¡QUE TENGAN LINDO SABADO!
CAPÍTULO 14
—Eso no es problema. Le vendrá bien un corte, y hoy
día hay productos maravillosos que dan más cuerpo al cabello y lo vuelven más
manejable. Además, aligerarlo un poco de peso también contribuirá. —La estudió de nuevo—. Olvídate de los
reflejos. Yo creo que debes teñirte de
rubia.
—¿R—rubia? —articuló Lali. Ni siquiera se imaginaba a sí misma
de rubia. Apenas podía concebir el aspecto que tendría con unos cuantos
reflejos en el pelo.
—Nada estridente —dijo Gastón—. Diremos
al estilista que emplee varios tonos, para que parezca natural.
Para una
persona que ni siquiera se había aplicado nunca un tinte de los que desaparecen
con el lavado, teñirse el pelo de varios tonos de rubio parecía por lo menos
igual de difícil que enviar a un hombre a la luna.
—¿C—cuánto tiempo se tardaría en hacer eso?
—Varias horas, diría yo. Habrá que hacerte un
tratamiento doble.
—¿Qué es eso?
—Hay que borrar tu pigmento natural y luego aplicar
mechas rubias para sustituirlo.
Bueno, por lo
menos aquello tenía sentido. No sabía si alguna vez tendría el valor necesario
para hacer algo tan drástico, pero era una opción que debía tomar en cuenta.
—Lo pensaré —dijo dubitativa.
—Piénsalo bien —repuso él—. ¿Qué
más? -Lali suspiró-
—La ropa. No tengo el más mínimo estilo para vestir. –Gastón observó la falda y la blusa que
llevaba puestas. Se había quitado el pantalón"nada más llegar a casa
porque no podía soportar un minuto más preocupándose por si la gente le miraba
o no el trasero.
—En realidad, sí lo tienes —dijo despacio—. Pero, por desgracia, está totalmente equivocado.
Las mejillas de
Lali se pusieron rojas como un tomate, y Gastón rompió a reír.
—No te preocupes —le dijo amablemente tendiéndole una mano para
ayudarla a ponerse en pie—. Lo que pasa
es que nunca has aprendido a sacarte el máximo partido. Tienes un potencial
enorme.
—¿De verdad?
—De verdad. —Hizo un movimiento circular con el dedo—. Date la vuelta. Despacio.
Lali obedeció,
tímidamente.
—Tienes buena figura —dijo Gastón—. Deberías
enseñarla, en vez de ocultarla debajo de esa ropa de señora mayor. Tienes un cutis
excelente, dientes bonitos, y también me gustan esos ojos tan raros. Seguro que
te has pasado la vida avergonzándote de ellos, ¿a que sí?
Lali estuvo a
punto de encogerse de vergüenza, porque de niña lo había pasado horriblemente
mal por tener los ojos de diferente color y siempre procuraba mezclarse entre
la gente para que nadie se fijara en ellos.
—Por el amor de Dios —dijo Gastón—, exhíbelos.
Son distintos, especiales. No es como si tuvieras el uno castaño y el otro
azul, lo cual te daría un aspecto extraño de verdad, y no sé si será posible
genéticamente. Nunca vas a ser una belleza deslumbrante, pero desde luego que
puedes resultar pero que muy agradable a todo el que te mire.
—Eso es lo único que quiero en realidad —repuso Lali—. No creo que pudiera soportar ser deslumbrante.
—Tengo entendido que resulta una carga —dijo él, sonriéndole—. En el baño es donde hay mejor luz, así que
ven a mi tocador, si es que te atreves, y comencemos con esa transformación.
Lali extrajo
una bolsita de su bolso.
—He traído los cosméticos.
—A ver qué tenemos aquí. —Gastón cogió la bolsita y la abrió. No hizo ningún
ruidito de desdén, pero a Lali le dio la impresión de que se estaba
conteniendo—. Valdrá para empezar
—dijo él con amable paciencia.
Pasó delante de
ella para conducirla al cuarto de baño de su dormitorio, y si Lali había
albergado alguna duda sobre la inclinación sexual de Gastón, aquel dormitorio
la despejó del todo. Estaba exquisitamente amueblado en estilo Chippendale, con
una enorme cama de cuatro pilares envuelta en elegantes colgaduras, y adornado
de hermosas plantas artísticamente distribuidas por la habitación. Lali deseó
que su dormitorio fuera la mitad de bonito que aquél.
