¡CHICAS QUE BAJÓN! VALE QUE EL PRIMER CAPÍTULO NO SE ENTENDIERA PERO ¿¡¡¿7 FIRMAS?!!?
SI ESTO NO SUBE YO NO SUBO Y DE QUE TERMINE DE ESCRBIR LA NOVELA LA SUBO... :-(
AQUI VA EL SEGUNDO CAPÍTULO QUE YA APARECE LALI
Capítulo 1
—¡Lali! ¡El desayuno está listo!
La voz de su
madre rebotó ululando escaleras arriba, exactamente con la misma entonación que
cuando ella estaba en primer curso y había que convencerla con mimos para que
se levantara de la cama.
Pero en vez de
levantarse, Lali Espósito continuó tumbada en la cama, escuchando el monótono
repiqueteo de la lluvia en el tejado y el goteo del agua que resbalaba de los
aleros. Era la mañana de su treinta y cuatro cumpleaños y no tenía ganas de
levantarse. Pesaba sobre ella un estado de ánimo aburrido y tristón como la
lluvia. Tenía treinta y cuatro años, y aquel día no parecía que fuera a ocurrir
nada de especial, nada que suscitara precisamente grandes emociones.
La lluvia ni
siquiera era una tormenta, cosa que a ella le gustaba, con toda aquella
espectacularidad y aquellos efectos especiales. No, era sólo lluvia, monótona y
mísera. Aquel día gris era un claro reflejo de cómo se sentía. Allí tendida en
la cama, observando cómo las gotas de lluvia se deslizaban por la ventana de su
dormitorio, la inevitable realidad de su cumpleaños descendió sobre ella igual
que una manta húmeda, pesada y pegajosa. Había sido una buena chica durante
toda su vida, y ¿de qué le había servido? De nada.
Había que
afrontar los hechos, y no eran precisamente halagüeños.
Tenía treinta y
cuatro años, nunca se había casado, nunca se había comprometido. Nunca había
tenido un romance, ni siquiera uno corriente. Sólo una breve aventura en la
universidad, y porque todo el mundo la tenía y ella no deseaba ser precisamente
la nota discordante, pero ni siquiera se había podido calificar de relación.
Vivía con su madre y su tía, ambas viudas. La última vez que había salido con
un chico había sido el 13 de septiembre de 1993, con el sobrino de la mejor
amiga de su tía Gimena, Wally, y eso porque él llevaba sin salir con una chica
desde 1988 por lo menos. Vaya cita apasionada había sido aquélla, un caso
perdido saliendo por caridad con una persona que daba lástima. Por suerte, el
chico ni siquiera intentó besarla. Había sido la noche más aburrida de toda su
vida.
Aburrida.
Aquella palabra caló en lo más hondo de su ser con inesperada fuerza. Si
hubiera que elegir una palabra para describirla a ella, experimentó la
desoladora sensación de que sería precisamente esa. Vestía de forma modesta...
y aburrida. Su peinado era aburrido, su rostro era aburrido, su vida entera era
aburrida. Era una bibliotecaria solterona de treinta y cuatro años, que vivía
en un pueblo y a la que apenas habían besado, y a juzgar por toda la acción que
veía, parecía que tuviera incluso ochenta y cuatro.
Lali pasó la
mirada de la ventana al techo, demasiado deprimida para levantarse y bajar al
piso de abajo, donde su madre y tía Gimena le desearían feliz cumpleaños y ella
tendría que sonreír y fingir sentirse complacida. Sabía que tenía que
levantarse; tenía que estar en el trabajo a las nueve. Pero es que no
encontraba el ánimo para hacerlo, todavía no.
La noche
anterior, como todas las noches, había dejado preparada la ropa que iba a
ponerse ese día. No necesitaba echar un vistazo a la silla para imaginarse la
falda azul marino, que le llegaba unos centímetros por debajo de la rodilla,
demasiado larga y demasiado corta a la vez para ser moderna o favorecedora, ni
la blusa blanca de manga corta. Difícilmente habría podido escoger un atuendo
menos excitante ni aun proponiéndoselo, pero no tenía nada que proponerse: su
armario estaba repleto de ropa como aquélla.
