CAPITULO IV, V, VI. "TE VI VENIR"

HOLA CHICAS! SUBO TRES CAPÍTULOS MAS PORQUE SE QUE ALGUNAS QUERIAN VOLVERLA A LEER. RECORDAD SOLO QUEDAN 9 DIAS PARA PUBLICAR EL NUEVO CAPITULO. EN ESTA SEMANA SUBIRE TODOS LOS QUE ME FALTAN PARA QUE LA NOVELA ESTE AL DIA EN EL BLOG. PERO DEJEN SU COMENTARIO PARA SABER QUE ALGUIEN LEE.

LAS QUIERO

FATY****

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CAPITULO 4

En ese mismo momento muy cerca de ella…

El salir del baño ahora mas reconfortado fue un alivio para Peter Lanzani, que pensaba que su dolor nunca se acabaría. El poder andar en bóxer por la casa era su costumbre y esa vez no iba a ser una excepción. Volvió a su cuarto con una hermosa canción de los 80 de fondo de Debbie Gibson “Lost in your eyes”, se asomo por la ventana y pudo comprobar que justo frente a su casa estaba una mujer, hermosa, con un cuerpo perfecto y un desconocimiento total de que era observada. Se dio cuenta de que hacía más de un año que en ese cuarto no se veía ningún movimiento de nadie y lo último que supo de la dueña de esas cortinas llamativas que Peter siempre criticó, era que se había ido a otro país con una beca de estudios. Dudó varios minutos de que esa hermosa femme, era la misma petisita que años atrás jugaba en su jardín a construir la casita del árbol y a la cual le robo a los quince años su primer pico. Esa idea se fue de su cabeza, pero la mirada le era imposible apartarla, parece que la canción venía como anillo al dedo en esa escena, porque la atracción que sintió por la morocha fue más fuerte que la que había sentido por Caroline durante los últimos dos años.

Volvió a la realidad cuando se dio cuenta que ahora era la morena la que lo observaba sorprendida por el atrevimiento que había tenido para mirarla sin ninguna contemplación, esta pudo reaccionar a tiempo y terminar de correr las cortinas de manera que no se viera nada más de lo que Peter ya había divisado.

Habitación de Mar

-          ¡Niña Marita! Que emoción volver a verla –el cuarto de Mar fue invadido por la persona que se encargo de su crianza y de darle amor-

-          ¡Nana! –corrió a abrazarla aun en ropa interior y olvidándose por completo del mirón de enfrente con cuerpo cultural – ¡te extrañe horrores! Me hiciste mucha falta nana…

-          Yo sé mi pequeña… perdón… no pude viajar era muy costoso y sabes cómo se ponían tus papas –se lamento la morocha de la misma edad de su madre-

-          No te preocupés nana, ya me contaras… ¡te extrañe muchísimo! –volvió a su abrazo ahora un poquito más feliz-

-          Yo a vos mi pequeña…-le hablaba cariñosamente a su hija adoptiva-

-          Che nana… -le pregunto Mar extrañada- ¿sabes que me paso recién? –la mujer le dio pie para que continuara, mientras ayudaba a deshacer la gran valija que había traído de sus “vacaciones” y Mar se vestía- ¡había un mirón en la casa de al lado! Tenía la cortina un poco abierta y el muy zarpado me estaba mirando –la nana con indicios de querer ser monja la miro con los ojos bien abiertos- no sabía que los Lanzani se habían mudado ¡nos toco un mirón al lado!

-          ¿Qué decís? Los Lanzani siguen viviendo acá al lado ¿no te lo dijo tu hermana? –Mariana negó mientras se ponía una remera floreada- de seguro fue el más pequeño que esta últimamente revolucionado, solcito… -justifico Florencia, con su voz dulce como siempre-

-          ¡Pues sí que creció Bauti nana! Hasta barba tenia… -contestó Mariana volteando sus ojos con un deje de chiste en su voz-

