viernes, 10 de febrero de 2012

CAPITULO I, II, III TE VI VENIR

COMIENZO A DEJAR LOS CAPITULOS DE LA NUEVA NOVELA. LOS QUE YA ESTABAN PUBLICADOS EN FOTOLOG, PARA QUE PODAIS LEERLA DE NUEVO, LEERLA POR PRIMERA VEZ O SIMPLEMENTE RECORDAR LO QUE LLEVAMOS.
ESPERO QUE OS GUSTE

¡DEJAD FIRMITA!


CAPITULO 1

Olor a desinfección, blancura como sacada de un sueño alrededor, odioso sabor de boca, bata horrorosamente fea, revistas, compu, televisión por cable de los años 90, celular con una hermosa canción sonando

“AUN NI SIQUIERA TE TENGO
Y YA TENGO MIEDO DE PERDERTE, AMOR
QUE RAPIDO SE ME HA CLAVADO
QUE DENTRO TODO ESTE DOLOR…”

Cuarenta y seis días en ese lugar tan conocido por ella y a la vez tan odiado. Se encontraba mirando a la ventana el hermoso día que hacia afuera, un sol esplendido, jóvenes paseando sin pensar quien estuviera en ese edificio que tenían al lado. Se dirigió hacia ese espejo que tenía en esa especie de “mesita de luz” miró su aspecto…realmente deprimente, pálida y con ojeras de varios meses en ese estado, delgadez notoria, cabeza rapada daba inicio a que su pelo volvía a salir y eso le ponía feliz, esos ojos color café solo mostraban tristeza y los labios denotaban esa sequedad que producía la mierda que se metía en el cuerpo. Pero sin esa mierda… ¿estaría viva?
Estaba tan sumida en su aspecto que no se dio cuenta que alguien entro en ese lugar.

-          Buenos días Mariana –dijo esa señora de no más de 50 años regordeta- ¿Cómo te encuentras hoy?
-          Ya me siento bien, ¿Cuándo es que pueda salir de acá? Me voy a morir de la pena Cuca –se acerco a la chica para poner ese pañuelo de flores y así no mostrar esa corta cabellera-
-          Ya pronto cariño, en un rato viene la ronda, aquí tienes tu desayuno y lo quiero todo acabadito eh! –le dio ese beso de buenos días que era rutina en ella,  Mariana sonrió y la señora se marchó-

Se pueden imaginar donde esta ¿¿no?? Llevaba más de un año enferma, hace mes y medio que la operaron y desde ese momento está internada en el centro MD ANDERSON en Madrid, el famoso centro estadounidense que trata el cáncer, es el único centro con una “sucursal” en Europa.
Es argentina, pero llegó a España para curarse, gracias a Dios, la operación da sus frutos y se está recuperando.
El doctor pasaría hoy en su ronda diaria, le haría esos estudios fastidiosos y le diría cuando se podría marchar por fin de ese lugar.
Vino a España, con su hermana, Lucía, su confidente, la mejor persona que conocía y con su esposo, el hombre con el que más se ríe y le alegra todos los días con esos chistes malos que cuenta. Hace tres meses una personita llego a su familia, es la luz de sus ojos, su Salvador. Y así, justo se llama. Su sobrino adorado, su otra mitad, su felicidad y su cura.
Con respecto a sus papas…están en su país, no pudieron viajar porque tienen que “trabajar” nunca les reprochó el haberse quedado allá aunque sí que le hubiera gustado tenerlos cerca en el momento de la operación, por eso la encargada de afrontar su cruda realidad es su adorada hermana, que justamente entraba por la puerta.