Dios santo,
hasta el cuarto de baño estaba decorado. Gastón lo había pintado de verde y
blanco, con unos toques de melocotón y azules jaspeados. Cayó en la cuenta de
que nunca había estado en el cuarto de baño de un hombre. Se sintió levemente
decepcionada al ver un inodoro común, aunque, naturalmente, no había razón para
que tuviera un retrete colgando de la pared. Además, no habría hecho juego con
la decoración.
—No tengo ninguna silla, lo
siento —dijo Gastón sonriendo de nuevo—.
Los hombres no se sientan para afeitarse.
Jamás se le
había ocurrido pensar en ello, pero Gastón tenía razón; afeitarse era una cosa
que los hombres no hacían sentados.
—Muy bien, en primer lugar retírate el pelo de la
cara. ¿Tienes una diadema o algo?
Lali negó con
la cabeza.
—Entonces peínatelo por detrás de las orejas y
retíratelo de la frente.
Lali hizo lo
que él le indicaba. De nuevo experimentó aquella horrible sensación de timidez;
notaba los dedos torpes, incapaces de llevar a cabo el sencillo acto de meterse
el pelo detrás de las orejas sin dar manotazos. Sospechaba que si tuviera que
ir a alguna parte en aquel momento, tropezaría con sus propios pies.
Gastón abrió un
cajón del mueble del lavabo y sacó una caja que medía unos veinticinco
centímetros de largo y doce de ancho. Accionó el cierre, levantó la tapa y al
instante se desplegaron varias bandejitas llenas de toda clase de pinceles,
barras de labios, y series de colores para los ojos y las mejillas dispuestos
en pequeños envases.
—Dios mío —exclamó Lali—. Tienes
más cosméticos que Walmart.
Él se echó a
reír.
—Qué va. Pero esta caja me trae recuerdos.
Pasé una temporada en Broadway, y allí uno tiene que ponerse varias capas de
maquillaje para no parecer un fantasma bajo los focos.
—Suena divertido. Yo no he estado nunca en Nueva York.
Nunca he hecho gran cosa.
—Sí que era divertido.
—¿Por qué volviste aquí?
—No me sentía en mi casa —contestó él con sencillez—. Además, mi madre necesitaba que alguien cuidara de ella. Así es como
funcionan las cosas: ellos te cuidan a ti cuando eres joven, y luego tú los
cuidas a ellos cuando son viejos.
—La familia —dijo Lali sonriendo, porque ella tenía la suya muy
cerca.
—Exacto. Bueno —dijo, adoptando un tono presuroso—, vamos a empezar.
Después de una
hora, más o menos, Lali se contempló extasiada en el espejo. Estaba
boquiabierta de asombro. No es que fuera una belleza arrebatadora, pero la
mujer que vio en el espejo era atractiva y parecía segura de sí misma, vital.
No se confundía con el papel de la pared. Y lo más importante de todo: ¡los
hombres se fijarían en ella!
El proceso no
había sido doloroso. Primero, Gastón insistió en que se depilase las cejas: «No
querrás unas cejas como las de Joan Crawford, querida. Ella tenía una sola ceja
que medía como siete centímetros de largo, y la llamaba Osear, o algo así.»
Pero, gracias a Dios, Gastón tampoco quería que tuviera los ojos de Bette
Davis, de modo que Lali pudo limitar el destrozo a arrancar unos cuantos
pelillos sueltos.
A continuación
le enseñó paso a paso cómo aplicarse un maquillaje completo y, para alivio
suyo, no resultó muy complicado. Lo principal era no usar una cantidad excesiva
y tener siempre a mano un pañuelo de papel y un algodón para corregir posibles
errores o eliminar el sobrante. Hasta lo del rímel le resultó fácil, una vez
que utilizó el pañuelo de papel para absorber los grumos del cepillito antes de
pintarse las pestañas.
—Bárbaros —murmuró Lali observando sus hermosas pestañas negras
en el espejo. No se veía un solo grumo.
—¿Cómo dices?
—Los fabricantes de rímel. Son unos bárbaros. ¿Por qué
no pueden explicar que hay que limpiar la mayor parte del líquido del cepillo
antes de pintarse?
—Cariño, ya tienen bastante de que preocuparse
advirtiendo a la gente que no se meta el cepillo en el ojo ni que se lo coma.
Supongo que se imaginan que si quieres llevar rímel, ya aprenderás a usarlo.
En fin, ella
quería, y aprendió.
—Lo he conseguido —dijo lentamente, contemplándose en el espejo. Su
cutis tenía un aspecto liso y luminoso, sus mejillas se veían suavemente
sonrojadas, los ojos eran misteriosos y más grandes, los labios carnosos y
húmedos. No había sido nada difícil.