De pronto se sintió
humillada por su falta de estilo. Una mujer debería por lo menos lucir un
aspecto un poco más exultante el día de su cumpleaños, ¿no? Tendría que salir
de compras, porque el calificativo de «exultante» no podía aplicarse a ninguna
pieza de todo su guardarropa. Ni siquiera podía maquillarse de una manera
especial, porque el único maquillaje que tenía era una sola barra de labios de
un color casi invisible denominado «Natural». Y la mayoría de las veces no se
molestaba en aplicársela. ¿Para qué? Una mujer que no necesitaba depilarse las
piernas desde luego no necesitaba pintarse los labios. ¿Cómo demonios había
llegado a aquella triste situación?
Con el ceño
fruncido, se incorporó en la cama y miró directamente hacia el espejo del
vestidor que había al otro extremo de la habitación. Le colgaba el pelo sobre
la cara, pardusco, lacio y liso como una tabla, y se lo echó hacia atrás para
tener una visión más despejada de la perdedora que se reflejaba en él.
No le gustó lo
que vio. Parecía una masa informe, sentada allí con aquel pijama azul de felpa
de una talla demasiado grande para ella. Su madre se lo había regalado por
Navidad, y habría herido sus sentimientos si lo hubiera cambiado por otra cosa.
En retrospectiva, los sentimientos heridos eran los suyos, por ser el tipo de
mujer al que alguien regalaría un pijama de felpa. ¡De felpa, por el amor de
Dios! Decía mucho el hecho de que fuera una mujer que llevara pijamas de felpa.
Nada de camisones sexy de Victoria's Secret, no señor; a ésta regálale felpa.
¿Y por qué no?
Tenía un pelo insulso, un rostro insulso, y ella misma era insulsa.
La verdad
ineludible es que era una mujer aburrida, que tenía treinta y cuatro años y que
su reloj biológico continuaba avanzando. No, no sólo avanzaba, en realidad era
una cuenta atrás, como una nave espacial a punto de ser lanzada: diez, nueve,
ocho...
Tenía un buen
problema.
Lo único que
había deseado en la vida era... una vida. Una vida normal, tradicional. Deseaba
un marido, un bebé, una casa propia. Deseaba SEXO. Sexo apasionado, sudoroso,
con gemidos, revolcarse desnuda a media tarde. Deseaba que sus pechos valieran
para algo más que para dar de comer a los fabricantes de sujetadores. Tenía
unos pechos bonitos, se dijo: firmes, altos, con una copa bonita, y ella era la
única que lo sabía porque nadie más los había visto jamás para poder
apreciarlos. Muy triste.
Pero más triste
aún era que no iba a tener ninguna de las cosas que deseaba. Las bibliotecarias
sosas, anodinas, aburridas y solteronas no tenían muchas posibilidades de que
alguien admirase ni apreciase sus pechos. Simplemente se haría mayor, cada vez
más sosa y más aburrida; los pechos se le caerían, y con el tiempo se moriría
sin haberse sentado a horcajadas sobre un hombre desnudo a media tarde... a no
ser que sucediese algo drástico, algo como un milagro.
Se dejó caer de
nuevo sobre las almohadas y contempló el techo una vez más. ¿Un milagro ?
Aquello era como esperar que le cayera un rayo encima.
Aguardó
expectante, pero no hubo ningún estruendo, ningún fogonazo cegador. Era
evidente que no iba a llegarle ayuda de lo alto. La desesperación le encogió el
estómago. De acuerdo, así que dependía de ella. Al fin y al cabo, Dios ayuda a
quienes se ayudan a sí mismos. Era ella la que tendría que hacer algo, pero
¿qué?