-          ¿Qué barba Mar? –respondió divertida la nana- si Bauti tiene apenas 13 años- de seguro fue Tato o Peter ¡pero ya se las van a ver conmigo! –la morocha quedó sorprendida ante esa confesión, Tato era una gran persona y por lo que tenía entendido estaba pensando en casarse en un tiempo y Peter…definitivamente quitó de su mente la posibilidad de que quien estuviera mirándola fuera el famoso Peter Lanzani, su amigo de la infancia y enemigo de adolescencia, el que se reía de su forma de ser, de su vestimenta o de su forma de hablar cuando estaban en el colegio. Era imposible que ese chico hubiese cambiado tanto en ese tiempo que ella estuvo fuera, y encima el muy guacho, como pensaba Mariana, se había puesto tremendamente bueno-

-          De seguro era un amigo de los chicos, ningunos de ellos sería tan descarado de mirar así –la nana se encogió de hombros y sonrió-

-          Si vos lo decís… ¡bajemos ya dale!

Comedor casa Espósito

La comida se torno en silencio, Regina y Federico nunca le preguntaron a Mar sobre todo lo que paso en España y ella tampoco quería contarlo. De lo único que hablaron era del futuro de Mariana, que era lo que sus padres estaban más interesados.

-          Entonces Mariana ¿te vas a anotar en la universidad? –le pregunto su padre mientras se metía en la boca un pedazo de carne-

-          Si, ya vi cuando debo hacerlo –respondió Lali cortante-

-          En económicas ¿no? –se aseguro su madre-

-          No mamá, te dije que me anotaría en diseño y marketing, siempre me gusto y no voy a dejar escapar esta oportunidad, además que voy a retomar las clases de baile –dijo segura de su elección-

-          ¿DISEÑO Y MARKETING? ¿ESTAS LOCA? –su padre puso el grito en el cielo, por tanto Mariana se asusto- ¡NO VOY A PERMITIR A UNA HIJA QUE SE ENCARGUE DE HACER DISEÑOS! Primero tu hermana que directamente no quiso estudiar y montó o quiere montar ese negocio de morondanga pero vos NO –Lali se levanto ahora sí, imponiéndose, cosa que nunca había hecho en sus 20 años antes, pero ya estaba cansada-

-          ¡MIRÁ PAPÁ! ¡Voy a estudiar esa carrera y voy a continuar con las clases de baile, estés vos de acuerdo o no lo estés! Si no te querés hacer cargo de mis estudios no lo hagas, yo tengo plata y puedo buscarme la vida como sea, así que SE ACABO ESTA CHARLA… La decisión está en tus manos si querés que me quede en esta casa o preferís que me marche ¿Qué decís? –Fede se puso serio y sorprendido al ver como su hija, que jamás le levantó la voz y mucho menos se atrevió a contestarle le había hablado de ese modo. Por una parte estaba molesto, pero por otra y en el fondo de su alma se daba cuenta de que su hija había madurado, que había pasado por una muy gorda a tan temprana edad y que él, como padre, no había estado con ella cogiendo su mano y alentándola, por eso decidió hacer como si nada y le respondió con todo el dolor de su corazón y con un tono de frialdad en su voz-

-          Hacé lo que quieras… pero de tus estudios me encargo yo, no quiero que la gente comente que soy un mal padre –el hombre se levanto de la mesa dejando su comida a medias- se me paso el apetito –diciendo esto último se marcho del comedor-

-          ¿Estarás contenta no? –hablo su madre por primera vez tras la discusión que hubo minutos antes-

-          Si, muy contenta –Respondió Mar, con altanería y volvió a sentarse en su silla para continuar comiendo-

-          A mí también se me paso el apetito –la madre aun mas enojada que Federico se levanto de la mesa dejando a Mar sola, pero con una inmensa sonrisa al conseguir su cometido-

CAPITULO 5

Ese mismo instante en la casa de al lado

Peter fue hacia la planta baja de su casa al escuchar alboroto y deducir que su soledad había terminado, cuando llego hasta el lugar de donde provenían los gritos, pudo comprobar cómo su mamá, la mujer más hermosa que tenía en su vida abrazaba con fervor a un hombre. Minutos después se dio cuenta que era su hermano mayor, junto a su familia y una sonrisa apareció en su rostro.

