EPILOGO

CHICASSSS LLEGÓ EL EPILOGO, ME FUE IMPOSIBLE PUBLICAR AYER. 
GRACIAS POR LOS COMENTARIOS Y ME ALEGRO MUCHISIMO QUE LES HAYA GUSTADO LA NOVELA. POR FAVOR, AL FINAL DEL CAPÍTULO NECESITO QUE LEAN ALGO...

Epílogo

Majo y tía Gimena se habían superado a sí mismas con la cena del domingo, una especie de celebración para Lali y Peter. La semana antes había habido otra cena en Gatlinburg, justo después de la boda, pero había tenido lugar en un restaurante, de modo que no contaba. Ahora la mesa protestaba bajo el peso de toda aquella comida. La familia entera se encontraba allí, además de Gastón y su amigo Rúben, al cual Lali reconoció asombrada. No había pensado que Rúben fuera homosexual, porque de lo contrario no habría estado en el Buffalo Club. Naturalmente, Peter seguía empeñado en que Gastón era heterosexual, de manera que quizás a ella no se le diera muy bien juzgar aquellas cosas.

Midas paseaba debajo de la mesa, la localizó sin equivocarse por el olor, y se desplomó a sus pies. Su lengüecilla le lamió los tobillos, y Lali se asomó por debajo del mantel para ver qué hacía. Mostraba la típica mirada de sueño que significaba que se estaba preparando para echar una siesta. Había quedado extenuado después de saludar a tantas personas distintas, y por supuesto había tenido que jugar un poco con cada una de ellas antes de pasar a la siguiente.

Tan sólo unas pocas semanas antes Lali se sentía deprimida por lo vacía que estaba su vida, y ahora se hallaba rebosante. Su familia siempre había estado allí, por supuesto, pero había encontrado varios amigos muy queridos, tenía a Midas... y además estaba Peter.

¿Cómo pudo pensar alguna vez que los tíos cachas no eran su tipo? Aquel tío cachas en particular era justo lo que necesitaba ella. Siempre le había parecido tan duro, con aquel cabello gris tan corto, los anchos hombros y el cuello tan grueso, además de aquel contoneo tan engreído que tenía al andar, como un individuo que acaparase todo el espacio que le correspondía y algo más. Seguía agobiándola, en la cama y fuera de ella, pero había aprendido a adaptarse. Si Peter ocupaba más de su mitad de la cama, a ella no le quedaba otro remedio que dormir encima de él, así que si últimamente Peter no dormía lo suficiente, era culpa suya.

Lali se sentía casi incandescente de alegría. Hasta la fecha, su período llevaba cuatro días de retraso. Estaba estupefacta ante la posibilidad de que pudiera haberse quedado embarazada tan pronto, pero es que Peter se había esforzado mucho en cumplir con su deber. Ella continuaba esperando que le viniera el período, pero aquella mañana la esperanza había abrumado de pronto al sentido común y estaba casi segura. Cuando se fueron de casa de su madre, salieron con la intención de comprar una prueba de embarazo. Al día siguiente lo sabrían con seguridad.

Lali no lograba decidir qué deseaba más, un niño o una niña. Se imaginó a Peter jugando a la pelota con un fuerte chavalín, y se le derritió el corazón. Luego se imaginó a una niña, toda hoyuelos y tirabuzones, acunada por los musculosos brazos de su padre, y se estremeció de placer. Pero con independencia de lo que viniera, había pedido a Gastón que la ayudase a decorar la habitación del bebé, porque tenía un gusto excelente para la decoración de interiores. Y también deseaba pedirle que fuera el padrino del niño, aunque aquello tendría que hablarlo con Peter, porque podía ser que éste tuviera otro amigo en mente.

Gastón hizo un comentario sobre el mantel de encaje y le preguntó a la madre de Lali si sabía qué antigüedad tenía. Lali ladeó la cabeza y lo estudió. Iba tan pulcramente vestido como siempre, aquel día llevaba una camisa blanca de seda y unos pantalones de color verde oscuro con vuelta, junto con un estrecho cinturón negro ajustado a la cintura.

Bajo la mesa, la pierna de Peter le rozó la suya, como si no pudiera soportar estar más tiempo sin tocarla. Ella no le hizo caso, pues tenía la mirada fija en Gastón.

Peter reparó en qué estaba mirando, y de repente cambió de postura, nervioso.

—Lali... —empezó, pero ya era demasiado tarde. Su voz sonó alta y clara.