-          ¡Hola cari! –le dio un notorio beso en la mejilla-
-          ¡¡Hola pequita!! –es su manera cariñosa de hablar, ya que su hermana estaba caracterizada por sus numerosas pecas y su pelo pelirrojo-
-          ¿Cómo te encontrás hoy? –le pregunto dejando todos sus bolsos en el cuarto-
-          ¡¡Barbaro!! –dijo sonriente- ¿crees que me dejaran salir ya de acá?
-          Ya pronto Mar –solo los que la conocían la llamaban por ese apodo-
-          ¿Cómo esta Salva? –dijo entusiasmada, porque hacía varios días que no lo veía-
-          Hermoso, no sabés, ya balbucea y se ríe –dijo una mamá babosa-
-          ¡¡Aiii nooo!! ¡¡Muero por verlo!! –con unas lagrimas a punto de salir de sus ojos-
-          ¡Ya queda menos cariño! –le ayudo a estar más presentable y al cabo de media hora llego el doctor, 15 minutos estuvieron juntos, le hacia los chequeos generales, le daba los resultados de las muestras del día antes y tras esa rutina, hizo pasar a su hermana-
-          ¿¡Y doc!? ¿Como la encuentra? –Mar los miraba atentos desde la cama, su hermana cada día estaba más ansiosa por verla fuera de esa cárcel curativa-
-          Les tengo una muy buena noticia –les dijo el doctor con una sonrisa- en dos días, podrá marcharse de aquí, está muy bien, la recuperación lo ha hecho a pasos agigantados y es probable que en un tiempo más, quede totalmente recuperada

De ese momento paso un año y medio, donde por fin, esa maldita enfermedad remitió, aun si sus chequeos eran constantes, por una posible reaparición de la enfermedad. Mar se encontraba armando la valija para regresar a su adorado Buenos Aires, su sobrino con casi dos años le daba la ropa muy divertido y mientras, cantaban canciones infantiles. Su aspecto por suerte, estaba más que bien. Había puesto más peso, pero no estaba gordita, su pelo había crecido, por fin volvía a tener esa melena morocha que hacia tanto tiempo que no estaba en ella, además apostó por un flequillo por cambiar un poco su look, estaba más quemadita porque había pasado un verano increíble en Mallorca, sus ojos denotaban el brillo antes perdido y su sonrisa recorría ampliamente su rostro. Se fue a ese viaje con su familia, es decir, su pequita con su cuñado y sobrino. Unas vacaciones INCREIBLES. Según su hermana y su cuñado, estaba todo el día atrayendo chicos, pero la sencillez y timidez que caracterizaba a esa morocha de ojos café, no le permitía asumirlo. Siempre ponía escusas cuando algún que otro chico le decía piropos, que ella se negaba a ver.
En este año desde que su enfermedad desapareció, maduró mucho, solo tenía 20 años y estas vacaciones le habían llevado a pensar y replantearse muchas cosas. Entre ellas, vivir su vida a pleno y cambiar muchos aspectos de su personalidad que detestaba. Y así lo estaba haciendo, por supuesto que cuidándose mucho, nada de alcohol, ni drogas, vida sana, pero vida plena.



CAPITULO 2

Aterrizó en su Argentina adorada un domingo a las 17:00 de la tarde de una calurosa tarde de octubre. Mariana estaba contenta ya que este año iba a tener más meses de verano que en la vida soñó, era su estación favorita, se volvió de España recién haciendo frío, después de pasar un verano buenísimo y ahora llegaba a Bs As con primavera, ¡esto sí que es vida! Pensaba.
Al bajar del avión una inmensa sonrisa apareció en su rostro, esperaba encontrar en ese aeropuerto a alguien conocido por ella…sus padres…pero no halló ningún rastro de ellos, su sonrisa se desvaneció, aun así, se prometió no venirse abajo.

-          Cari… estarán esperándote en casa… -su hermana, parecía haberle leído el pensamiento e intentó calmara pero esas palabras ni ella se las tragaba, le sonrió para que pensara que tenía razón-
-          Sí, me imagine…dame al nene, que te ayudo… -Salió a la calle, su cuñado, Pepo, paró un taxi y los cuatro se dirigieron rumbo a ese barrio tan conocido por ellos Belgrano-

Vivía en ese lugar desde que tenía uso de razón, sus padres poseían una empresa que proporciona buenas ganancias por tanto podían permitirse una vida con ciertos “lujos” aunque para ser sincera poco y nada le importaba la empresa y mucho menos los lujos. Para lo único que le sirvió esa plata fue para poder pagar la clínica donde trató su enfermedad.