-          ¡Pepo! –corrió feliz hasta el lugar donde se encontraba su hermano, para unirse en un fuerte abrazo-

-          ¡Pendejo! ¡Qué grande que estas! –el primogénito de la familia abrazo a su “pendex” como lo llamaba, sintiéndose por fin feliz-

-          ¡Cuñada! –Peter abrazo a Lucia y segundos después se dio cuenta que su papá sostenía en sus brazos al que sería su sobrino, su primer sobrino, una belleza de nene y que curiosamente se parecía muchísimo a él- no… ¡por fin! ¡Por fin te conozco Salva! –le arrebato a su papá a ese pequeño diablillo para auparlo y darle un lindo beso en la cabeza- ¡que facha que tenés! -Entre risas, charlas y una buena merienda pasaron la tarde la familia Lanzani y una pequeñita parte de los Espositos.

Esa misma tarde en la casa de al lado

Una habitación decorada hippie rodeada de velas y en completa oscuridad, harapos largos cubrían su cuerpo, varitas de incienso olor jazmín dejaba un relajante olor. Una morocha sentada en indio con sus ojos cerrados y escuchando una música de fondo relajante, provocando que todo su cuerpo quede en completa relajación y así conseguir esa relajación mental que tanto necesitaba. Justo cuando estaba sumida en esa relajación mental la puerta de su cuarto se abre abruptamente, provocándole un inmenso susto y que todos sus ejercicios quedaran reducidos a la nada, volvió a cerrar los ojos respirando profundamente tres veces para que todo su trabajo no se hubiera echado a perder y entonces al abrirlos vio como su madre la miraba con una estúpida cara de “¿te volviste loca nena?”

-          Te llaman por teléfono –dijo seca entregándoselo segundos más tarde-

-          Gracias mamá –cogió el teléfono y cuando su madre salió de su habitación contesto la llamada- ¡hola!

-          ¡¡AMIGA!! –la sonrisa de Mar se intensifico al escuchar del otro lado a su bestu como ellas se llamaban-

-          ¡¡LAURA!! ¡Amiga te extrañaba!

-          ¡Y yo a vos! –respondió tierna para luego cambiar su forma de hablar y dejarla completamente sorda con sus típicos gritos- ¡Guacha no me dijiste que volvías hoy! ¡MALA AMIGA!

-          Perdona amiga quería que fuese sorpresa… pero bueno ya te enteraste –dijo fastidiada, porque le quería caer de sorpresa justo esa noche-

-          ¡En media hora te paso a buscar! –no le dio tiempo a Mar de contestar cuando se escuchaba al otro lado de la línea el “tu tu” característico de que la llamada había sido finalizada-

Apagó las velas, el incienso y la música de fondo y abrió de nuevo las ventanas para que se fuera el humito que dejaban las velas recién apagadas. El pequeño vestidor del que contaba su cuarto fue iluminado por dos alógenos que radiaban una luz perfecta para ponerse linda sin problemas. Eligio uno short de jeans, junto a una remera holgada caída en un hombro que tenía un hermoso dibujo de una mujer mirando una puesta de sol, en tonos marrones, las romanas planas eran la elección para sus pequeños, delicados y a la vez fuertes pies con unas hermosas uñas pintadas en negro, suave maquillaje y pelo lacio con su flequillo, media hora después estaba completamente lista y solo tuvo que esperar cinco minutos más para escuchar el sonido del timbre de su casa. Bajo las escaleras corriendo pero con una inmensa sonrisa cuando abrió la puerta se encontró a una Laura completamente distinta a ella, como siempre fue, infaltables zuecos con taco, mini floreada y una remera ajustada con un nudito a un lado que mostraba un poco de su panza, su hermoso pelo ondulado e inmensamente largo y unas enormes lentes de sol que tapaban esa pequeña carita tostadita por el sol. Al verse las dos gritaron como locas y antes de abrazarse hicieron su saludo de siempre dos palmadas de macho un choque de dedos índices un beso a este como si fuera una pistola y un pequeño toque uniendo sus caderas, segundos después estaban fundidas en un caluroso abrazo y unas traviesas lagrimas recorrieron sus caras.

