseña.
Durante todo ese tiempo fue consciente de que él todavía estaba demasiado cerca;
miró varias veces aquel musculoso muslo que tenía justo al lado. Si se apartaba
un poco más, no podría alcanzar el teclado. Irritada, porque él tenía que saber
que estaba invadiendo su espacio personal —los
policías de las ciudades grandes estudiaban cosas así, ¿no?—, le lanzó una
mirada de exasperación y a punto estuvo de saltar en su asiento, porque él la
estaba mirando fijamente, y tampoco intentaba ocultarlo.
Lali sintió un
rubor que le quemaba la cara. Normalmente habría terminado lo más pronto posible
y se habría escabullido a la seguridad de su despacho, pero aquél era un día
nuevo, un punto de inflexión en su vida, y decidió que no le apetecía dejarse
intimidar. Ya había sido maleducada con la señora Simmons, de modo que ¿por qué
no serlo también con el jefe de policía?
—Está usted mirándome —le espetó—. ¿Tengo
monos en la cara, o es que le parezco una delincuente peligrosa?
—Ninguna de las dos cosas —contestó Lanzani—.
Los agentes de la ley miran fijamente a
las personas, forma parte del trabajo.
Oh. Quizá
tuviera razón. Aplacó un poco su indignación, pero sólo un poco.
—Pues deje de hacerlo de todos modos —le ordenó—. Es de mala educación, y me está poniendo nerviosa.
—Discúlpeme. —Pero seguía sin quitarle el ojo de encima;
probablemente no reaccionaba bien a las órdenes. Tenía unos ojos de un inusual
verde grisáceo, más verde que gris, un tanto discordantes con su piel olivácea.
Por supuesto, Lali no era precisamente la más indicada para hacer comentarios
sobre los ojos raros de otras personas, ya que ella tenía CADA UNO DE DIFERENTE
COLOR.
—.No es mi intención incomodarla, señorita...
Lali, ¿verdad? —Sus labios carnosos se curvaron en una sonrisa torcida—. ¿Puedo llevarla a alguna parte?
El rostro de Lali
pasó de sonrojado a ponerse directamente del color del tomate. Desde que salió
la película Paseando a la señorita Lali,
eran incontables las personas que encontraban gracioso hacerle aquel
ofrecimiento. Pero no se rió. Le apuntó dos marcas más en la columna del
«debe», porque reírse del nombre de una persona era de mala educación y merecía
varios puntos negativos de más.
—No, gracias —dijo en un tono gélido
para que Lanzani no dejase de advertir que a ella no le resultaba tan gracioso.
Se levantó y le entregó su tarjeta de plástico con la contraseña escrita en
ella, y sin decir nada más regresó rápidamente al mostrador y bajó la tapa que
la separaría de él. Tras aquella barricada, se encaró con el policía desde el
otro lado.
—Perdone —dijo él, y era la segunda vez
que pedía disculpas en otros tantos minutos. El problema era que Lali no creía
que lo dijera en serio ninguna de las veces. Lanzani se apoyó en el mostrador y
jugueteó con la tarjeta de plástico entre sus largos dedos—. Supongo que esto se lo hacen muy a menudo,
¿verdad?
—Muy a menudo —dijo ella como un eco,
manteniendo el tono glacial ártico.
Él flexionó los
hombros, como si estuviera acomodándose la camisa, pero Lali había leído
artículos de revistas acerca del lenguaje corporal y pensó que a lo mejor
estaba intentando impresionarla con su físico. Si era así, no lo había
conseguido.
Al cabo de unos
largos instantes en los que Lali guardó un tenaz silencio, negándose a
reconocer ni aceptar las excusas del policía, éste volvió a encogerse de
hombros y se irguió. Tamborileó con la tarjeta de plástico sobre el mostrador.
«Dios santo, ¿qué clase de señal sería aquélla?; trató de recordar si
tamborilear significaba algo en el lenguaje corporal» y dijo:
—Gracias por su ayuda.