Sus papas amantes del dinero y por tanto del reconocimiento mediático la llevaron desde chiquita a uno de los colegios más importantes de la zona, por no decir el mejor Buenos Aires English High School donde se impartían las clases en inglés y español. Por tanto, su nivel de idiomas era bastante amplio. Pero en ese colegio no todo fueron momentos divertidos, al contrario, su infancia y parte de adolescencia la habían mantenido encerrada en casa, con apenas una amiga en la que confiar. Para mala suerte de Mar no se encontraba en el grupo de “Las populares” aunque no le importaba mucho, eso conllevo a vivir en su infancia el famoso “Bullying”, solo eran agresiones verbales, que al principio le afectaban pero que luego decidió ignorar y eso la hizo más fuerte. En el último curso del colegio, decidió cambiar su forma de ser y dejar a un lado esa timidez que la caracterizaba por tanto en el viaje de egresados se volvió loca y disfruto a pleno, lo único que le falto fue “chaparse” a algún compañero, pero tampoco quería que ese “primer beso” fuera con cualquiera. Porque a pesar de esa edad sus experiencias en besos se reducían a una, en realidad ni eso, fue un simple pico que le robo su vecino cuando apenas tenía 10 años. Ni siquiera sabía besar “con lengua”. Al regreso de ese viaje comenzó a sentirse mal y al hacerse unos estudios le dijeron que estaba enferma, ahí fue cuando desapareció de Argentina y por tanto de la vida de esos perturbadores adolescentes con las hormonas a flor de piel. Estaba segura que ninguno recordaría a la petisita, morocha, que se la pasaba encerrada entre las cuatro paredes de su enorme casa o en la vieja biblioteca de ese colegio prestigioso.
Tras 45 minutos de viaje, se encontraban frente a esa casa, rodeada de paredes blancas y con esa puerta negra de hierro que daba inicio a la entrada de SU NUEVA VIDA…

En ese mismo instante en la otra punta de la ciudad

Una inmensa sala blanca, llena de personas sentadas alrededor de una imponente mesa, gritaban, discutían y se alagaban falsamente tras los avances conseguidos en el último mes, con la ultima revista con la que habían negociado, unos de los negocios más importante de la empresa.

-          ¡Dale Peter concentráte! –el rubio, cachetón, perteneciente a la junta directiva de la empresa, retó a su compañero y amigo al verlo mirando a las musarañas, o más bien a alguien en particular-
-          Si, disculpáme Agus, no me encuentro muy bien hoy –le susurro el director-
-          ¿Qué te pasa? ¿estás enfermo? –pregunto el cachetes preocupado por su amigo-
-          ¡Me duele el pecho! No sé, como si fuera…un presentimiento…dejálo una estupidez… -intento esbozar una sonrisa-
-          No es una estupidez, hay que hacer caso a los presentimiento ¿era de algo malo? –pregunto el musculoso presuntamente interesado-
-          No, todo lo contrario… como si algo bueno llegara…será por el cierre del negocio que seguro va a ir genial–sin darle importancia a ese “presentimiento”-
-          ¡Ni lo dudes hermano! –ambos chocaron sus manos en saludo de machos y continuaron escuchando las propuestas del resto de directivos-

Media hora más de pesadez y discusiones bastaron para dar fin a esa tortuosa reunión, iban saliendo de a poco de esa sala de juntas cuando Peter se apresuro a tomar del brazo a una de sus compañeras, socias y su ex novia. La rubia de pelo largo, con un hermoso cuerpo de modelo, se asustó cuando la agarraron de esa manera, pero al voltearse y ver de qué se trataba se limito a sonreírle-

-          ¿Qué paso amiga? –le pregunto Peter sonriente-
-          ¡Hola Pitt! ¿Qué paso? ¿Tenés alguna duda con respecto a la solución a la que llegamos?–dijo con su típica sonrisa-
-          ¡No!–sonrió canchero- vos me parece que estas dudando… ¿todavía seguís con la tontera de ese noviazgo? –ella lo miro mal y luego respondió-
-          ¡Otra vez vas a empezar Peter! ¡BASTA! ¡Ya te dije que yo estoy feliz! –se acerco a ella sintiendo la respiración y ese olor que tenia-
-          ¿Segura que cuando me acerco no te pasa nada? –rozaba su nariz por el rostro de ella-
-          Basta Peter… -intentaba resistirse ante esa cercanía-
-          Carol, sabes que ese noviazgo es un capricho tuyo... -se acerco mas a ella casi rozando sus labios- todavía me amás y yo a vos -sin esperar a que ella conteste la beso, ella le respondió pero después de un par de minutos y al darse cuenta de lo que estaba haciendo se separo bruscamente-
-          ¡Pará Peter! ¡Esto no está bien! ¡Yo lo amo a Ignacio! -él la interrumpió-
-          ¡Pero a mí también me amas!
-          No, por vos siento un gran cariño, pero ya no te amo más... Respeta mi decisión, por favor...  -Caroline se sentía verdaderamente mal por rechazarlo, pero realmente y sin darse cuenta se había enamorado de Ignacio. Peter no se había comportado con ella muy bien, ni respetuoso y eso influyó en que se enamorase más rápidamente de las atenciones que tenia Nacho con ella. Ésta se fue del lugar dejando a Peter solo con dos traviesas lagrimas escapándose de sus ojos, viendo como la que creía que sería su compañera de vida, lo dejaba solo, en todos los aspectos. En su mente se prometió algo. "Nunca más volver a enamorarse y si lo hacía, protegerla con su vida si fuera necesario"-