—Gastón, ¿sabes qué color es el bermellón?

Pillado con la guardia baja, Gastón se volvió hacia ella con un gesto de sorpresa.

—Te lo estás inventando, ¿no? —barbotó.

***

Juan Cruz Torre llevaba ya casi un mes fuera del hospital cuando fue en coche a la casa de Charly Nolan, aunque el ex alcalde ya no vivía allí. Se encontraba en libertad condicional y supuestamente vivía en Scottsboro hasta que se celebrara el juicio, pero Torre no hizo ningún esfuerzo por averiguar dónde. De momento, se estaba concentrando en estar vivo y en recuperar sus fuerzas.

Desde que le dispararon estaba de un humor extraño, aunque tal vez no fuera tan extraño. El hecho de haber estado a punto de morir lo hacía a uno cambiar de perspectiva, al menos temporalmente. Continuaba creyendo que había manejado las cosas del modo mejor posible para él, aunque se hubieran torcido al final, al aparecer Phillips. Se permitió esbozar una fría sonrisa; todavía le gustaba pensar en el atinado disparo de Lanzani.

Había otra persona que probablemente disfrutaría tanto como él al pensar en aquel tiro, y aquélla era la razón por la que se encontraba allí.

Llamó al timbre y aguardó. Oyó unas pisadas; a continuación Mercedes Nolan abrió la puerta. Pero no lo conocía, de modo que no abrió el pestillo de la puerta de rejilla.

—¿Sí?

Era una mujer muy hermosa, pensó Torre, más que simplemente guapa. Había oído decir que había dejado de beber; tal vez fuera así, tal vez no, pero aquel día tenía los ojos despejados, aunque llenos de sombras.

—Soy Juan Cruz Torre —dijo.

Ella lo miró fijamente desde el otro lado de la rejilla, y él supo lo que estaba pensando: que había estado al servicio de su marido y conocía todos sus secretos sucios; probablemente sabría que Charly la había entregado a Phillips.

—Vayase —dijo Mercedes, e hizo ademán de cerrar la puerta.

—No importa —repuso Torre con suavidad. Ella se quedó petrificada, con la mano inmóvil sobre la puerta.

—¿Qué... qué es lo que no importa?

Su tono de voz era bajo y tenso.

—Lo que hiciera Phillips. No importa. No te tocó a ti, sólo tocó tu cuerpo.

Mercedes se revolvió con los ojos cargados de rabia.

—¡Sí, me tocó! Mató una parte de mí, así que no venga aquí a decirme lo que hizo o dejó de hacer.

Torre se metió las manos en los bolsillos.

—¿Vas a dejarle ganar?

—No ha ganado. He ganado yo. Yo estoy aquí, y lo que queda de él irá a la cárcel, donde estoy segura de que se hará muy popular.

—¿Vas a dejarle ganar? —repitió Torre con su mirada fría clavada en la de ella, y Mercedes titubeó.

Transcurrieron los segundos, como si careciera de fuerzas para cerrar la puerta y poner fin a aquello. Su respiración se volvió rápida y superficial.

—¿Para qué ha venido? —susurró.

—Porque me necesitas —repuso Juan Cruz y Mercedes abrió la puerta.

FIN

______________________________-

LovexLaliyPeter: ¡¡¡PRIMERA EN FIRMAR!!!

Chari: El prologo lo tengo pero voy a esperar en publicarla hasta que la termine de escribir jeje! El titulo aun no lo tengo... :-S

Inma: GRACIAS POR TU APOYO. ERES INCREIBLE. UN BESO ENORME

GIULA: Mi novio pidio pizza y yo tortelini de carne jeje! riquisima!! AMO LA COMIDA ITALIANA. Y prometo leer tu novela. un besoooteee

ACLARACION DE MI NOVELA:

- Esta basada en hechos reales

- No va a ser muy extensa, pero si muy intensa

- Seran capítulos largos

- Comenzaré a publicarla cuando la termine de escribir. Espero no tardar mucho

- Sera una novela completamente distinta

- Las espero a todas y si os gusta, os agradeceria que la compartieseis.

- Aun no tengo un titulo, espero sacarlo pronto

- El prologo lo publicare el dia 30 de Julio.

GRACIAS POR ACOMPAÑARME EN ESTA CREACION. QUIEN QUIERA "CRUZANDO FRONTERAS" COMPLETA QUE ME AVISE, CON SU CORREO Y YO LA ENVIO.

LAS QUIERO

FATY****