Maldición,
ahora tenía que contestarle.
—De nada —musitó mientras lo veía marcharse.
Estaba bastante segura de haber oído una risita.
¡Maldito
yanqui! Pero ¿qué estaba haciendo en aquel pueblo? Si era un poli de una ciudad
grande, un pez gordo, ¿por qué no trabajaba en una ciudad grande? ¿Qué hacía
allí, en Hilisboro, una población con nueve mil habitantes y pico, escondida en
las montañas del norte de Alabama? A lo mejor era un policía corrupto y lo
habían pillado. A lo mejor había cometido un error terrible de cálculo y
disparado a un inocente desarmado. Imaginaba que era capaz de toda clase de
cosas por las que podían haberlo despedido.
Bueno, no
pensaba perder más tiempo preocupándose por él. Mirando las cosas en su sentido
más amplio, los clientes maleducados no tenían importancia. Trató de recobrar
la compostura mentalmente. Era una mujer que tenía una misión, y aquel día no
pensaba regresar a casa hasta haber encontrado un sitio donde vivir.
Suspiró al
recordar las opciones que le quedaban. Si cumplía aquella promesa, cabía la
posibilidad de que aquella noche tuviera que dormir dentro del coche.
BEGO @beazam29: PRIMERA EN FIRMAR
¡¡GRACIAS A LAS QUE FIRMAIS SIEMPRE!!
LAS FIRMAS NO ACOMPAÑARON PARA HACER UNA MARATÓN Y A MI ESO ME DA BAJÓN Y NI GANAS DE PUBLICAR, PERO TODO SEA POR LAS QUE SIEMPRE FIRMAIS
LAS QUIERO
FATY****
me encanta esta novelaaaaaaaaa me gusta muuuucho como que ojos de color diferente me intriga peter jajaja no se porque
ResponderEliminarquiero mas novela che
yo te acompaño al maraton jajaja
un beso
dulce
Me gusta, me gusta, me parece q estamos en presencia de un peter medio arrogante, espero q en el transcurso de la nove cambie!
ResponderEliminarUna consulta: no entendí lo de la película "paseando a la señorita lali" fue apropósito o casualidad?
Muy bueno, espero el proximo!
ResponderEliminarun beso!
dios medio especial esta lali...
ResponderEliminarcreo q no le gusta seguir viviendo con su madre a esa edad jajaja
y peter tambien pero me intriga q pueda pasar con dos personas con caracter tan mal geniado
jajaja
me encanta la nove
ResponderEliminarcreo que nos va a salir un policia guerrero jaja, nos va a dar cositas lindas lanzani, no veo la hora en que se enamoren jaja
ResponderEliminarJaja me encantó la paranoia de Lali por el lenguaje corporal y me reí mucho con esta línea:
ResponderEliminar"—Gracias por su ayuda.
Maldición, ahora tenía que contestarle.
—De nada —musitó mientras lo veía marcharse. Estaba bastante segura de haber oído una risita."
Quiero más!!
Lore456
Mass
ResponderEliminarLali esta medio perseguida,así nunca va a conocer a alguien.
ResponderEliminarSe va poniendo más interesante!No te bajonees por las firmas creo q han bajado en gral en todas las noves,es epoca de examenes en muchos paises,pero no bajes los brazos tus lectoiras ya volverán.Esta adapt me gusta pero tambien me estoy entusiasmando al pensar en otra nove tuya,tienen un sello especial.!
ayyy apareció y para mí que estaba tratando de seducirla al estilo chocolate no?! ajajjajajaja pero ella lenta, lenta no entiende nada y no se da cuenta! solo cree que la atacan... y el mucha risa mucha risa... mmmmm Petercin quién reira después eh ;) ME gusta, me gusta está nove Faty! Está buenisimas y no te preocupes que seguro conforme vayan entendiendo y eso subirán las firmas! Te quiero mi L! besos :D
ResponderEliminarTienes razés es una lali bastante especial, no se si considerarla o muy inteligente o lenta para entender las cosas!!! Igual creo que me va a encantar su nueva personalidad!