Sin más que hacer, ni que decir se fue del lugar, su jornada laboral había concluido despidiéndose de su secretaria. El destino era su casa, esa que le había visto crecer y a pesar de sus 25 años se negaba irse. Esa casa era su refugio ante tanto escándalo empresarial, mediático y ante tanto chupamedias que rodeaban su vida.
Tras unos minutos en su auto llego a su destino. Para suerte de él no se encontraba nadie en casa, por tanto lo primero que hizo fue darse una ducha relajante y poder drenar bajo esa agua que le caía, todas esas lagrimas que minutos antes tuvo que contener.


CAPITULO 3

Ese mismo momento en otro lugar, muy cercano…

Pensó que su casa estaría cambiada tras más de un año fuera, pero todo lo contrario. Se encontraba exactamente igual, su pequeño jardín a la entrada del hogar mantenía las perfumadas plantas de jazmines, que tan rico olor daban a la casa. El pequeño caminito hasta la entrada de grandes piedras, con esa hierba que salía entre ellas y metros más a dentro la hermosa casa blanca, con ventanas en un tono más oscuro. Sin esperar a que le abrieran entro con sus propias llaves “por lo menos no habían cambiado la cerradura” pensó Mariana. Todo estaba tal cual lo dejo. Ella aun con Salva en brazos, se quedo parada en la puerta, hasta que una pequeña queja de su sobrino por querer estar en el suelo le saco de su trance.
Acompañada de su hermana y su cuñado ingresaron a la casa, junto a todas las valijas. Y su cuñado tan espontaneo como era grito un “hay alguien en casa” segundos después se vio como alguien salía de la habitación que estaba frente a ellos, el despacho de su papa.

-          ¿Us…ustedes? –titubeo un señor con bigote, pelo negro y un poco regordete. El corazón de Mar le dio un vuelco al ver a ese hombre que hacia algo más de un año que no tenía tan cerca. Corriendo y sin pensar en la situación se acerco a él para abrazarlo-
-          ¡Papá! –pero ese abrazo no fue correspondido como ella hubiese querido. Las manos de aquel hombre de poco más de 50 años quedaron estáticas, al notar eso se separo, con los ojos aguados pero sin llorar. Entonces se dio cuenta que nada había cambiado en esa casa. Las muestras de cariño parecían prohibidas, por eso se limito a separarse en silencio y ponerse una autentica coraza para disimular su sufrimiento- te ves realmente bien.

El momento de tensión lo quito la persona más inocente que había en esa sala, de nuevo su Salvador, pidiéndole a su tía que lo cogiera en brazos. Tras hacer el mismo saludo poco demostrativo mi hermana y mi cuñado, vimos bajar a una señora como siempre elegante y refinada, por esas escaleras de mármol blanco. Esa señora vendría a ser Regina, la madre de Mar y Lucia. Las hermanas Esposito no demostraron ninguna alegría en sus rostros. Al contrario, sus caras demostraron el deje de desilusión ante ese recibimiento, saludaron a esa mujer con un frio beso en la mejilla.

-          ¿Ya estas recuperada no Mariana? –pregunto la señora morocha de ojos verdes-
-          Si mamá, gracias a Dios, estoy bien –respondió Mar con una leve esperanza al escuchar esa pregunta-
-          Gracias a Dios no, gracias a los doctores y la plata que invertimos en tu tratamiento –contesto la madre igual de seria y seca que anteriormente su papá-

Mariana no quiso seguir discutiendo, por eso agacho su cabeza y fue el turno de su hermana y su cuñado de hablar.