La
desesperación provocó la inspiración, que llegó en forma de revelación:
Tenía que dejar
de ser una buena chica.
El estómago le
dio un vuelco y el corazón empezó a latirle con fuerza. Comenzó a respirar
rápidamente. Dios no podía tener en mente tal idea cuando decidió dejar aquel
asunto en sus manos. No sólo era una idea totalmente impropia de Dios, sino
que... no sabía cómo ponerla en práctica. Llevaba toda la vida siendo una buena
chica; tenía las reglas y los preceptos grabados en su ADN. ¿Dejar de ser una
buena chica? Era una idea demencial. La lógica le decía que si ya no iba a ser
una buena chica, tendría que ser una mala, y eso no iba con ella. Las chicas
malas fumaban, bebían, bailaban en bares y dormían por ahí. A lo mejor
conseguía llevar bien lo del baile, la idea le gustaba más o menos, pero lo de
fumar quedaba descartado, no le gustaba cómo sabía el alcohol, y en cuanto a lo
de dormir por ahí... Ni hablar. Aquello sería una monumental estupidez.
Pero... ¡Pero
las chicas malas se llevan a todos los hombres!, protestó su subconsciente,
acicateado por la urgencia de su imparable reloj interno.
—No a todos los hombres —dijo en voz
alta. Conocía a muchas chicas buenas que habían conseguido casarse y tener
hijos: de hecho, todas sus amigas, y también su hermana pequeña Eugenia. Podía
hacerse. Por desgracia, al parecer ellas se habían quedado con todos los
hombres que se sentían atraídos por las buenas chicas.
Así pues, ¿qué
quedaba?, Hombres que se sentían atraídos por las chicas malas.
La sensación que
le oprimía el estómago se convirtió en un claro malestar. ¿Deseaba ella un
hombre al que le gustaran las chicas malas?
¡Sí!, gimieron
sus hormonas, ajenas al sentido común. Aquí lo que había era un imperativo
biológico, y ya no importaba nada más.
Sin embargo,
ella era una mujer pensante. Definitivamente, no quería un hombre que pasara
más tiempo en bares y tugurios que en el trabajo o en casa. No quería un hombre
que durmiera con cualquier furcia de carretera que se le cruzara por delante.
Pero un hombre
con experiencia... Bueno, aquello era otra cosa, Un hombre con experiencia
tenía algo especial, una expresión en los ojos, una seguridad en su manera de
andar, que hacía que se le pusiera el vello de punta sólo de pensar que pudiera
llegar a tener un hombre así para ella sólita. Tal vez fuera un tipo normal con
una vida normal, pero aun así podía tener aquella chispa ligeramente malévola
en los ojos, ¿no?
Sí, claro que
sí. Y aquél era precisamente el tipo de hombre que ella quería, y se negaba a
creer que no hubiera ahí fuera uno esperándola.
Se incorporó
una vez más para contemplar a la mujer reflejada en el espejo. Si quería
enchcontrar aquello que deseaba, tendría que pasar a la acción. Tenía que hacer
algo. El tiempo se le escurría muy deprisa.
Está bien, ser
una chica mala quedaba descartado. Pero ¿y si diera la impresión de ser una
chica mala? ¿O al menos una chica divertida? Sí, eso sonaba mejor: una chica
divertida. Una que riera y se divirtiera, que coqueteara, bailara y llevara
minifalda.
Eso sí podía
hacerlo. Quizá. Gran interrogante.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarme encantooo! gorda tranquila que ya te subiran las firmas... piensa que era solo el primer capitulo!
ResponderEliminarSi te digo sincera me siento un poco Lali...
Quiero mas novee!
Besos! TeQ! :D
Bego
@beazam29
quizas NO... tiene que hacerlo.