-          ¡Te extrañé guacha! ¡Me re abandonaste! –decía Lau ahogada en algunas lagrimas-

-          Ya se… perdonáme… tenemos mucho de qué hablar… -se separaron del abrazo y se dedicaron una sonrisa- pero ahora vamos –se agarraron de la mano como si fueran dos nenas chiquitas para salir de la casa. Justo de la casa de al lado un volvo negro de último modelo y por supuesto de alta gama salió disparado alejándose de los ojos de las dos morochas- ¿y ese auto? –pregunto Mar curiosa como ella sola-

-          Era Peter, de seguro se fue con mi novio, me lo whatseo hace un rato –decía tan campante mientras se subía a su mini couper rojo, Mariana la imitó con la boca abierta y mientras las dos se ponían los cinturones de seguridad la morocha mas petiza la interrogó-

-          Como que MI NOVIO ¿qué NOVIO Laura? ¿Por qué yo no sé nada de la existencia de ese novio? –su amiga soltó una carcajada mientras ponía en marcha su auto y se dirigían vaya uno a saber donde-

-          Agustín Sierra… es mi novio hace poco más de ocho meses –respondió Lau con una inmensa sonrisa-

-          ¿¿QUE?? –ahora la voz de pito y chillona era la de Mar- ¿Agustín, Agus, el chaetitos? –hacia gesto con sus manos para expresar la sorpresa mientras su amiga asentía con una sonrisa y tarareaba la canción de Pablo Alborán que pasaban por los 40pp. Paro en un semáforo y volteo su mirada a la derecha para mirar a su amiga-

-          Estoy completamente enamorada amiga… no sabés el cambio que dio Agus en estos dos años-

Agustín Sierra, fiel amigo de Peter Lanzani, compañero de conquistas y largas noches ebrios en los boliches más famosos de Buenos Aires, otro de los populares del secundario, por tanto, otro de los que se reían de Mar constantemente.

-          No le guardes rencor amiga… el está muy arrepentido de esos años, te quiere pedir disculpas por lo que te decía y yo, lo único que te pido es que lo perdones, quiero que mi mejor amiga y el chico del que estoy enamorada se lleven bien –Mar no podía ver a su amiga en ese estado de suplica y le dio una inmensa ternura, acto reflejo le sonrió-

-          Esta completamente olvidado y contás conmigo siempre –respondió inmediatamente su amiga le dio como pudo un abrazo, ya que los cinturones de seguridad le impedían un mejor contacto pero rápidamente se tuvieron que separar cuando varios coches que tenían atrás comenzaron con un incesante sonido de bocinas para que salieran de ese semáforo ahora verde – ¿y cómo es que sucedió? ¡CONTAME YA! –Laura ya arranco su auto para continuar con su historia-

CAPITULO 6

 “Café/restaurante Hollywood”

Llegaron hasta ese café/restaurante de estilo americano, donde los empleados andaban en patines y que siempre era testigo de innumerables recreos del secundario. Se sentaron en la mesa de siempre, justo la que daba a la puerta de ese colegio, Mar miro ese enorme edificio de estilo moderno, en gris metal y blanco.

-          Que recuerdos… -comento nostálgica, pero decidió cambiar su tristeza por una alegría resumiéndole a su amiga todo lo que le había contado por el camino- entonces, el cachetón tras el viaje de egresados se flasheo con vos y te dio la lata hasta que aceptaste salir con el… ¿Quién lo diría no?

-          ¡Ajam! Re de comedia romántica pero muy lindo, ahora soy una loca enamorada de mi cachetes –contestaba feliz- ¡y ahora contáme vos! ¿Cómo te fue estudiando en España? La cara de Mariana se transformó, al darse cuenta que su mamá se había encargado de mentirles a todos sobre su enfermedad-

-          Yo no estuve estudiando en España Lau –a la flaquita morocha le cambio la cara- yo en España estuve curándome –definitivamente Laura no entendía nada y asustada y con un pequeño puchero le pregunto-