—Bueno, cariño, naturalmente que sí. No tiene ningún
misterio, sólo hay que practicar y no pasarse con el color. Ahora vamos a
pensar en el estilo. ¿Qué te gustaría más: mujer natural, clásica y adinerada o
provocativa y sexy?
Gastón se quedó
de pie en la puerta de su casa y se despidió alegremente de Lali agitando la
mano. No podía dejar de sonreír. Aquélla era la primera vez que pasaba un rato
con ella, aunque por supuesto ya sabía quién era, y le había gustado de verdad.
Era conmovedoramente ingenua para la edad que tenía, pero tierna, inteligente y
sincera, sin una sola gota de hastío en el cuerpo. No tenía ni la menor idea de
cómo sacar partido de su físico, pero, gracias a Dios, lo hizo él. Cuando
hubiera terminado con ella, causaría sensación.
Fue hasta el
teléfono y marcó un número. En cuanto respondieron al otro extremo de la línea,
dijo:
—Tengo una candidata. Lali Espósito.
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GIULA: ¡¡PRIMERA EN FIRMAR!! ¡¡Que linda tus palabras!! ¡¡GRACIAS INMENSAS!!
CHARI: jeje! ¡que lindo que estas novelas te hagan recordar tus historias! UN BESO GIGANTE CHARI
LAS QUIERO
FATY****
LAS QUIERO
FATY****
HAAAAAAAAAY ME ENCANTO EL CAPITULO Y LA NOVELA ENCERIO TE LO DIGO NO PUEDES SER MAS GENIA QUIERO MAS NOVELA UNO MAS PORFIIIS
ResponderEliminarBuenisimo :)
ResponderEliminarMe encantaaa!
Espero el proximo!
Un beso
Juli♥
@amorxca
Candidata para que?? Esperó que no sea para algo malo! Más nove!
ResponderEliminar@vale_cadenas
huyy no me gusta lo ultimo q dij gaston me da miedo espero q sea para algo bueno :S
ResponderEliminarla quiero de modelo top d las pasarelas!!! jaja
masss
Candidata?Espero q sea algo bueno porq no me sonó muy bien,eh!Espero el prox!
ResponderEliminarMMM ese Gaston no me suena muy bien eh.. o porlomenos las ultimas palabras me suenaron a Peligro en vista! candidada para que?! no sera lo que pienso yo no? no da que gaston este adentro de uno de esos giros peligrosos no? aunque deberia decir que seria relacionado a lo que leì hasta ahora! me gusta esa lali decidida a cambiar pero timida y que no sabe exactamente donde va a parar! que decir... mas noveeeeeeee espero el proximo! si sabia que subias antes iba a entrar antes ajja bueno chica imprevedibile te dejo y no me tenes que agradecer nada...mis palabras son lo que siento! buen finde Artista!! besos Giulia
ResponderEliminarMe pregunto con quien estaba hablando... Humm.. que raro...
ResponderEliminarBueno! Espero el proximo capitulo!
Fresy07
Candidata para qué???... ay no me digas que está metido con los otros tipos que explotan a las mujeres???
ResponderEliminarQuiero más!
Lore
hey hey que paso aca que no hay firmas? mmmm comento yo!! como dije la otra vez soy capaz de firmar muchas veces...sera que era sabado ayer y nadie esta en sus casas? bah no se!! mas noveeee Giulia
ResponderEliminarmas noveeeeeeeeeeeeeeeeeeee como dicen muchas ajjajaj
ResponderEliminara ver....quiero leer lo que pasa... ese gaston no me inspira mucha confianza!! mas!!
ResponderEliminarya no se mas que escrivir... no se...mejor paro aca porque hay riesgo de decir las mismas cosas 400 veces y no quiero eso ajjaa se que por los teen angels hay que correr los riesgos pero asi me parezco loca jaajja mas noveee creo que todos los que leen aunque no firmen quieren saber que va apasar! besos Giulia
ResponderEliminarLLegue a pensar k Gaston ,era maquillador, k no salia en pantalla,pero tengo una candidata, me hace temer,solo espero equivocarme ,y k lo d candidata sea para reina d las fiestas del pueblo,jajaja.
ResponderEliminarayayyyyy estará metido gastón en todo lo turbio del tráfico de mujeres?!
ResponderEliminarMAS NOVE!!! te quiero! besos
Chan Chan Chan candidata para qe?? :D jajaja
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