ResponderEliminaruna chica divertida con picardia, atrevida..... una MUJER segura de si misma y que sepa usar sus armas de mujer... esa va a ser Lali.
esperando mas muchos besos!!!!!!! MUACKS ♥
@Inma_06
PD: seguimos hablando ^^
y no porfis... o dejes de subirla!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarsi hace falta te lleno yo el blog de firmas jajaja XD
Me encanto!!!L esta genial. El primero no lo entendi muxo pero.... EL SEGUNDO ME ENCANTO!!!!!
ResponderEliminarNo, sigue subiendo!! A mi me encanta, y espera le hacemos un poco de promoción y se enganchan enseguida je Más!
ResponderEliminarmassss noveeeee!!! espero q aparezca Peter pronto para q la vida de Lali no sea tan aburrida :D y porfaaa no dejes de subir!!!
ResponderEliminarespero mas capitulos para entender mejor,me gustò mucho lali,ahora espero peter jajajaja
ResponderEliminarmaaaaaaaaaaaas
Si ella podraaa jej No dejes subiir a mi me parece interesante la novee
ResponderEliminarEspero maas :D
besitoos (:
Arii
@AriadnaAyeleen
me encanto
ResponderEliminarOk, me siento un poco identificada con Lali... veremos como le va!
ResponderEliminaraunque tampoco tiene que ser una cualquiera...
espero el proximo cap!
y no te preocupes, las firmas ya subiran!
Un beso
Juli♥
@amorxca
Pd: si tenes tiempo y ganas me encantaria que te pases por mi blog, empecé a subir una nueva novela :)
me encantooooooooooo! Espero el proximo...
ResponderEliminarballero?
ResponderEliminarpienso lo mismo que la anterior, me siento un poco identificada con Lali, quiero ver que pasa con su historia
Creo y ella tambien, que necesita un cambio en su vida, pero total. Me encanta creo que ya me tienes atrapada jaja, hasta el proximo
ResponderEliminarholaa!!! Aun no entiendo bien la nove, asi que espero los proximos capis para poder firmar mejor! :D
ResponderEliminarBelen no hara parte de los omicidios? Y espero ver pronto la nueva Lali :D jajajaja
Besos
Giada
PD: no te preocupes por las firmas! Van a ser siempre mas! :D
Espero mas!
ResponderEliminarAunk el primer cap. Mucho no lo entenDi! Pero aqui estoy para hacerte el aguente!
Ya quiero reencuentro laliter..!!
Besos desde muy lejos! Muac
@joslynsolano
me gusto muchooo :))) seguilaaa
ResponderEliminarbesos
@CasiAngeles_Mkd
Creo q llegara un cambio en la vida de lali pronto,me intriga saber cómo se liga este cap con el otro!Pero me gusta...
ResponderEliminarjaj q rara lali
ResponderEliminarmass novee
muy buena la nove quiero mas!
ResponderEliminarParece interesante, ya subirán las firmas, aquí tienes una lectora.
ResponderEliminarRuthy_lu
Hola hola volvì ajajja me encanta aunque por ahora no se entienda mucho, creo que muy pronto lali no tendrà nada que "envidiarle" a sus amigas, su hermana o alguna otra mujer no? quiero mas! quiero saber que pasa como aparece peter como termina!! no veo la hora de leer y encuentrar respuestas a mis preguntas con cada capitulo! te mando un abrazo, Giulia.
ResponderEliminarLAli, femme fatale?! jajjjaja me encanto!!!! :D espero el próximo! besitos!!!!
ResponderEliminarCon esa edad,me extraña k sus amigas o su propia hermana ,no la aconsejaran antes.El reloj biologico lo tiene en contra,pero aun se puede,para ser madre le quedan poquitos años,pero para el amor,cualquier edad es buena.
ResponderEliminarMe encanta
ResponderEliminarJajaja quiero más!
ResponderEliminarLore456
JAJAJAJAJA como me mori de risa cuando empezo a decir lo de Sexo!!! JAJAJAJ :P estuvo buenisimo el cap!!! me encanto!!!! ya qiero ver a la Lali divertida de esta nove :D ♥ un beso @LuciaVega14
ResponderEliminar