-          ¿Curándote de que Mar? –el puchero de Laura fue contagiado a Mariana provocando que sus ojos brillen a punto de romper en llantos, se había dado cuenta de que nadie le llamo en su estadía allí porque nadie sabía de su problema, inclusive su mejor amiga- ¿Mar de que te estabas curando? –volvió a insistir la morocha de pelo ondulado. Se puso justo al lado de su amiga para quedar frente a frente-

-          De cáncer… -fue lo único que contesto Mar, cuando se quebró, un momento después su amiga estaba dándole un abrazo llorando juntas-

Esa misma noche en la casa de Agustín

-          Dos familiares 4 quesos, dos cervezas y helado de vainilla… buenísimo… chau –Agustín cortó el llamado y volvió al living para continuar la partida-

-          ¿ya pediste? –el cachetón asintió mientras intentaba marcarle a Peter- ¿y donde esta Laura? –su amigo chistoso como siempre contestó cantando-

-          Laura no está, Laura se fue… -mientras cantaba celebraba un tanto que había conseguido marcarle a Peter-

-          ¡Dale boludo! –contestó entre risas y tirando un almohadón colorado a Agus- ¿Dónde está? Siempre están re pegotes ustedes –y la realidad que esa loquita se había ganado el afecto del lunarudo-

-          Quedó con su mejor amiga, Mariana ¿la ubicás no? –continuaban jugando mientras charlaban-

-          Sí, mi queridísima rarita concuñada ¿no? –Agustín lo miró mal y Peter se burlo de él- ¿Que me vas a decir que vos no pensás lo mismo? Siempre fue rara y encima me la tengo que bancar en la familia… -Peter intentaba hacer una buena jugada pero su amigo paró el juego de inmediato-

-          Pará boludo… vos no tenés idea de cómo es… no la juzgués –El rubio se puso serio y Peter se sorprendió ante su respuesta-

-          ¿Qué te pasa a vos? Siempre eras el primero en burlarte de ella y ahora me venís con esto… -no entendía la transformación de su amigo, pero estaba seguro que había detrás de eso otras intenciones-

-          Maduré macho y es la mejor amiga de mi novia, que volvió hoy de España, no quiero que mi relación con Laura se joda por vuestras jodas y ya te aviso que se va a sumar a nuestro grupo –Peter se quedo en silencio como si estuviera pensando… o cayendo en algo-

-          Me estas jodiendo que era… -dejo al aire su frase, pero Agustín la interrumpió igual-

-          Ya te dije va a salir con nosotros de ahora en mas

-          No boludo no es eso, hoy cuando llegue a casa me di una ducha y al salir… bueno yo pensé que… -se quedo tildado pensando en lo que le había sucedido y más aun lo que esa morocha de enfrente que ya sabía quién era le había provocado-

-          Dale boludo decílo de una –El dueño de la casa se impacientaba ante la lentitud del lunares-

-          La ventana de mi cuarto da justo a la ventana de la habitación de ella y la vi en bolas… -Agus abrió los ojos sorprendido-

-          Me estas cargando pero en bolas… ¿bolas? –hacía gestos con sus manos-

-          No desnuda completa no, en ropa interior y estaba… bueno esta –Peter volvió a la realidad no quería perder su punto de macho man- ¡Mira como creció mi concuñada! ¡Esta re buena la pendeja! –Agus comenzó a reírse pero segundos después le dio un manotazo en el hombro-

-          ¡No te pasés vos! Ella tiene bigotes –le hizo el gesto de “ojo”-

-          ¿Quién dice eso? No es hermana, es amiga de novia de amigo, ósea nada. Igual quedáte tranquilo prefiero quedarme con las de metro setenta.

Entre charlas y play continuaron pasando el rato hasta que llegasen las pizzas, Agustín por momentos estaba en joda pero en otros hablaba serio, de su relación con Laura y de lo que esa alocada morocha le había cambiado la vida en tan poco tiempo. Pasada mas de las nueve de la noche el timbre sonó, pensando que eran la pizza Agus fue abrir, pero del otro lado no se encontraba el típico repartidor, sino su chica. Laura no tenía un semblante muy alegre, al contrario, pudo notar en sus ojos que había llorado pero aun así ella conservaba su sonrisa.

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