ResponderEliminarAaal fin aparecio :D
ResponderEliminarEsperomaaas (:
besitoos
Arii
@AriadnaAyelen
Me encanta a Nove y persón si no firmo siempre y cómo dicen han bajado por épocas de exámenes en cole y uni, yo de vaha por ello firmo jaja:)
ResponderEliminarRuthy_lu
Yo suelo leer de madrugada aquí en perú ya son las 2.23 así que me retiro porque mi gorda se levanta cómo reloj 8.30, espero cap más tarde.
ResponderEliminarRuthy_lu
Me encanta
ResponderEliminarEspero el proximo
besoss
leti2311
el agente de policia lanzani!! mm se puede jugar bien con el ajjaja ya empeza a ponerla nerviosa y con solo mirarla, eso me suena a maravilla ajjaja no tengo dudas de que esta lali sera especial y no te bajonees pero entendo que muchos quisieron la adaptacion y que no comenten no te dan muchas ganas de subir mas!no se que decirte.. quisiera estar ahi y poderte decir va a estar todo mejor vas a ver que las firmas van a subir cuando la historia se haga mas profunda.. me tengo que conformar pero diciendolo con la compu... bueno desde mi humilde lugar espero que tengas un buen dia y quiero que sepas que te hiciste conocer muy bien con las pasadas noves que escriviste y te hiciste querer que es lo mas importante! te mando un beso Giulia
ResponderEliminarola!! yo no puedo comentar, pero siempre leo y me encanta, de verdad!! y no te desanimes con las firmas, porque yo creo que hay mas personas como yo, que leen pero no firmar!!
ResponderEliminarun beso muy gordoo..^^
marta
Firmo sin leer csapitulo, ami me esta gustando la nove,lo que paso que no estoy en mis mejores momentos y no puedo leer ni mandarte correos, pero siguela Faty...besos,(No me pasa nada grave, es mi cabecita)
ResponderEliminarPorfin a aparecido Peter...
ResponderEliminarMe encanta la novela recien me leei los cinco capítulos!!
ResponderEliminarespero el proximo
besos
Firmo solo para decir mas nove y que me gusto el capi y este Peter distinto porque no tengo tiempo para decir nada mas! Lo siento
ResponderEliminarBesos
Giada
Peter entro fuerte y con todo,pero parece k Lali, esta mas x las costumbres del pueblo,en ser desconfiada,y poner distancia d x medio,siendo un poco distante sin llegar a la groseria.¿Como no se va a fijar en el nuevo jefe d policia con ese fisico?,no dudo k pronto le lleguen mas chismes d el,o k intenten emparejarla con el.Creo k el si k se fijo en ella.Te pido disculpas,yo si k me colgue,viendo temporadas d CA,1,2 y 3,k voy x cap 92 escribiendo los dialogos d nuestra parejita,y algunas escenas,asi k inevitable rebobinar, y ver las mejores imagenes,sobre todo d Mar y Thiago.Asi k hoy ,puesta al dia,pero como siempre comente en todos los caps k me faltaban d tu novela,y ya estoy al dia,esperando nuevo cap.
ResponderEliminarNo me esta gustando mucho,se me hacen muy viejos los personajes y muy aburrido :|
ResponderEliminarjajaj mass noveee
ResponderEliminarFirmo solo para decir mas nove y que me gusto el capi y este Peter distinto porque no tengo tiempo para decir nada mas!
ResponderEliminarme resulta raro pensar qe Peter tiene canas es como medio... no se no me lo imagino! jajajaja :P buenisimo el cap!!! ahora lo odia pero despues de a poco se va a alegrar de qe el este lo presiento ;D jajajaja buenisima la nove !! me encantoo!! ♥ @LuciaVega14 gracias por publicar apenas puedo me pongo al dia supongo qe va a ser entre el viernes y el sabado porqe tengo qe estudiar mucho :| un besooo
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