-          Mamá, el es tu nieto, Salvador –la mujer estirada, esbozó una sonrisa, que a ojos de los recién llegados era extraña. Alzó sus brazos para coger al niño que aun tenia Mar en brazos, el pequeño al principio se rehusó a ir con esa desconocida pero por iniciativa de Mar ayudo a que el nene se fuera con su abuela. Esta última, lo tomo en brazos dándole reiterados besos, que jamás había hecho con sus hijas y ante la sorpresa de todos la mujer comenzó a hablar-
-          Es hermoso, se parece a mi… el varón que nunca tuvimos Fede… no lo puedo creer… –le habló al cabeza de familia, que esbozo una leve sonrisa para sorpresa de todos-
-          Vaya suegra ¿la verdad? No te tenía tan cariñosa… -Pepo era un ser sincero hasta la medula, que no tenia pelos en la lengua para decir lo que quisiera, Regina lo miro mal y continuo haciéndole mimos al menor-

Lucia se quedo un rato mas en esa casa, pero el nene comenzó a ponerse fastidioso y junto a su marido decidieron marcharse a su hogar, que quedaba a unas cuadras de distancia y después tenían que visitar a la inmensa y encantadora familia de Pepo.
El siguiente paso de Lali fue irse a su cuarto sin decir nada mas a sus padres, de momento tenía que soportar vivir en ese lugar, hasta tener el dinero suficiente para poderse marchar de esa tortura, que sería la casa de sus padres.

Su cuarto intacto a como lo dejo, un lugar sencillo, pero muy bien decorado al gusto de esta última, era el único espacio de la casa que era solamente suyo, sin la intervención de sus padres y donde se sentía tranquila y en paz. Sus velas aromáticas y las barritas de incienso le daban a lugar un toque místico, pero sus colorines de estilo hippie eran su gran pasión.
Su cama contaba con una inmensa colcha de numerosos colores y formas de flores, varios cojines del mismo estilo encima de ella, sus paredes contaban con un tono marrón-rojizo y verde oliva, dando un aspecto más acogedor a ese gran habitáculo, cortinas correderas en turquesa. Y varios atrapasueños de todos los tamaños en algunas zonas del cuarto, además de contar con una mesa de escritorio sencilla y cuerda a modo de tendederos con muchas fotos, su pasión. Al fondo del cuarto había una puerta que daba a un baño, que compartía con su hermana y que daba también al cuarto de esta última. Antes de desarmar la maleta Mar decidió relajarse con un baño de inmersión lleno de velas, incienso, espuma y sales relajantes.

Miles de personas en ese momento se encontraban en la misma situación de Mar y Peter, una ducha o baño relajante estaban experimentando, nuevas ideas, nuevas metas, cambio de pensamientos, lagrimas derramadas, algunas sonrisas frustradas, pero sin duda lo que predominaba era las ganas por comenzar desde cero.

La relajación de Lali fue interrumpida por el molestoso intercomunicador que había en la casa que avisaba que la cena estaba servida. Con desgana y simulando una sonrisa salió de ese baño se puso su ropa interior y fue a su cuarto para terminarse de vestir y darse su crema hidratante, lo que ella no sabía era que su hermosa cortina turquesa estaba entreabierta y justo enfrente de ella, más precisamente en la casa de al lado y en la ventana de la casa de al lado alguien la observaba embobado, como ella inocentemente se ponía crema corporal, pero que a los ojos de este individuo era increíblemente sexy.


!LOS CAPITULOS DEL DIA DE HOY! SI VEO QUE HAY FIRMAS PUBLICO EN EL FINDE. BESOS

LAS QUIERO

FATY***

6 comentarios:

  1. Me encanta comenzar desde el principio con la nove, asi recordamos buenos y malos momentos jaja

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  2. mas noveeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee

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  3. Que bueno que la empezas desde el primer capitulo!... me encantó volver a leer esos capsss...

    QUIERO EL SIGUIENTE CAPITULO!! yo ya sé que pasaba pero bue... QUIERO VOLVERLO A LEER! ^-^

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  4. Te cuento que dejé el primer capítulo de mi nove y me gustaría que pasaras a leerlo ^-^

    Te esperooo
    BESOTES

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  5. vuelo a leerla! ajajaj me encanta igual! jajaj maas nooove! Besos!

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